Realidad

Cap 23

 Por cortesía de mi abuelo, una camioneta Suburban blanca había pasado por mí, me llevaba a casa de mi abuelo Hordiano, fundador y líder principal de La Horda

Me metieron en la mente que mi familia era la mala, que yo era la podrida, pero me he dado cuenta que no es así, todos tenemos un lado oscuro que ante la presión y las circunstancia, sale a flote, mostrándonos quién realmente somos. Ya me había dado cuenta de eso y por eso había regresado con mis padres, tubo que volver a suceder para que por fin pudiera darme cuenta que lo que hace mi familia, solo es malo ante unas reglas de una sociedad y un gobierno podridos por que no puede controlarlos y sacar provecho de ello. Bueno, lo que hacía mamá si era malo, no me arrepiento de nada. Pero no pienso dejar a mi familia desprotegida, ni mucho menos dejarlos en la pobreza o a merced de imbéciles como el Mayor Ismat

Después de casi 9 Hrs de viaje, llegamos a la pequeña ciudad de Krytis, rodeada de grandes bosques y tierras protegidas para evitar su explotación, sus ciudadanos en verdad han sabido aprovechar las riquezas que el negocio de mi familia a traído, todos tienen trabajo y el sustento para tener una buena vida 

En los parques hay niños jugando, la iglesia resuena las campanas, en los centros comerciales hay una gran afluencia de personas, una ciudad de ensueño realmente  

Cruzamos la ciudad y tomamos una camino de adoquín, varios kilómetros adentro del bosque, a lo lejos pude ver la enorme mansión, muy similar a la que era de mi papá, altas bardas, hombres altamente armados, grandes y vistosos jardines, pavorreales albinos caminando por la propiedad luciendo sus elegantes plumas de la cola - ¿Por que todo tiene que ser blanco?

-Denota pureza señorita - Respondió el chofer 

A si, ya me acordé del lema del abuelo - Pura solo la luz de Hordiano, desecha las sombras  - Es como un gurú del orden o algo así, claro, su orden

La mansión era blanca con detalles dorados, muy elegante y vanguardista, pues podrá ser viejo, pero jamás pasado de moda

Una figura alta, fornida, de piel pálida y temibles ojos verdes comenzó a bajar por la escalera, vestido con traje blanco y una gabardina de mismo color, si, es él - ¡¡ ABUELITO !!

-Adora ... - Me recibió con los brazos abiertos, lo abracé - Por fin vienes a visitarme

-Lo siento, pero han sucedido muchas cosas 

Me dio un pequeño golpe en la cabeza -Estoy enterado niña, sígueme 

La sangre se me fue al piso al escucharlo, pues aunque suene amoroso y sea amable, la  verdad es que es una persona cruel y sádica 

Lo seguí hasta un enorme espacio que fungía como sala, tomé un cojín y me senté sobre la alfombra abrazándolo, mi abuelo tomó su lugar en el sillón - Abuelo...

Levantó su mano - ¿Quieres comer algo?

-No, primero me gustaría platicar sobre el tema

-¿Que prisa llevan los jóvenes de hoy en día?... De acuerdo - Su expresión se endureció y yo abracé con fuerza el cojín - Traicionaste a tu familia ¿Es eso cierto?

-No - Mentí - Descubrieron mi pasado y perdieron la confianza en mí

-Tú y solo tú acabaste con el orfanatorio ¿Por que?

-Si, lo hice - Dije con firmeza - Y la verdad es que ya me he cansado de justificar ese acto, pero te lo aclararé por respeto a la autoridad que eres abuelo - Debía apelar a su orgullo - Mi madre perdió una gran cantidad de dinero en esclavos, unas compañeras dieron con la bodega por culpa de uno de los trabajadores de mi papá y ella me cobró de la forma más cruel posible, secuestró y mató a mi hijo