A veces te preguntabas si ibas a ir al cielo o al infierno. ¿Importaba? De todos modos, habías nacido para morir, así que podías aprovechar al máximo este infierno en la tierra. Tenías la intención de hacerlo cuando decidiste seducir y follar con Namjoon.
Es el padre de tu novio.
Bueno, supongo que ex-novio dadas las circunstancias de la situación. Te está engañando y estás enfadada así que decides darle justo donde le duele, su padre.
Namjoon es un verdadero encanto y es tan educado y amable. Ya ves por qué todas las madres del vecindario le adoran y tratan de ligar con él. Ninguna tuvo éxito porque el hombre era distante o se aferraba a su difunta esposa. Diablos, ni siquiera estabas segura de que te diera la hora.
Para tu sorpresa, lo hace, y todo va como estaba planeado.
Namjoon te invita a su casa y te dice que su hija menor está en sus clubes extraescolares hasta última hora de la tarde y que su hijo está en el entrenamiento de fútbol. No necesitabas saber esto último, ya que es tu novio y lo ves en la escuela, etc. Te acercas de todos modos, sintiéndote mareada porque ya estás tramando.
"Sr. Kim". Sonríes suavemente, "Qué bueno es, ¿no?" Señalas su camiseta negra de tirantes y sus vaqueros de tiro bajo.
Namjoon tiene las gafas bajas sobre la nariz, el pelo peinado hacia atrás como si acabara de ducharse o algo así. "Sí, pero las ventajas de ser rico vienen con una piscina y un aire acondicionado de muerte". Murmura mientras te deja entrar.
Su mirada se detiene más de lo habitual y crees que es porque te ve de forma diferente después de que le propusieras dormir juntos. Camina detrás de ti y sientes un agradable escalofrío que te recorre la espalda. Sabes que te está mirando...
Tomas asiento en el salón y pones las manos sobre el regazo como la chica educada que eres. "Entonces", empiezas suavemente, "supongo que quieres hablar de la última vez".
"Sí". Namjoon se sienta frente a ti con una mirada preocupada: "Te das cuenta de lo que me preguntaste, ¿verdad? La gravedad de la situación... t/n, cariño, mírame", dice suavemente, "te doblo la edad y ni hablar de que soy padre de tu novio". Frunce el ceño.
"Lo sé". Dices y eso le pilla desprevenido. Claramente esperaba que lloraras y pidieras perdón o algo así. "No veo nada grave, si tú no lo cuentas yo tampoco lo haré". Sonríes suavemente.
Namjoon sacude la cabeza, "no me estás entendiendo", dice exasperado, "no voy a meterte en problemas pero tienes que entender que existen límites entre nosotros y hay líneas que no podemos cruzar".
"Eres muy malo para mentir, lo sabes". Te recuestas en el sofá, llevándote las rodillas al pecho mientras le sonríes burlonamente: "Mírame a los ojos y dime que no quieres. Dime que no quieres y me iré ahora mismo como si nada. Vamos", le cantaste suavemente.
Se queda mirando incrédulo, con la boca abierta mientras sus ojos bajan a tus suaves muslos. Traga un poco y vuelve a mirar hacia arriba, "... Lo estás poniendo muy difícil".
"¿Lo estoy haciendo?" Levantas la pierna en su dirección, "Probablemente deberíamos arreglarlo, ¿no?"
Namjoon parece querer irse y olvidar todo esto, pero una parte de él no quiere. Se queda sentado mirándote durante un largo rato antes de poder pronunciar una palabra hacia ti. "... ¿Y Gyu?" Pregunta en voz baja. "No puedo hacerle esto..."
"No es necesario, Gyu no será mi novio por mucho tiempo". Él abre la boca para protestar y tú levantas un dedo: "Porque...", entrecierras los ojos, "es un tonto, pensando que no me enteraría de que se está tirando a mi ahora ex mejor amiga". Resoplas.
