Avaricia; deseo intenso y egoísta de algo. El demonio de nivel superior Jungkook, conocido como el pecado mortal de la Avaricia, se une a Hoseok en su persecución del deseo intenso y egoísta de una mujer por algo despreciado y codicioso de poder.
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"Va a destrozar la tierra". Dice un sirviente.
"No deberías hablar mal de la Reina" Murmura otro sirviente, limpiando el polvo. "Te matarán si te atrapan... lo sabes".
Tras la muerte de la anterior Reina y su hermana, la nueva Reina ha establecido reglas para la gente del pueblo.
El anterior rey era generoso, se relacionaba a menudo con su pueblo y no dejaba que el poder que ostentaba se le subiera a la cabeza. Su hermana era otra historia. No toleraba la rebelión en lo más mínimo e incluso cualquier lengua que se atreviera a ir contra ella se enfrentaría a un duro castigo.
A medida que pasaba el tiempo, también lo hacían sus duras prácticas. Se convirtió en una tirana, la única responsable de las terribles condiciones en las que vivían los habitantes del pueblo. Se les obligaba a trabajar largas jornadas y los impuestos crecían cada vez más, al parecer para financiar el estilo de vida de la reina en lugar de cualquier otra cosa.
Trabajar directamente bajo las órdenes de la Reina fue, por mucho, el peor trabajo que se le dio. Un trabajo que una vez fue buscado cuando el Rey estaba vivo ahora se veía como una carga.
"Princesa."
La joven princesa inclina la cabeza y sonríe a los dos sirvientes mientras se apresura a entrar al castillo.
"¿Dónde está la Reina?"
''En sus aposentos reales.''
"Gracias."
La Princesa hace su camino hacia dichas cámaras, taconeando. Incluso cuando estaba molesta, era aplomada y respetuosa, todo lo contrario de la Reina.
Jungkook recorre con la mirada la figura de la princesa, una joven que se acerca perfectamente a su cuerpo. Se relame los labios mientras la sigue.
Jungkook se sacude cuando siente una mano fría en su antebrazo. Se aparta bruscamente cuando siente una sensación helada recorriéndole las venas.
"Déjala en paz".
Jungkook pone los ojos en blanco y se burla.
"Generosidad", resopla y sonríe al hombre, que parece demasiado inocente para estar en presencia de un demonio.
"Avaricia", el ángel pone los ojos en blanco.
"Yo tengo un nombre". replica Jungkook.
"Yo también", se encoge de hombros. "Pero a ninguno de los dos nos importa lo suficiente como para recordarlo".
Jungkook disfrutó de sus pequeñas peleas con su contraparte.
"Tienes a la Reina. La paciencia ha perdido ante la ira y me niego a permitir que manches a la princesa. " El Ángel escupe, ojos claros deslumbrantes.
"Ustedes, los ángeles, no pueden salvar a todos". Jungkook resopla. "Pero por suerte me siento un poco... lleno. Compartiré a la Reina y la arrastraré al Infierno con Hobi y conmigo", se encoge de hombros. "No es que le quede mucho tiempo".
El Ángel arruga una ceja. "¿Cómo es eso? No es propio de ustedes los Demonios matar humanos por su alma antes de tiempo".
Jungkook guiña un ojo. "Cierto" con eso, se fue, dejando al Ángel más confundido que antes.
