"Señorita, el doctor quiere verla ahora".
Ha sido una noche larga, y cuando llegaste al Hospital General de Heauxville, pensaste que sería aún más larga.
Sin embargo, la sala de espera no está llena.
No debería sorprenderte. El Dr. Kim se enorgullece de su rendimiento. Es bien conocido por su capacidad para proporcionar una atención eficiente de manera oportuna.
Viene de una familia de médicos exitosos, y lo mantienen en un alto nivel. No tienen idea de cómo se comporta realmente en el lugar de trabajo: viola los códigos, se acuesta con sus subordinadas y prescribe dosis de su preciosa polla como antídoto para el deseo.
El hombre tiene más conexiones que pacientes. La mayoría de las mujeres en este lobby están aquí para ver al Dr. Kim, pero él solo tiene ojos para una.
El personal te saludaba nada más llegar y, antes de que pudieras tomar asiento en la sala de espera, te informaban de que el médico estaba impaciente por verte, y el sentimiento es muy mutuo.
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"¿Por qué has tardado tanto, cariño?", gime el ansioso doctor en tu oído.
Sus grandes manos masajean tus globos mientras sus dientes atacan la piel de tu cuello. Cuanto más tiempo pasas aquí, más pequeño se hace el desordenado armario del conserje.
El médico parece haberse adaptado ya a la falta de espacio, probablemente por haber traído aquí a tantas de sus empleadas, y pacientes, para follarles los sesos. Por desgracia, en esta ciudad, incluso la gente más íntegra es sórdida y no es buena.
El Dr. Kim podría estar buscando una solución rápida esta noche, pero tienes otra cosa para él.
"Podría haber tardado más".
"¿Qué fue eso?", pregunta.
Te retiras y caes lentamente de rodillas.
"Nada, Dr. Kim", respondes. "¿Me permite?"
Tiras de la hebilla de su cinturón mientras esperas su permiso.
"Por el amor de Dios, por favor".
El médico te aparta la mano y empieza a desabrocharse el cinturón. Tú esperas pacientemente en el suelo, preparándote para verle. Eso es exactamente lo que recibes una vez que el Dr. Kim te muestra su polla.
"Oh, por..."
Un tipo grande viene con un gran paquete, supones. No estás segura de cómo vas a metértela toda en la boca, pero definitivamente vale la pena intentarlo. Si te atragantas, al menos estás en el lugar correcto.
"No te preocupes, cariño," el Dr. Kim dice. "Estás en buenas manos".
Envuelves tu mano alrededor de su eje, y sisea cuando le das un pequeño apretón. Sonríes ante su reacción, notando lo sensible que es.
"Tú también, Namjoon".
El médico ladea la cabeza cuando le sueltan los trámites.
"Es Dr. Kim, cariño", corrige.
Sacas la lengua y pasas la punta por su raja. El sonido del metal traqueteando llena el espacio de almacenamiento en silencio, y te das cuenta de que el doctor está agarrando un estante detrás de él con todas sus fuerzas.
Te ríes.
"Es Namjoon esta noche, cariño".
Sin decir una palabra más, abres los labios y comienzas a chuparle la polla. Namjoon está demasiado envuelto en el sentimiento inicial de entrada para discutir sobre títulos. En cambio, echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos, haciendo todo lo posible para no correrse antes de sentir tu coño.
