Envidia; un sentimiento de anhelo descontento o resentido provocado por las posesiones, cualidades o suerte de otra persona. El demonio de nivel superior Taehyung, conocido como el pecado capital de la Envidia, llega a la Tierra a tiempo para presenciar lo que los envidiosos están dispuestos a lograr.
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Taehyung echa la cabeza hacia atrás con una sonrisa perversa en los labios. Sus dedos se enroscan bajo tu barbilla y te animan a abrir más la boca. "Eres una belleza para mirar".
Taehyung podía olerte, la forma en que tu aroma cambiaba con sus palabras y a medida que te mojabas más. Te entendía, la forma en que ansiabas la atención de cualquiera que estuviera dispuesto a dártela, alguien que alimentara tu ego.
Tu lengua se arremolina alrededor de la punta de su polla, chupando con tanta necesidad y deseo, casi con avidez. Tus uñas se clavan en sus muslos desnudos cuando te lo metes hasta la garganta.
Los humanos eran criaturas débiles que ansiaban la atención de los demás, algunos más que la mayoría, como tú. Tu necesidad de que te vieran como la mejor hermana de tu hermana pasó de ser la de una hermana pequeña a la sombra de la hermana mayor a la de una hermana pequeña a la sombra de la Reina.
Llegaste a despreciar a la Reina y cómo todo el mundo la veía como una persona perfecta. La gente del pueblo la adoraba y acudía en masa a los terrenos del castillo para verla. Aunque agradeces que tu hermana te haya llevado con ella mientras crecía como Reina, sigues sintiendo envidia por el hecho de que ella no se merecía nada de esto.
Taehyung se aparta de ti, un suave chasquido sale de tu boca cuando la punta de su polla brota. "Qué belleza". Taehyung tararea. "Eres tú quien debería ser reina".
Tu corazón se estremece ante sus palabras y tus ojos se abren de par en par.
Tu mente no puede recordar cuando conociste a Taehyung, fue como si entrara en tu vida y se apoderara de ella por completo. Se conocían día a día y él te escuchaba hablar de tu vida trabajando por debajo de tu hermana, que era la Reina. Nunca juzgó tus sentimientos como haría la mayoría e incluso dirías que te hizo sentir justificada. Con el tiempo, tus sentimientos hacia la Reina se agriaron y todo lo que hacía te hacía hervir.
"Te necesito dentro de mí". Murmuras, lamiéndote los labios secos.
Taehyung tararea; sabe que lo haces por cómo hueles. Tu aroma es dulce y está listo para él, como siempre. A medida que pasa el tiempo, nota que estás dispuesta a acostarte con él y a perderte en el proceso, sin ser consciente de que la envidia que llevas dentro sería tu punto de ruptura en cualquier momento.
Taehyung te levanta de las rodillas, con las manos agarrando la tela de tu falda. No llevas nada debajo y es un acto que Taehyung aprecia enormemente. Goteas cuando centra su polla en tu entrada.
Te empuja contra la pared y Taehyung penetra bruscamente.
Las manos de Taehyung te rodean la boca mientras mueve sus caderas dentro de ti. Estás apretada y húmeda y él está seguro de que nunca podrá saciarse de ti, especialmente cuando te arrastre al infierno al final de esto.
"La Reina es egoísta". Oyes a Taehyung murmurar en tu oído, con su voz profunda que te produce escalofríos. "No se merece todo lo que tiene".
Gimes en respuesta, sintiendo cómo su polla te penetra más profundamente. Se oyen ruidos húmedos y estás segura de que estás goteando por todos sus muslos, pero a ninguno de los dos le importa.
"Deberías ser tú". Taehyung te lame el lóbulo de la oreja, moviendo sus caderas con más fuerza. Puede sentir que estás a punto de correrte a su alrededor y él también hará lo mismo, dentro de ti, como siempre hace para formar el vínculo entre pecador y pecadora. "Pero nunca serás tú".
Tus ojos se cierran de golpe, sus palabras hieren tu corazón pero tus piernas tiemblan y se preparan para ceder.
"Y si no puedes ser tú..." Taehyung te golpea con fuerza y suelta tu boca para agarrar ambas caderas con sus grandes manos. Ahora gimes libremente, un chorro de alivio brota de tu interior. "....¿Por qué tiene que ser ella?" Taehyung gruñe, disparando una cantidad insana de semen dentro de ti, formando un vínculo contra el que nadie podría luchar, especialmente una mujer destinada a pecar.
Las palabras de Taehyung te afectaron, resonando en tu mente constantemente durante toda la semana.
Si no podías ser tú, ¿por qué iba a ser ella? Tu hermana no apreciaba la cantidad de sirvientes y seguidores que tenía, ni la riqueza que suponía ser la Reina. La cantidad de veces que has tenido que escuchar a tu hermana despotricar sobre cómo el Rey no la quería ni la apreciaba te ha cansado. Al fin y al cabo, ella vivía en un castillo y no necesitaba ni le faltaba de nada, ¿tan dura podía ser la vida?
"¡Su Majestad!" Adornó una sonrisa brillante cuando sus ojos atraparon a su cuñado.
Los guardias te ofrecen espacio mientras te acercas a él. Hiciste una breve reverencia antes de que hablara. "t/n, ya no tienes que ser formal. Eres de la familia".
Sacudes la cabeza. "Pero tu eres el Rey." le ofreces tu brazo para que lo tome y el lo hace. "La Reina está en sus aposentos reales. Espera tu llegada".
"¿Se lo has dicho?", pregunta el Rey.
Sacudes la cabeza. El Rey ha insistido en mantener en secreto su llegada. Llegar un día antes para que los dos pudieran pasarlo juntos fue un pensamiento que se te ocurrió, la envidia y el despecho corriendo por tus venas.
Los dos ofrecen una pequeña charla mientras se abren camino dentro y a través del castillo. Tu corazón bombea fuera de tu pecho y te preguntas si es una decisión terrible ser feliz con lo que estás haciendo.
El rey se acerca más a las cámaras reales, con una mirada desconcertada en su rostro ante los sonidos desconocidos que provienen del interior.
Tú y él intercambian miradas, pero contienes la sonrisa traviesa que se atreve a formarse en tus labios.
Taehyung está detrás de ti, sin que tú y el Rey lo sepan. Sus ojos escanean tu rostro, nunca podrías engañarlo. Casi saltas de alegría al pensar que tu hermana fue atrapada en el acto con Jimin. Lo que la envidia podía hacerle a una persona era peligroso: quién sabe qué pasaría con tu hermana y contigo; sin embargo, no te importaba.
Porque después de todo, si tú no pudiste tenerlo, ¿por qué debería hacerlo ella?
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written by ➼ explicit-tae
