3. ¿Te acuerdas?

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El pequeño Kook aún se sentía flotar en las nieblas de la inconsciencia, pero sabía que estaba más cerca del más acá que del más allá. 

A no ser que esas voces molestas fuesen la forma de San Pedro de darle a uno la bienvenida.

—¿Cómo se te ocurre decirle eso al niño? ¡Lo vas a traumar!

Parecía Jin Hyung.

—Eso si no lo ha hecho ya.—ese era Suga.—Que nene tan sensible. Mira que caerse redondo por enterarse de que folla con Chim.

El siguiente parecía ser Hobi.

—Bueno, no creo que el Jungkook de ese tiempo supiese siquiera que era gay. Habrá sido un shock.

Una pedorreta y la voz de Namjoon.

—Por favor... Era un closetero de libro, no jodas.—después habló con una ridícula voz aflautada.— Ay Jiminie, no me toques. Mi sucia alma de hetero se contamina con tu toque.

—Namjoon.—Jin le regañó.

—¿Qué?—se quejaba este.—Todos le queremos pero sabes que era un baboso. ¿Si o no JK?

—Confirmo.—secundó el nombrado.

Esto ya es mucho, pensó Kook y forzando como pudo, obligó a su conciencia a ponerse en marcha 

Con los ojos aún cerrados y la voz debilitada, exclamó.

—Por lo menos decirme que yo no soy el que recibe.—se hizo un silencio anonadado.—De lo contrario podéis dejarme morir aquí.

Jungkook decidió que ese sería su único momento de redención con aquel impertinente niño.

—Si, compadre. Al menos te queda eso.

—Gracias al cielo.—gruño incorporándose hasta quedar sentado. Parpadeó con pesadez y cuando logró enfocarlos a todos, miró a Jimin.—Si tú llegas a metermela si que me pego un tiro.

Jimin soltó un jadeo ofendido.

—¡Eh!

—Déjalo Minie.—Jungkook palmeó solidariamente su hombro.—No es momento.

Jimin se enfurruñó, aunque decidió que ya encontraría el tiempo y el lugar para aclarar un par de cositas. Vale que era pasivo, pero tenía derecho a ofenderse.

Namjoon se pasó las manos por la cara con cansancio.

—De acuerdo. O sea que no sabes por qué estás aquí. No has hecho nada que haya podido provocarlo ni nosotros nada para invocarte. ¿Estoy en lo cierto?—Kook asintió.—Perfecto.—el lider se volvió hacia el resto.—Pues estamos jodidos.

Todos los presentes, Kook incluido, asintieron a coro en un silencio solemne. Hoseok miró las caras largas y se obligó a ser el capullo que pronuncia la temida pregunta.

—¿Y ahora que hacemos?

En los ojos del grupo unicamente se hallaba el desconcierto. ¿Qué se supone que iban a hacer? Tenían a un pequeño polizón escapado de su pasado que no tenía claro ni por qué había cruzado las albores del tiempo. ¿Cómo iban a regresarlo?

—Bueno. Podemos pensarlo mas tarde.—Jin se frotó los ojos y habló con lo que esperaba que fuese un tono alagüeño.—Yo tengo hambre. ¿Y vosotros?

Kook sonrió y se bajó de la cama con un entusiasmo renovado.

—Estoy muerto de hambre, aun no he desayunado y anohe no cené.

Jin asintió y con una mano puesta en la espalda del crío, lo guió fuera de la habitación, maravillándose porque el Jungkook que caminaba a su lado volviese a ser mucho mas bajo que él.

Un deseo ✨✨ KookminWhere stories live. Discover now