Un deseo ✨✨ Kookmin

10. El favorito

Yoongi se apresuró para alcanzar a Sejin, aún paralizado bajo el arco que conectaba el recibidor con el comedor.

—¡Sí!—exclamó en un resuello, anclándose al brazo del manager.—Jungkook, efectivamente.

Sejin se volvió hacia él con los ojos abiertos de estupor y el cuello rígido.

—¿Disculpa?

Yoon forzó una sonrisa mientras le arrastraba hacia dentro, llevándole directo hacia donde mini Kook parecía hundirse en su silla.

—Es Jungkook, el primo pequeño de... De Jungkook.—culminó con un carraspeó.

Los ojos de Sejin se iluminaron con alivio. No se estaba volviendo loco, gracias a Dios. Aunque después frunció el ceño, redirigiendo su atención al Jungkook tatuado que él conocía y que parecía estar mas pálido que de costumbre.

—¿Y se llama Jungkook?

Jungkook sonrió, tenso.

—Familia con poca imaginación, ya ves.

—Ah.—Sejin se tomó otro par de segundos para analizar esa tradición extraña antes de sonreir mas relajado y tenderle una mano a Mini Kook que este aceptó, intimidado. Ese era Sejin Hyung. Él respetaba a Sejin Hyung, lo cual le hacía la tarea de mentirle alegremente mucho mas complicada.—Encantado, hijo. ¿Cuando has llegado?

—Ehh...

—Ayer.—Taehyung se lanzó a su rescate, mientras llenaba la boca de mini Kook de huevo frito.—Le han traído un par de días para que esté con su tocayo.

—Que bien.—Sejin sonrió, sentándose.—Y dime Jungkook, ¿No tienes colegio? Aun no es época de vacaciones.

Kook se tensó visiblemente y esta vez no hizo falta que Taehyung le ayudase para llenarse la boca con huevo. Jungkook senior les salió al paso, pasando un brazo por los hombros del chico.

—Es que es muy listo.—improvisó.—Le han dado libre porque... Ha... Superado todos los exámenes.

—Anda que bien.—se maravilló el manager.—Tú primo también es muy inteligente. Será cosa de familia.

Kook se permitió aligerar un poco el ambiente con una sonrisa mordaz.

—Si bueno, yo soy como una versión mejorada de él. Un Jungkook 2.0, podría decirse.—se congratuló, haciendo que Jungkook le apretara el hombro con saña y Sejin riese a carcajada limpia.

—Bueno, bueno.—dijo.—Parece que tenemos aquí al futuro de la compañía. ¿Quieres ser Idol como tu primo? Con su pinta y tus neuronas de más, podrías volverte un icono.

Kook abrió la boca para responder pero Jungkook lo acalló, apretando el músculo entre el cuello y el hombro que hizo a Kook encogerse y lanzar un quejido silencioso.

—Con uno en la familia es suficiente.

Sejin se dio por enterado y con una palmada a sus muslos, se levantó.

—Bien, pues en marcha entonces. ¿Nos acompañas, no?—preguntó al mas joven.—Te haré un tour por el edificio mientras ellos trabajan.

—¡No!—Sejin se asustó ante la negativa general. Namjoon sonrió queriendo quitarle hierro a la situación.—Es mejor que el chaval se quede en casa tranquilo. Tiene con que entretenerse.

—¿Pero como se va a quedar aquí solo, hombre?—Sejin parecía escandalizado.—Que se venga. Eh, chaval. ¿Vas a prender fuego al edificio?

Kook negó con solemnidad.

—No, señor.

—Estupendo. ¿Lo veis? No va a liar ninguna. 

Mini Kook les sonrió a todos con sorna y no les quedó de otra que aceptar la derrota. Sejin se pasó todo el camino hablando con Mini Kook, al que había decidido apodar Jeon Junior para evitar confusiones.