12. Palabra de Jeon

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Jimin suspiró en el pelo de Mini Kook por décima vez desde que el crío lo llamase a voz en grito y se adhiriese a él como un pulpo.

El rubio lanzó una mirada de auxilio a Jungkook, cruzado de brazos en la sala donde se habían encerrado los tres y este se limitó a encogerse de hombros con cara de circunstancias.

Menuda ayuda, pensó el rubio, apretujando al niño entre sus brazos.

—Kook.—dijo, intentando separarlo de su cuerpo pero encontrando un muro infranqueable de resistencia.—Vamos, Kook. Relájate.

Mini Kook se apretó más contra él y su voz, amortiguada por la camiseta de Jimin, sonó bajita.

—Lo he perdido. Seguro que vuelvo y ya no me quiere.

Jimin lanzó una mirada homicida a Jungkook quien apartó convenientemente los ojos.

Entre dientes, el rubio le acusó.

—¿Por qué has tenido que hablar de eso con él? ¿Ves lo que has hecho?

Jungkook chasqueó la lengua con fastidio.

—Solo quería advertirle.—se defendió. Después, dio un no muy galante puntapié al tobillo de Mini Kook.—Venga chaval, anímate.

—Ahora estaré solo y triste hasta que me haga viejo y me muera.—fue su melancólica respuesta.

Jungkook rodó los ojos mientras Jimin le excavaba un agujero en la frente y arrullaba a Mini Kook.

—Kookie, estás exagerando. Jungkook ya te ha dicho que lo nuestro pasó mas adelante.

—¿Pero y si nuestros mundos no funcionan igual?—se quejó, separando la cara de su pecho para mirarle.—Seguro que ya se ha cansado y no quiere saber nada de mí.

—Kookie…

—La he jodido.—le interrumpió el crío, enterrando su cara lastimera en el pecho de Jimin.

Hacía ya rato que el chico no atendía a razones, centrado exclusivamente en revolcarse en su miseria. Jimin sentía el estómago apretado cada vez que hablaba, compadeciéndose del pobre chiquillo.

Miró a Jungkook, el causante de todo el lío y un surco se dibujó entre sus cejas.

—La que has liado. Eres un insensible.

Jungkook le dedicó una mirada poco amorosa.

—Bueno, alguien tenía que advertirle.

—¿Por qué?—Jimin sonaba irritado.—¿Qué necesidad había de preocuparle con eso?

La mandíbula de Jungkook se trabó y realmente no consiguió detener las palabras.

—Porque esas palabras son las que me hubiese gustado escuchar a mí mientras la cagaba contigo.—escupió. Su voz en calma hacía un curioso contraste con la rabia en sus ojos.—Yo estuve a punto de perderte y siempre he pensado que si pudiera volver atrás  sabiendo lo que sé, habría cambiado millones de cosas.

Jimin sintió como el argumento le atacaba directo al pecho y peleó contra la calidez que pugnaba por abrirse paso a través de su cuerpo.

—Pero al final todo salió bien.—rebatió, pasado un rato.—No era necesario.

—Oh, claro que sí.—señaló a Kook.—¿Qué tal si tiene razón? Igual el sitio del que viene no funciona igual que aquí. Si el tiempo no coincide con lo nuestro…—él te perdería, quiso decir. Pero prefirió callar.

Jimin notó el escalofrío que Mini Kook sufrió pegado a su cuerpo y se obligó a continuar enfadado.

Su cuerpo se sentía moralmente obligado a defender a capa y espada a Jungkook de cualquier daño, era algo intrínseco en él.

Un deseo ✨✨ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora