Extractor de leche

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 Pareja: Leorio e Hisoka

 Au normal

➡ Drabble

No eran un matrimonio, es más, Leorio ni siquiera sabía cómo había sucedido todo

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No eran un matrimonio, es más, Leorio ni siquiera sabía cómo había sucedido todo. Desde hace tiempo vivía ahogándose en una gran confusión, ¿cuándo y cómo pudo relacionarse con un tipo como Hisoka?

Simplemente fue una noche, una que no recuerda; luego de un tiempo vino el hombre a su casa para decirle que estaba gestando un hijo suyo, una noticia que lo impactó por semanas, pero aun así, y como todo adulto responsable, decidió hacerse cargo del Morow y la criatura, que nació meses después: un bebé idéntico a él.

Tal vez no eran casados, pero el Paladiknight vivía junto al pelirrojo desde que se supo de su embarazo, atendiéndolo y dándole el privilegio de ser cuidado por un buen médico. El más bajo sólo sonreía, una sonrisa extraña y poco usual en él, ya que no contenía ni una pizca de perversión o maldad; sólo una mueca gentil.

El azabache nunca fue muy apegado al mayor, el único motivo por el cual vivían bajo el mismo techo era por ese niño, con el cual sí llegó a encariñarse, quizás por haber estado durante el parto y ser el primero en sostenerlo para darse cuenta que, efectivamente, tenía su sangre corriendo por sus venas.

No tuvo que insistir, ni pedir; fue el mismo hombre quien le preguntó por un nombre para el bebé, su primogénito. Esa misma noche, cuando cargaba al recién nacido en sus brazos, pensó en su razón de vida, en el porqué amaba su trabajo y no se arrepentiría nunca de la decisión que tomó; viendo al bebé, sabiendo que sólo podía llamarse...

—Pietro. —Interiormente, Hisoka moría por negarse a ese nombre, pero ver al médico por el cual suspiraba tan feliz lo hizo callar, pretendiendo que el nombre del niño le gustaba para convencer al de negro cabello de su positivo cambio.

—Pietro será —respondió ese día, orgulloso de que su hijo haya salido igual a Leorio, la sonrisa del contrario se agrandó.

Eran una familia aparentemente normal, saliendo los fines de semana para pasear al bebé por el parque y volver a la casa para alimentarlo. El médico había visto que el pelirrojo usaba un extractor de leche por la poca hinchazón de sus pezones para darle un biberón al niño, cosa que le llamaba la atención por la expresión normal del padre al sacar leche de su pecho. Imaginarse a él mismo en una situación así sería... Aterrador, muy aterrador.

Por eso prefería darle privacidad que al Morow poco le importaba, ya que caminaba desnudo por la casa y ante los reclamos del más alto no hacía más que responderle —. Ya me has visto todo el cuerpo antes, ¿qué tiene de malo? —Y al de lentes le parecía tan atrevido, que no le decía nada y se iba de la casa totalmente sonrojado, sin poder sacarse de la mente ese cuerpo de nuevo en forma y esa cintura exageradamente delgada.

Y estando solo, se preguntaba el porqué seguía con alguien que en algún momento lo acosaba a él y a sus amigos, por qué estaba tan lejos de su pueblo natal y con un niño que no tuvo que haber nacido, pero lo hizo y no le traía más que felicidad.

También se preguntaba y reclamaba, muy enojado, cuando en algunas noches de luna llena después de haber alimentado a Pietro, y con el sueño inevitable, terminaba besando los labios del hombre misterioso, por quien tenía un sentimiento de simple gratitud.

También se preguntaba y reclamaba, muy enojado, cuando en algunas noches de luna llena después de haber alimentado a Pietro, y con el sueño inevitable, terminaba besando los labios del hombre misterioso, por quien tenía un sentimiento de simple gr...

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Día veintiséis terminado, mi gusto culposo ya tiene contenido <3

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