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29 de Noviembre de 1941

La madre de Jungkook lloraba, lloraba junto a las otras mujeres; que también, estaban devastadas por la partida de sus hijos.

Pronto un hombre corrió hacia donde se encontraban las familias.

—¡Los niños ¿Dónde están?!— Gritó desesperado.

—El tren acaba de partir.

—No, no ,no.— Agarró su cabello con fuerza y comenzó a llorar.

—¿Qué ocurre señor?— Dijeron muchas mujeres preocupadas por el comportamiento de aquel hombre.

—El, el tren... Lleva a mi hijo, y-yo... Acabo de ver a unos soldado hablar hacerca del tren.

Pronto, el hombre recuerda aquella conversación.

—¿Cómo ves lo de los niños, Emil?— Preguntó y tomó de su tarro de cerveza.

Fue una gran idea del jefe, están haciendo nuestro trabajo más fácil ¿No crees?

JAJAJA tienes razón.

Estúpidas personas, creen que todo es así de fácil, dejando a sus crías ahí.

Los dos comenzaron a reír a carcajadas.

—¡No!— Gritaron las mujeres desesperadas.

—¡Los niños!— Y más, y más gritos llenaron la estación esa tarde.

•••

—No me gustan las gomitas verdes.— Comentó Jungkook.

—¡¿Qué?! Imposible, son las mejores, las que saben diferentes.

—Mmm, no, aún así no me gustan.

Tae y Kook hablaban de todo lo que se les ocurría, ellos estaban felices de haber encontrando a alguien con quién hablar, lo que no sabían era que estaban yendo directo a una trampa.

Los Alemanes iban disfrazados como cualquier pasajero, no traían uniformes, no hablaban, sólo se dedicaban a observar a los niños, y otros se dedicaron a contar a cada uno.

340 en total.

Tae le mostraba una pelota a Jungkook, contó sus aventuras con ella, las veces que la perdió etc.
Cuando un hombre caminó hacia él.

—Linda pelota.— Lo observó de pies a cabeza tratando de sonreír, pero ni siquiera podía fingir.

—Oh, gracias señor.— Sonrió orgulloso por su pelota.

-Mj.- volvió a su posición normal, y siguió caminando viendo a los demás niños. -Estúpido Judío.- Esto último lo dijo para sí mismo.

Unas horas pasaron y el tren hizo una parada para contar bien a los niños.

—¡Bien, todos, arriba!— Gritó el hombre. —Salgan y hagan filas, del más chico al más grande.

Un niño estaba dormido y el hombre lo vió.

—Ey, mocoso.— Agarró al pequeño del cabello. —¡Rápido!— Gritó en alemán.

Jungkook volteó a ver a Tae, ambos estaban asustados.

-Rapido si no quieren un disparo en la cabeza.- Dijo otro hombre que entró al vagón con una pistola.

Los niños gritaron y comenzaron a llorar, pero de a poco iban saliendo, todos los soldados salieron del tren para empezar a ordenar a los niños.

Niños de Guerra | KTH+JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora