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6 de enero de 1952

Luxemburgo

5:00 a.m.

― ¿Qué desayunaremos ahora? ― Preguntó Taehyung mientras se veía al espejo y arreglaba su cabello.

―No lo sé, ¿qué te apetece? ― Jungkook, que seguía acostado en la cama con sus manos sosteniendo su nuca y con los ojos cerrados, cuestionó.

―Podemos hacer waffles si quieres, hace mucho no desayunamos eso. ― Dejó de verse al espejo para ver a Jeon.

―No tenemos para hacer waffles, ¿o sí?

―No, pero eso no es problema, podemos ir a comprar las cosas. ― Kim sonrió al ver que Jungkook ni siquiera quería abrir los ojos.

―Sí... sólo deja... me despierto, ¿sí? ― Sacó una de sus manos de abajo de su cabeza y talló sus ojos, los abrió despacio para encontrarse a Taehyung enfrente de la cama, observándolo con calma, sonrió al verlo con su pijama cuadrada en desorden y su cara hinchada por dormir tanto. ―Ven aquí. ― Dijo Jungkook quitando la cobija de su cuerpo y estirando sus brazos.

El castaño sonrió por la forma en que Jungkook luchaba por dejar sus ojos abiertos, se subió de nuevo a la cama con cuidado, gateando hasta Jeon, que no dejó de estirar los brazos hasta que tuvo al Tae encima de él, lo abrazó por la cintura y Taehyung escondió su cabeza en el cuello de Jungkook, logrando ver sus lindos lunares. Jungkook metió ambas manos en la camisa del castaño, acariciando con delicadeza su espalda, el que recibía las caricias suspiró por el sentimiento de comodidad y seguridad que le provocaban los mimos de Jungkook, Kim se atrevió a levantar la cabeza para quedar frente a frente con el chico de ojos brillantes, este sonrió y besó sus labios, tal cual como el primer beso que se dieron de niños, tan rápido, pero tan significativo, al separarse se volvieron a sonreír y el azabache abrazó a Taehyung, escondiendo ahora él su rostro en el cuello del de pijama cuadrada.

―Te amo Tae. ― Mencionó Jeon, y Tae abrió los ojos en demasía, jamás, jamás se habían dicho tal cosa.

El castaño sonrió y abrazó con un poco más de fuerza a Jungkook. ―Yo también te amo mucho Kookie.

―Mírame, mírame Tae. ― Taehyung sacó su cabeza del cuello de Jeon y lo miró a los ojos, Jungkook tomó la cara del castaño con ambas manos y comenzó a besar su rostro. ―Eres el chico más guapo que he visto en todo el mundo, ¿sabes? ― Juntó su frente con la de Tae y siguió viéndolo a los ojos. ―Sólo puedo verte a ti, entre tantas personas en el mundo sólo puedo concentrarme en ti, ¿qué rayos me hiciste Taehyung?

Se echó a reír por la ternura que le provocaba Jungkook. ―No digas esas cosas Koo, estás delirando, no te has despertado bien. ― Bromeó acariciando su cabello, dejando al descubierto su frente.

― ¿Qué dices? Si estoy más despierto que nunca, mira. ― Abrió sus ojos todo lo que pudo haciendo reír a Taehyung.

Ambos suspiraron cuando terminaron de reír, Taehyung se levantó de encima de Jungkook para sentarse a su lado y seguir acariciando su frente. ―Vamos a hacer el desayuno. ― Sonrió y se levantó de la cama, yendo hacia la parte baja de la casa. Jungkook sonrió como un tonto pasando sus manos por su cara, se removió de la cama rápido y colocó sus zapatos, alcanzando a Taehyung en la cocina.

― ¿Sí tenemos las cosas? ― Preguntó Jungkook mientras se estiraba.

Taehyung observaba el refrigerador con un puchero inconsciente. ―Falta mantequilla, huevo, vainilla, leche y... la harina.

Jungkook comenzó a reír. ―El resumen, falta todo.

―Exacto. ― Kim cerró el refrigerador y metió las manos a sus bolsillos para caminar hasta donde se encontraba Jeon. ―Vamos. ― Movió su cabeza en dirección a la salida, Jungkook lo siguió, tomaron las llaves y abrieron la puerta, salieron de su linda morada, abrieron el zaguán negro y caminaron hasta una de las muchas tiendas de conveniencia del lugar.

Niños de Guerra | KTH+JJKWhere stories live. Discover now