(๑0 5๑)

1.8K 208 102
                                    

01 de Diciembre de 1941

El sol comenzaba a salir iluminando toda la habitación, Jungkook fue el primero en despertarse, emocionado recordando las palabras de su amigo.

"¿Te gustaría jugar mañana?"

Claro que quería jugar, estubo demasiado tiempo en casa y lo único que podía hacer era colorear o escuchar la radio.

Se levantó de su cama y miró por la gran ventana que se encontraba en la habitación y vaya que se veía hermoso, las calles estaban mojadas, con charcos puesto que la noche anterior había llovido, pero ahora el sol salía. Podías observar mucha gente caminando con grandes abrigos, apurados para ir a sus trabajos.

Jungkook sonrió y una idea llegó a su cabeza.

Caminó sigilosamente evitando despertar a los demás que aún seguían soñando.

Subió las pequeñas escaleras de su litera y pudo observar a su amigo, vistiendo una pijama a cuadros negra con blanco, se veían tranquilamente calmado, su respiración pesada y su boca un poco abierta, Kook rió por lo bajo, se acercó un poco y con su dedo índice comenzó a tocar la mejilla de Tae con insistencia.

—Tae, Tae... Vamos a jugar.— Susurró lo suficientemente fuerte para que lo escuchara en castaño.

El pequeño abrió sus ojos poco a poco para adaptarse a la luz y observó quién era la persona que lo había despertado.

Sonrió al ver a su amigo. —¿Qué pasó?— Sobó sus ojos para después sentarse.

Jungkook subió por completo a la cama y se sentó quedando frente a Tae.

—Que vamos a jugar.— Sonrió.

—¡Ah, cierto!— Lo dijo con euforia recordando aquella propuesta de la noche anterior.

Ambos bajaron felices de la cama quedando al final en el frío suelo.

—Bien... ¿Qué querías jugar?— El pelinegro ladeó su cabeza.

— ¿Te gustaría jugar serpientes y escaleras?

— ¡¿Encerio tienes el juego?!— Hace mucho no escuchaba de aquel juego.

—Claro, si no, no estaría preguntando.— Soltó Tae con obviedad, sonando hasta sarcástico.

—Que grosero.— Dijo Jungkook con un puchero.

—Jaja, no es cierto, perdóname... ¿Entonces sí quieres jugar?

— Si, ¿acaso no notaste mi emoción?_ Reprochó sonando igual que Tae hace un momento, aprendía demasiado rápido, sólo lo que le convenía.

El chico sólo sonrió mirando a Kook, viendo cómo lo imitaba.

—De acuerdo.— Tae caminó hasta su maleta y sacó el juego.— Ayúdame a acomodarlo por favor.

El pequeño hizo caso y se sentó en el suelo para poder acomodar el tablero, sacó los dados y las pequeñas fichas circulares.

—¡Pido la verde!— Jungkook gritó para que Tae no se la ganara.

—Ah, no, no, esa es de la suerte.— La ficha verde era la favorita de Tae, no sólo por ser uno de sus colores favoritos, sino que su padre siempre que jugaba con él, el hombre elegía la verde y siempre ganaba.

Niños de Guerra | KTH+JJKWhere stories live. Discover now