"Serás Mía Pequeña"

Capítulo 43: Eres nada para mi

Holi hermosas personas que me leen, espero disfruten el cap y que no les confunda mucho, gracias por la espera y sobre todo por el apoyo.
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Los amo 🫶

POV Connor

Estábamos recostados, luego del ataque de cosquillas y... lo demás, sentía por fin que había conectado con alguien, me sentía tan cómodo, era prácticamente nuestra primera vez, de ella literal y mía, lo considero así porque nunca me había entregado de esa forma.

- ¿Estás bien? - le pregunte girándome un poco, ya que los dos estábamos boca arriba - ¿Cómo te sientes? - volví a preguntar sin obtener respuesta

permaneció en silencio un par de segundos y luego me miro - realmente no se como debería sentirme, digo, no lo imagine así, pero me gustó - volvió a su posición y guardo silencio nuevamente.

No era un momento incomodo, bueno al menos para mi no lo era, pero quería estar seguro de que todo estaba bien y justo en esta parte me doy cuenta de lo enganchado que estoy, yo enserio jamás me había preocupado por eso.

Se enderezo y comenzó a cambiarse, lo único que pude hacer fue seguirla y hacer lo mismo, los dos estábamos en silencio absoluto, entonces decidí volver a hablar 

- dime que todo esta bien, por favor - la tome de ambos brazos y la mire a los ojos 

- si, todo en orden, relájate, ¿quieres? - se alejo guardando el libro en su mochila

- iré a calentar la pizza, ¿vas a querer? - conteste con el mismo tono que ella 

y luego un brillito en sus ojos y una mueca de agrado - si, por favor - su voz volvió a cambiar 

- de acuerdo - sonreí, tome la pizza y me aleje a la cocina, espero que eso sea señal de que todo esta en completo orden 

sentí sus manos rodear mi espalda, me gire y ahí estaba ella 

- todo en orden, guapo - me beso en los labios y la mire confundido pero la seguí, no quería que se pusiera como hace unos minutos - discúlpame ¿si?, tengo hambre - hizo una media sonrisa

reí bajo - está bien, guapa - la imite y saque la pizza del microondas - ¿nos sentamos? - pregunte al ver que no me seguía a la mesa

- sip, ya te sigo - camino y se sentó a mi lado, terminamos la pizza y charlamos un rato más, me gustaba está versión del nuevo yo.

Una última repasada a todos los apuntes y por fin me sentía listo para acabar con las tutorías, ahora que ya es mía, ya no tengo que buscar estrategias para estar con ella .

Camile recibió una llamada y salió para contestar, mientras tanto yo me encargue de limpiar todo para marcharnos, la noche ya estaba cayendo y debía dejarla en su casa.
Volvió a entrar y me indico que ya era hora de irnos, la seguí y nos retiramos del lugar, todo el trayecto fue bastante silencioso, no era para nada incómodo, solo sonaba arctic monkeys de fondo, la noche se aproximaba más y más y a lo lejos se veían los rayos caer, al parecer lloveria más tarde.

Llegamos a su casa y la ayude a entrar, en tan solo una semana le quitarían esa fastidiosa férula y podría caminar nuevamente.

Se despidió de mi con un tierno beso en los labios, era difícil acostumbrarse a eso, nunca me había despedido de nadie así, ella era mi primera vez en muchos aspectos.

— te veo mañana — le dije mientras me alejaba — yo paso por ti para ir al instituto

Asintió con la cabeza, se adentro en su casa cerrando la puerta detrás de ella

Suspiré y sonreí como estúpido, por fin, Connor Williams enamorado.

Al entrar a mi auto nuevamente me di cuenta de que era hora de volver a mi realidad, pasar la tarde con Camile me ayudó bastante, logre olvidar por un momento el lío que se está formando, pero tristemente debo hacer algo y no quedarme de brazos cruzados ante está situación.
Tome mi teléfono y llame a Louren

*Llamada telefónica*

Mi niño! Que bueno que me hablas, no sabes lo feliz que me hace escucharte - hablo con voz entrecortada

Necesito que nos veamos - hablé con tono amargo

Por supuesto que sí, cuando y donde tú quieras

Te veo en 20 minutos en el café junto a la gasolinera

Claro que sí, ahí te veo mi amor, te amo - contesto y yo corte la llamada

*Fin de la llamada telefónica*

Me dirigí al café, ya estaba haciendo algo de frío así que entre aunque aún faltaban unos minutos para que llegara.

Pedí un café mientras esperaba.

Mire por el gran ventanal y la vi llegar en uno de esos autos lujosos que tanto le gustaban, estaba nervioso por como manejaría la situación

Llegó hasta la mesa y se sentó justo al frente mío

- Y bien, ¿de que es lo que quieres hablar? imagino que tu padre ya hablo contigo sobre la situación.

- si es justo sobre eso - quiero que me expliques porque tuvieron que pasar tantos años para que hablaras, porque volver cuando ya estoy encariñado con Anne y mi padre?

- no quería que llegarás a odiarme - hablo triste - siempre quise que me aceptarás cómo tu madre, y si te decía que Daniel era tu verdadero padre, perdería todos los puntos a mi favor, yo sé que falle como madre, pero estoy más que dispuesta a reparar el daño

- Bueno, realmente no estoy interesado en eso, lo único que quiero es que nos dejes en paz, mi papá y yo nunca estuvimos mejor, el encontró una buena mujer, ella si me quiere como a un hijo y sé que no me abandonará, solo te cité para decirte que te perdono, pero no puedo fingir que nunca te fuiste con otro hombre y otro hijo, quiero que sepas que no te necesito y que si de verdad dices amarme tanto, alejate y déjame vivir, no intentes separarme de mi verdadera familia o tendré que ver cómo solucionarlo.
No te odio pero tampoco te amo, realmente eres nada para mi, a partir de hoy, no quiero volver a saber de ti, de Daniel o de Jason, lo cual no será difícil, en un mes me graduo y me largaré de esta ciudad, solo espero que dejes de insistir y de molestar.

Me levanté, saque un billete para pagar la cuenta - ten una buena vida, hasta nunca - me despedí sintiendo un gran alivio, ella se quedó estupefacta sin saber que decir, subí al auto y desde ahí ví como comenzó a llorar, unas personas se acercaron a ver si se encontraba bien, ella giro su cabeza y me vio por última vez, deje que se grabará bien esa última mirada, porque jamás volvería a verla, deseaba tanto de corazón que al menos por un segundo ella sintiera el mismo dolor que yo, un niño que encontró a su madre con otro hombre.