"Serás Mía Pequeña"

Capitulo 26: Me gusta hacer esto.

CONNOR:

Y ahora nos encontrábamos de nuevo atrapados, yo frente a Camile y un gran estante detrás de mi que impedía que saliéramos de ahí, había pasado mas de una hora desde que nos quedamos encerrados y hasta entonces nadie ha venido a buscarnos, al parecer pasaríamos todo el día en "la bodega"

- Y... ¿Que harás hoy? Pregunte después de muchos minutos de silencio.

Camile rodó los ojos. - si salimos de aquí HOY, no saldré contigo.

-  Espero no salir de aquí. Dije en un susurro.

- No porque tu quieras quedarte aquí el resto del día quiere decir que yo también. Contesto enfadada.

- Oye, ¿que es lo que te pasa? trato de ser amable contigo, y tu solo me tratas mal.

- ¿Connor amable? Si, ya lo creo. Hablo con sarcasmo.

- Si Camile, soy amable, aun que pareces no notarlo mucho.

- Es difícil notar lo "amable" en una persona que nunca lo fue.

- ¿Que te parece si empezamos de nuevo?

- No Connor, no quiero empezar de nuevo, solo quiero salir de aquí. Hablo con tono amargo, como si quisiese hacerme saber que me detesta.

-  Bien, entonces solo habla conmigo, así el tiempo se pasara mas rápido.

Suspiro cerrando los ojos dramáticamente como si estuviera a punto de estallar.
- solo deja de hablar. Dijo abriendo los ojos para encontrarme mas cerca, apuesto a que no se resistirá a otro beso.

- No creo poder cerrarla. Dije con voz provocadora viendo sus carnosos labios y luego volviendo a sus ojos.

Parpadeo un par de veces y se pego mas a la pared, no tenía escapatoria.

- Solo aléjate. Dijo poniendo sus manos sobre mi pecho tratando de empujarme, pero lo cierto es que era demasiado pequeña para mi.

Y luego uní nuestros labios, al principio golpeaba mi pecho con fuerza, pero conforme seguí besándola, su fuerza se debilitó y termino siguiendo el beso, tome sus mejilla entre mis manos y me di cuenta de que estaban tibias, me acerque mas y note su corazón latir muy fuerte, al parecer estaba nerviosa.
Termino el beso y mordí su labio inferior, había durado tanto que su boca estaba un poco roja, al terminar, ambos abrimos los ojos y al ver que no dijo nada, volví a besarla, la verdad me gustaba hacerlo, y no besarla a ella, sino, besar chicas.

Ella no se resistía, parece que le gusta, eso es bueno, iba por un tercer beso cuando alguien abrió la puerta.

- ¡Joder! que desastre. Hablo la amiga de Camile riendo casi a carcajadas.

- Vaya, por fin alguien me rescata. Hablo un tanto aliviada, aun que se notaba en el tono de su voz, que le hubiese gustado quedarse un rato más.

- Si, por fin.

- ¿Que hacen los dos aquí? Pregunto lanzando una mirada pervertida a Camile.

- Nos sacaron de clase y teníamos que ordenar los libros y limpiar los estantes. Hablo lo mas rápido que pudo.

- Si claro...

- Solo sácame de aquí.

- ¡Sacanos! Replique al oírla.

- Necesito traer a alguien, yo no puedo sola.

- Esta bien, pero no te tardes. Suplico Camile.

Y de nuevo nos quedamos solos, ninguno de los dos dijo una palabra hasta que Violetta volvió a aparecer.

- Fue lo único que encontré. Se disculpo señalando a Mike.

- ¡Oye! Dijo indignado.

- Lo siento, creí que no escucharías.

Ambos empezaron a levantar el estante y por fin eramos libres.
Camile toco sus labios con las yemas de los dedos y al darse cuenta de que la veía, las bajo rápidamente y se sonrojó, yo solo sonreí poniéndola aun más nerviosa.

Tomo sus muletas, y sin despedirse, salio con su amiga.

- De nada. Dijo Mike después de un rato.

- Si, gracias.

- Oye, entiendo que estés enojado, así que prometo no exigirte nada, bueno, al menos hasta que Camile sea tuya, si es que lo logras.

- Oye, lo lograre, y también conseguiré tu chaqueta. Finalice con tono burlesco saliendo del lugar.

Faltaban 15 minutos para la siguiente clase, esta me tocaba en el piso de arriba, y mientras iba subiendo, vi a Camile entrar a un salón de los de abajo y su amiga también subió.

Entre a clase de matemáticas y me senté en uno de los asientos de enfrente, lo cual, es muy raro.

La profesora comenzó a dar la clase, y esta vez puse atención, ¿que me sucede?

Creo que el secreto para que la clase se pase rápido, es poner atención, pues en un rato, o al menos así me pareció a mi, la clase había terminado, guarde mi cuaderno y mi libro en la mochila y salí rápido, pues había llegado la hora del almuerzo y quería ir por Camile.