"Serás Mía Pequeña"

Capitulo 11: ¡Al fin sola!

Después de desayunar con Violetta y de contestar el interrogatorio que nos hicieron sus padres, finalmente su hermano me llevo a casa, cuando llegue mi abuela estaba dormida, así que subí a mi habitación, abrí el ordenador y me puse a ver la conversación con Connor, sonreí al ver el apodo que me puso, era tonto, pero me gustaba.

Mi corazón se detuvo cuando vi que llego un mensaje suyo, claro que no lo abrí al instante, luego se daría cuenta de que me importa.
Espere unos segundos... si, se que es poco pero no aguantaba mas.

Connor:
Hey "Pequeña Torpe" aun  no se me olvida lo que me hiciste, vas a pagarlo.

Yo:
Pues no te tengo miedo, y no me digas pequeña torpe, en primer lugar no soy tan pequeña, y en segundo no soy torpe, tu lo eres.

Sonreí cuando envíe el mensaje, no me imaginaba a mi, Camile Adams platicando con Connor Williams, es algo raro.

Nuevo mensaje.

Connor:
Dos cosas, numero uno: yo te digo como quiera y numero dos: deberías temerme.

Yo:
Adiós, tengo cosas mas importantes que hacer que estar hablando con un idiota arrogante.

Connor:
¿Eso piensas de mi?

Yo:
No es lo que pienso, es lo que eres.

Connor:
Oh, me haz hecho sentir mal "sarcasmo"

Yo:
Me da igual como te sientas.

Connor:
¿Estas segura?

Fin de la conversación.

¿A que se refería? ¿Piensa que me importa? Oh por dios, ¿y si sospecha? Las preguntas invadieron mi mente, no creo que sospeche, lo único que he hecho es tratarlo mal.

- ¡Camile! Grito mi abuela, haciendo que me sobresaltara.

- ¡Ya voy! Grite alto para que me escuchara. - ¿que pasa? Pregunte entrando a la cocina.

- Oh, solo quería decirte que iré a hacer las compras ¿quieres venir?

- Oh, no abuela, pero...¿te puedo pedir algo?

- Si claro, ¿que quieres?

- Galletas. Dije con una sonrisa en el rostro y  dándole algo de dinero.

- Esta bien, nos vemos al rato. Se despidió saliendo de casa.

- ¡Al fin sola! Dije en voz alta, era bueno tener a mi abuela, ella me trataba muy bien, y me consentía, pero había veces que solo me regañaba, por eso necesito descansar un poco.

CONNOR:

Mi padre y Anne aun no regresaban del viaje, me encontraba solo en casa, así que llame a Mike para que me hiciese compañía.

Sonó el timbre.

- ¡Adelante esta abierto! Grite desde la sala.

- Traje alguna que otra  botana y cervezas. dijo Mike dándome una bolsa.

- ¡Perfecto! Dije tomando una cerveza.

Estábamos viendo un partido de fútbol hasta que Mike lo interrumpió, según el tenia que ir a baño, así que me quede viéndolo yo solo.

- ¡Ya llegue! Grito detrás de mi logrando asustarme.

- Idiota. Lo regañe.

Mike se volvió a sentar en su lugar y terminamos de ver el partido, después de que se acabo empezamos a platicar de todas las chicas con las que hemos salido, estábamos llorando de risa al recordar viejos tiempos, cuando hacíamos tontas apuestas sobre conseguir chicas, era divertido, hasta que se daban cuenta de que solo era un juego.

- Apuesto a que no consigues a Camile. Hablo Mike de pronto.

- ¿A Camile? ¿la torpe chica que me tiro el café encima? Pregunte incrédulo.

- Si, esa misma.

- Oh no, eso jamas.

- ¿Porque? Es una chica ¿no?

- Bueno si, pero...-me calle.

- Pero... ¿que? No me digas que Connor Williams ya no puede conseguir la chica que quiere. Hablo Mike divertido.

- Claro que puedo, y lo haré.

- Entonces...¿trato hecho? Pregunto levantando su mano.

- Trato hecho. Asegure estrechando su mano.

- ¡Aguarda! ¿si no lo logras? ¿que ganare? Pregunto alzando una ceja.

- No lo se, ¿que quieres?

- Quiero a esa tal Melissa.

- Okay, y si lo hago ¿que hay para mi?

- Que te parece si logro que Meghan vuelva contigo. Dijo haciendo una mueca de asco.

- Perfecto, ¿cuanto tiempo tengo?

- Hasta la graduación.

- Ese tiempo es mas que suficiente.

- Esta bien, espero que no lo logres.

- Oh, lo haré, lo que me propongo lo hago.

- Pues si, solo que esa tal Camile es una chica complicada, no lo harás tan fácilmente.

- Bueno, pero lo haré, eso es lo que importa ¿no?

- Si, pero no olvides la regla número uno.

Lo mire confuso.

- No te puedes enamorar. Refresco mi memoria.

- Oh eso, no te preocupes, nunca.

- Ya lo veremos.

Frunci el ceño. - Jamas me he enamorado, y jamas lo haré.

- No estés tan seguro, suele pasar.

- No me pasara. Asegure.