Capítulo 2

170 23 2
                                    

-Creo que te pasaste un poco al decirle incompetente.

-No me jodas, Chris, tú sabes perfectamente que se lo merecía. -Erick se dejó caer en su magnífica silla giratoria, la reunión había acabado hace algunos minutos y su ánimo no era precisamente el mejor.

-Si pero estaban todos ahí, como quiera que sea es un inversionista, Erick y tienes que ser cauteloso si no quieres que te de la espalda.

-¿Tú estás jodiendo? Tienes que estar jodiendo. ¿Acaso olvidas quién es el dueño? Yo lo soy y no tengo por que permitir que venga un idiota cualquiera a intentar darme órdenes.

-Erick...

-Erick nada, sabes que tengo razón, la jodida empresa es mía.

-Se que es tuya pero estás exagerando, no puedes simplemente perder los papeles y ponerte a humillar a otra persona en plena junta. -Chris, además de ser su mejor amigo, era su mano derecha en la empresa, era sin dudas quien mejor se desenvolvía en cada área y es por eso que el ojiverde le permitía tomarse ciertas atribuciones sin embargo ahora no era el momento para soportar sus estupideces.

-Vuelves a decir que estoy exagerando y voy a hacer que pases unas vacaciones bastante largas, Christopher, se supone que estás de mi lado.

-Siempre estoy de tu lado, amigo, por eso intento que entiendas que tu forma de actuar no es la correcta. Se que tienes razón, que las ideas que dió no son buenas y también se que es arrogante y bastante antipático pero si pierdes los papeles delante de todos, no estarías dando un buen ejemplo.

-No me importa, aquí el único que tiene derecho a decidir, soy yo y si no les gusta se pueden ir a la mierda, es mi empresa y yo decido como manejarla, la única razón por la que siguen siendo inversionistas, es porque eran amigos de mi padre pero...

El ojiverde no pudo continuar, no importa cuantos años hubiesen pasado, hablar de sus padres siempre sería doloroso. Era solo un chico de veintiún años cuando los perdió, un chico muy diferente a lo que ahora era, un chico con sueños y metas, un chico que tuvo que hacerse cargo de la empresa que en aquel momento estaba recién comenzando. Estuvo a punto de rendirse, no porque no fuera capaz de hacer crecer el negocio sino porque el dolor lo consumía a diario, la tristeza y la falta de deseos de vivir predominaron durante largos meses. Fue muy difícil y solo Chris y Esperanza saben la verdad, lo mucho que le costó salir adelante en ese mundo, lo complicado que había sido entender que definitivamente sus padres no volverían pero eso fue lo que lo puso hoy aquí, eso fue lo que le permitió crecer en la industria y llevar el nombre de su empresa a lo más alto, solo así podía sentirse un poco tranquilo, tranquilo de pensar que sus papás estaban orgullosos de él donde quiera que estuvieran, al menos de esa parte.

-¿Por qué no vas a casa? De todas maneras ya van a dar las cuatro y lo que tenías que hacer, está hecho. -Su mejor amigo no era tonto, sabía que aunque no hubiese sido intencional y solo estuviera tratando de enseñar a Erick a practicar la paciencia, lo había dañado, así que prefirió relajar un poco el ambiente.

-No vuelvas irme en contra, Christopher, eres mi único amigo y se que no dices las cosas por mal pero la última palabra es mía y si yo digo que ese idiota es un incompetente y quiero que la junta de inversores lo escuche, lo voy a hacer.

El castaño suspiró para aliviar la tensión de su cuerpo pero no dijo nada, sabía que no era buena idea provocar un estallido en el chico, a fin de cuentas , lo que menos quería era hacerlo sentir incómodo, así que solo esperó que abandonara su despacho para después dirigirse él a sus propias funciones, ya cuando a Erick se le pasara el enojo, volverían a ser los mejores amigos. Por su parte, el ojiverde se marchó, se sentía asfixiado dentro de esas cuatro paredes, el día estaba saliendo tan mal como imaginó y su ánimo no era para nada bueno. Se subió a su Audi R8 cuando llegó al estacionamiento y resopló frustrado antes de acelerar, definitivamente...

Next to you II Joerick Where stories live. Discover now