two.

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el regreso a casa fue una locura, apenas visualizó a alguien de su tribu le hizo ayudarle con el alce que llevaba arrastrando mientras trataba de guiar al alfa extranjero a donde zayn estuviera.

—¿qué mierda, louis? ¿donde estabas? son casi las seis de la tarde y el grupo de caza llegó a las cuatro treinta. — zayn estaba en su cabaña, sentado frente a su escritorio del piso de abajo y dándole la espalda a louis pero sabía que podía olerlo.

—tengo un pequeño problema.

zayn giró en su silla, cerró su laptop y se sorprendió al ver el lobo que arrastraba louis. abrió y cerró la boca un par de veces pero nada salió de sus labios, simplemente frunció el ceño para hacerle saber al omega que más que confundido se encontraba extrañamente contrariado de que llevara a su casa un alfa, al parecer extranjero y herido.

—¿qué pasó? ¿quien es? ¿te hizo daño?

el alfa de zayn gruñó alerta ante el intruso pero la parte humana le hizo revisar al omega que no parecía dañado, más bien algo turbado.

—¿seguro que no te hizo nada? huele al norte, esos son salvajes, míralo en su forma de lobo y ni siquiera trae algo consigo ¿podría ser un forastero?

louis no dijo nada, dejó que zayn llevara al lobo a la habitación de invitados y lo escuchó llamar al médico de la tribu para que lo revisara así como también lo escuchó llamar a liam para que revisara los alrededores y mandara una pequeña guardia a la cabaña de louis y la propia aunque sabía que esa noche prefería mantenerse al lado del omega aunque no quisiese.

louis tomó asiento en el mullido sofá que se había convertido en uno de sus lugares favoritos para descansar de esa casa, muy probablemente ahí pasaría mucho tiempo una vez la unión estuviera hecha del todo y se encontrara encinta ¿cuánto faltaría? ¿unos seis meses? louis no quería pensar aún en eso, no se podía imaginar a sí mismo.

—el médico viene de camino ¿necesitas algo? — zayn apareció bajando las escaleras, guapo, brillante y con su característico aroma a pino fresco. — puedes tomar algo de mi armario para que estés más cómodo, oí que trajiste un alce así que habrá una gran cena esta noche. pediré que la traigan ¿tienes hambre?

louis negó aunque sí tenía algo de hambre.

—¿qué pasa, lou? puedes contarme lo que sea.

—ese alfa. — zayn asintió despacio, haciéndole saber a louis que lo escuchaba. — no sé, él dijo... me llamó... — el omega soltó aire, miró hacia la chimenea de la casa. — dijo que me había encontrado.

claro que louis omitió la parte más importante de las palabras del alfa extranjero porque sabía lo que podía causar y significar.

"mi omega."

eso no dejó a zayn tranquilo, al contrario, lo puso más alerta.

louis era el omega de la tribu, el omega que debía dar descendencia y paz a su gente, por supuesto que corría peligro, si algún alfa lo obligaba a formar un lazo la tribu se vería obligada a formar alianzas y cerrar tratos por simple moral y respeto a la diosa luna. un lazo no podía romperse aunque fuera un lazo formado con violencia.

—llamaré a liam, lo necesito aquí. — louis asintió en silencio y dejó ir a quien sería su alfa al patio trasero de la que sería su casa en un par de meses. suspiró.

en realidad louis sabía que esa unión no era hecha desde el amor, louis adoraba a zayn, era su mejor amigo pero no lo amaba, jamás logró enamorarse de él ni un poquito y por lo que sabía y había visto, zayn tampoco estaba enamorado de él pero no le dolía, estaba bien; tenían ese acuerdo silencioso donde prometieron unirse y dar felicidad a la tribu. estaba bien si era por su gente, además, louis se divertía con zayn, no sería un matrimonio aburrido.

subió las escaleras en silencio, ese silencio que sólo los mejores cazadores poseían, silencio que ni siquiera un alfa como zayn detectaba y es que louis quería ver a ese forastero otra vez por alguna razón que desconocía, tal vez sólo era curiosidad.

primero pensó que debía cambiar su ropa porque estaba sudado y pegajoso, no tomaría un baño porque realmente era un flojo pero al menos cambiaría su ropa a alguna holgada que tuviera zayn por ahí. optó por lo de siempre, una camiseta de esas bandas que le gustaban a ambos y un pantalón suelto de una marca que había visto en las ciudades grandes.

salió de la habitación más cómodo, aún en un silencio sepulcral para poder escabullirse hasta donde se encontraba el alfa con aromas salados, dicho aroma lo recibió apenas llegó a la puerta e inconscientemente aspiró con profundidad, su omega despertando otra vez como un loco.

—cálmate, sólo es un estúpido alfa.

louis siempre hablaba con su lobo en voz alta, normalmente lo reprendía por ser tan... impulsivo. le obligaba a hacer cosas raras como actuar caprichoso y llorar por tonterías y no quería hablar de sus celos.

apretó un puño sobre su pecho mientras la otra mano se encargaba de abrir la puerta, el aroma pesado del alfa le golpeó la nariz pero no le resultó molesto, más bien un tanto relajante o tal vez era que ahora el lobo era un ser humano cualquiera, louis supuso que cambió al notar que estaba en un lugar cerrado y fuera de peligro. tomó aire por la nariz.

el vinagre y el sudor mezclándose con otro aroma más dulce, tal vez cedro o incluso miel, tal vez era cacao o café, incluso canela. lo sintió en la boca y se lamió los labios.

se adentró a la habitación un poco más y se quedó quieto cuando estuvo a un lado de la cama, el alfa lucía tranquilo con los ojos cerrados; su cabello
rizado color chocolate caía por su frente sudorosa haciendo lucir su piel tostada muy brillante. el lobo de louis volviéndose loco mientras más lo miraba. la boca de louis salivando sin permiso. louis mismo admirando el enorme cuerpo desnudo de ese hombre desconocido que por alguna razón sentía que conocía de algún lado.

—mi omega.

dicho omega saltó del susto, ahogó un grito y el alfa le sonrió desde su posición boca abajo. louis pudo ver sus ojos verdes de nuevo. jadeó.

MY OMEGA.Where stories live. Discover now