four.

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harry despertó debido a un sonido agudo proveniente de algún lugar de la sala, se removió gruñendo porque ese chillido no lo dejaba disfrutar de la mullida almohada con aroma a granada dulce, no lo dejó hundirse un poco más en esas mantas tan cómodas y calentitas que le había proporcionado su lindo omega en su linda casa.

dicho omega parecía haber despertado porque le escuchó hablar solo a los gritos, harry se alertó. ya no iba a dormir un minuto más.

se desperezó mientras con todo el dolor de su corazón se deshacía del nido de mantas que había creado inconscientemente, peinó su cabello rizado con los dedos sin conseguir realmente acomodarlo y salió a tropezones de la habitación; la casa era de un solo piso por lo que localizó fácilmente a louis frente a lo que parecía un horno moderno porque no parecía funcionar con leña o carbón.

—estoy bien, no sé por qué te molestas tanto, te dejé a solas con lili ¿la pasaron bien? — louis rió de forma traviesa, el alfa de harry sintiendo una satisfacción nueva al escucharlo.

se escucharon maldiciones provenientes de la cajita metálica que tenía louis pegada a la oreja, harry no sabía si eso podía explotar.

—¡cállate! — volvió a carcajear louis. — le diré a tu madre que su hijo conoce vocabulario no adecuo para el futuro rey de la tribu. — hizo una pausa y harry otra vez escuchó murmullos de la cajita. — lo sé... pero como sea necesito tu ayuda con mi padre para hablar sobre harry. — otra pausa acompañada de murmullos. — viene de zakhbayan, eso es- realmente asusta esa tribu.

louis olisqueó la sal en el aire y bajó la voz.

—ven a mi casa después de que hayas hecho tu ronda extraña con lili y por favor cubran bien su aroma, la semana pasada tuve que dejar salir muchísimo el mío y me agotó ¡te adoro! adiós. — el omega cortó la llamada y se giró hacia el alfa.

—¿qué es eso? — harry señaló su mano.

—¿mi celular? oh, no es tan moderno, deberías de ver el de luke, es el más actual del mercado. — balbuceó. — ¡mi pan!

louis salió disparado hacia su horno, le dejó el teléfono a harry, quien, curioso le dio vueltas en sus enormes manos. era una cosa pequeña, metálica y brillaba mucho, había una pintura de louis o algo así en la parte más brillante de la caja y harry la quiso tomar pero claramente no podía hacerlo.

—¿puedo tenerla? — el omega había rescatado su charola de pan, un poco quemado pero lo podía rescatar. — te ves lindo aquí ¿tienes un gato?

—¿mh? no, ese es el gato de liam. — louis echó aire al pan con un abanico. — te puedo pasar la foto si quieres ¿traes un celular contigo? no te vi con uno.

—¿un qué? — louis elevó las cejas.

—un- un celular, harry. son aparatos con los cuales te comunicas, usas internet y te tomas fotografías para subir a twitter o algo así.

—tenemos teléfonos fijos en zakhbayan... ¿es igual? también hay cámaras pero son más grandes ¿como esto puede tomar un buen dibujo? — harry volvió a girar el teléfono celular en sus manos, casi se cae y louis casi tiene un infarto. — lo siento, es tan pequeño...

—¿un dibujo? dios mío, sí que son rudimentarios. se llaman fotografías, mh, creo que se pueden imprimir pero tendríamos que salir hacia bohuj y son unas dos horas en auto. — harry abrió la boca para decir algo pero no supo cómo. — ¿quieres desayunar? también necesitas un baño, puedes usar el que está al final del pasillo aunque la ropa será un problema, lo solucionaré en su momento. ¡hice pan! vi que te gustó mucho.

harry enmudeció. louis era... dulce.

le sonrió, sintió las mejillas enrojecer pero se cubrió con los largos mechones de su cabello, murmuró un suave "gracias" y se dirigió a la mesada de la cocina para tomar un pan tibio que le supo a gloria.

MY OMEGA.Where stories live. Discover now