thirteen.

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louis no podía moverse esa mañana, bueno, sí podía a pesar de que harry estaba aplastándolo un poco, no quería porque olía bien y porque el sueño estaba apoderándose de su cuerpo cada vez más.

lauren le había mencionado algunos síntomas del embarazo, había mencionado el sueño pero no con especial énfasis, recordaba que el énfasis estaba en las náuseas, mareos y vómitos porque era lo más común entre los omegas, pero, mierda, louis moría del sueño cada vez.

ya había esquivado muchas mañanas de caza, esa semana había saltado tres de siete días. se sentía como una mierda irresponsable. simplemente estaba siendo tan difícil para él sobrellevar el embarazo en secreto, ni siquiera había podido hablar con su alfa, aunque, él parecía saber algo o tal vez su lobo.

harry se había vuelto insistente con su alimentación, cuidaba cada cosa que se llevaba a la boca y sus manos lo tocaban con tanta delicadeza que incluso el sexo se había visto afectado; su alfa lo trataba como un muñequito de porcelana y aunque al principio era lindo, louis comenzó a desesperarse al pasar de los días.

sus hormonas eran otro tema. su omega estaba necesitado de su alfa, era hasta patético lo mucho que solía llamar a harry a la mínima problemática, se ponía a llorar por recibir alguna negación por parte de harry o explotaba cuando encontraba algo fuera de lugar. no se soportaba a sí mismo.

—omega, son más de las nueve. ¿no irás de nuevo?

louis movió un poco su cabeza para poder encarar a harry con un puchero, negó y el alfa simplemente rió con ligereza poco antes de rodear por completo el pequeño cuerpo de louis, sus enormes manos sosteniéndose desde su abdomen bajo. 

su tonto aroma a chocolate se hizo ligeramente salado y el de louis más dulce, como que sus lobos se comunicaban así mientras que sus partes humanas solían mirarse a los ojos para saber qué pasaba.

—¿qué pasa, louis? — el omega desvió la mirada.

—es complicado.

ciertamente era complicado pero no tanto como lo hacía ver louis, en algún momento tendría que decirle a su alfa que tendrían un cachorro pero aun no encontraba el momento indicado para ello, no sabía como abordar el tema sin causar gran revuelo o un rechazo, porque, sí, louis en el fondo tenía miedo de ser rechazado junto a su cachorro.

abrió la boca.

—¿podemos desayunar omelette con jamón? ¿y puedes preparar ese pescado con verduras que tanto te gusta? — harry lo miró con sorpresa pero asintió, muy despacio.

—odias ese pescado.

no había sido una pregunta, louis sabía cuánto lo conocía su alfa porque él lo conocía de la misma manera. se sentía como estar en un matrimonio muy viejo, tan acostumbrado a la presencia de harry que era como si propia sombra. se habían contado absolutamente todo con una normalidad que podría llegar a asustar, sin embargo, se sentía bien para ambos porque funcionaba.

—pero quiero comerlo porque tú lo prepararás. — una excusa muy poco creíble. — es como después del fuego nuevo, tengo antojo.

vio la expresión de harry cambiar un pequeño segundo, no lo habría notado de no conocerlo tan bien, pero ahí estaba, una mueca llena de curiosidad y confusión. louis volvió a abrir la boca pero sintió su garganta cerrarse, impidiéndole hablar.

—te lo traeré a la cama.

y se fue.

louis tuvo largos minutos para pensar, era como que harry sabía que necesitaba ese espacio para controlar sus propios pensamientos que seguían empujándose uno tras otro con pánico y ansiedad. lo odiaba.

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⏰ Last updated: Apr 21 ⏰

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