6.-Marek: ¿Diosa desatada?

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Me despierto con una de las alarmas, pero no por la hora, sino porque los vuelos son más baratos ahora. Programé la alarma ayer, pero no se si es buena idea. ¿Con qué seguridad convenzo a mi padre de que Hera está en Noruega y que es buena idea que vaya yo solo a buscarla? ¿Cómo, de todos modos, ha podido evaporarse así? Cojo el móvil y le devuelvo la llamada primero a Calia, porque en el rango de amigos, ahora mismo ella está la primera. Me lo coge prácticamente al momento, aun a pesar de que son las seis y veinte de la mañana.

—¿Qué haces tan temprano levantada?—Le pregunto y ella se ríe durante un momento.

—No tengo el aspecto que suelo tener sin algo de ayuda, Marek.

—Cierto, cierto. ¿Qué tal el ambiente?

—Raro sin ti y bueno sin ella. —Reconoce y yo me siento en mi cama, mirando por mi ventana. —¿Se sabe algo?—Pregunta tontamente porque si lo supiera yo, ella sería la segunda persona en averiguarlo.

—Nada aun, aunque he recibido una llamada de un número noruego.

—¿Crees que ha vuelto a casa?

—No lo se, la verdad. No sé qué hacer. ¿Y si voy y no hay nada? Además, Noruega es grande, no sé ni por donde empezar a buscar.

—La directora Broz tiene que tener en su fichero la dirección de la casa de Hera.—Sugiere más inteligente de lo que yo hubiera podido hacer nunca. ¿Cómo no he pensado en eso?—¿Quieres que se la pida?—Pregunta y lo pienso.

—¿Qué han dicho que ha pasado?

—Según el profesorado, tu padre os ha sacado a los dos de la escuela de manera momentánea, pero nadie sabe el porque ni que ella es quien es.

—¿Siguen sin saber que es?

—Incluso Jakub guarda el secreto, lo sé, impactante, casi tanto como lo que pasó en la bolera.—Me recuerda poniéndome la piel de gallina. Si hubiera sabido que había una posibilidad así...Probablemente tampoco pudiera haber hecho mucho porque aunque Hera y yo seamos lo mismo, tengo claro que ella es mucho más fuerte que yo y quizás, el espíritu que la habita, mucho más que los dos juntos.—¿Cómo lo llevas?

—Estoy muy preocupado, pero tampoco puedo hacer mucho. Mi padre cree que ella es una amenaza.

—Marek, lo es.

—¿Tú también? Estamos hablando de Hera, que ni siquiera se atreve a cogerme de la mano porque no quiere herirte.—Le recuerdo porque Calia sabe mejor que nadie lo que siente Hera y como intenta lucharlo con todo lo que tiene.—Me parece increíble que escojáis deliberadamente ignorar eso y...

—Marek yo no digo que ella sea mala, pero lo que vi era algo que no he visto nunca.

—Porque no es humana.

—Yo tampoco y eso no es excusa.

—Calia, no es lo mismo. Ella es una diosa.—En cuanto lo digo veo que quizás, ella lo pueda entender mal.

—Ya sé que es una diosa y yo ni una mortal, créeme que me quedó claro.

—No pretendía decirlo en ese aspecto y lo sabes.—Le digo y me pongo de pie para empezar a caminar dentro de mi habitación, nervioso.—Estoy atacado, ¿vale? Mi padre quiere enviar una partida por todo el mundo para encontrarla y si lo hace antes que yo a saber de lo que es capaz. Está intimidado por su poder y su familia.

—Tú también deberías.

—Hera nunca me haría daño.

—Ella no pero lo que sea que tiene dentro no creo que te tenga en tanta estima. Mira, tengo que irme, pero mantenme informada y ten cuidado, ¿vale?

PROYECTO Y-13: ResurrecciónWhere stories live. Discover now