15.-Hera: Menudo secreto

33 5 8
                                    


Soy totalmente consciente de donde estoy y por primera vez en mucho tiempo, me siento feliz de estar en casa. Todavía no quiero sentir remordimientos por esto, no quiero sentirme culpable ni tener vergüenza. Ahora mismo solo quiero continuar estirada bajo las gruesas mantas, notando el brazo de Viggo alrededor de mi cuerpo, manteniéndome cerca con un agarre fuerte constante. Estoy totalmente vestida, pero lo cierto es que no me importaría estar desnuda, porque no hay nada que él no sepa, no hay nada de mi peor que lo que ya ha visto. Lo oigo respirar pausadamente, como si siguiera totalmente dormido y eso me hace sonreír. De alguna manera hemos logrado llevarnos bien y es mejor de lo que hubiera pensado.

—¿Viggo? —susurro para comprobarlo. Gruñe suavemente ensanchando mi sonrisa—. Quería saber si estabas durmiendo.

—Lo estaba.—Me callo y me acurruco un poco más contra su pecho. No sé cuánto nos queda de esto, pero espero que mucho, aunque me haga cobarde por querer huir de todo menos de esto, me da igual.

—¿Viggo?

—¿Hera?

—Me gustas mucho —lo digo como substituto de un te quiero que no me sale, pero espero que sirva. Me besa la parte trasera de la cabeza de manera rápida.

—Yo también pienso que eres mi mejor amiga.—Me giro ligeramente ofendida, porque para nada es lo que quería decir. La luz del día me da en toda la cara, pero aun así, lo miro fijamente. Tiene el pelo despeinado, tapándole el lateral de la cara, la frente y una parte de los ojos. Lo único que veo con claridad es su nariz, recta y perfecta, al igual que una sonrisa demasiado prepotente para la hora que debe ser—. ¿Qué?

—¿Mejor amiga? ¿Es que lo de anoche fue algo de mejores amigos?

—¿Que hubieras preferido que hubiera dicho, chiquilla?

—Pues no sé. Que te gusto.

—Eso ya lo sabes.

—Pues que estás enamorado de mi.

—¿Lo estás tú de mi? —me tira la pregunta en la cara, haciendo que cierre la boca al segundo. Obviamente, era una trampa y he caído de pleno. Muy poca gente tiene mi amor, y no porque yo sea alguien especial ni exigente, sino porque tampoco nadie se ha implicado demasiado en mi. Heidrunn, mi madre y... No sé. Pero esa clase de amor es diferente, es un amor familiar, un amor que creía que era el que sentía por Viggo, pero... He estado engañándome. Siempre me ha gustado, claro, pero no era algo que pudiera simplemente reconocer porque para mi ni tenía sentido. ¿Quién se enamora de una voz en su cabeza? Solo los locos y yo no estoy loca—. Que conste que yo estaba durmiendo muy tranquilito y eres tú quien inicia la mañana con preguntas para las que no estás lista.

—Deja de decir eso, estoy lista para todo. ¿No te quedó claro anoche?

—No.—Se ríe nasalmente y lo noto jugar con mi pelo entre sus dedos. Su brazo pesa a través de mis costillas y mi costado, pero es agradable y desde luego no le quiero lejos.

—Ponme a prueba.

—¿Cómo?

—Dime algo para lo que crees que no estoy preparada y veremos cómo reacciono —le reto porque estoy harta. No soy la misma que el verano pasado, ni la misma que el invierno pasado. De hecho, ni siquiera soy la misma que hace un par de meses, cuando mi madre me mandó a ese internado lleno de gente rara como yo. He aprendido mucho, no solo de mi, sino de cómo la gente me ve y me percibe. He aprendido a no ser tan complaciente, a valerme por mi misma y a ser egoísta con lo que quiero. He madurado. Emite un pequeño sonido que suena a como si estuviera escogiendo las palabras adecuadas.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jul 13, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

PROYECTO Y-13: ResurrecciónWhere stories live. Discover now