Te Necesito (#1) BORRADOR

17. Inquietudes

Ustedes cumplieron, y yo también lo haré, muchas gracias por su comentarios. No olviden dejar su estrellita.

Se les quiere...

Narra Rose

29 de Agosto, 2017.

Acostada aún observo como Amos se viste para ir a la empresa, tengo pensado también levantarme en unos minutos.

—¿Tú y el doctor son amigos desde la primaria? Creo que me lo habías dicho —Amos me dice.

—Sí, desde la primaria. Es como un hermano para mí; además me ha ayudado mucho —digo algo confusa por su pregunta.

Amos sale del sector del armario terminando de abrochar su camisa. Por breves segundos eso me distrae, pero me doy cuenta lo tonta que seguramente me veo.

—Tesoro, quería hablar algo contigo sobre ello. ¿Él nunca se te ha acercado de una forma diferente? —parece muy interesado.

—¿Con forma diferente te refieres a...? —pregunto confusa.

Amos termina de abrocharse el cinturón y queda casi listo.

—Voy a ser directo. El doctor está enamorado de ti, o le gustas.

Abro y cierro la boca sin creer lo que acaba de decir.

—No digas bobadas —río—. Es mi mejor amigo desde pequeños, conozco a ese hombre.

Amos se pasa las manos por el rostro, y me mira con intensidad.

—Sé que le gustas, se le nota en la cara. Quizás tú no te has dado cuenta porque nunca lo has visto de esa forma. Pero estoy seguro que él sí lo está.

Me siento molesta. Harry nunca ha hecho algo para pensar eso.

—No dejaré de ser su amiga, ni de visitarlo porque tu lo quieras; además estoy segura que solo son tonterías tuyas —digo a la defensiva.

Amos me mira asombrado. Por breves segundos no me doy cuenta de mi error.

—Y no te lo he pedido. Si te lo dije fue porque tenía esa inquietud. Se supone que de eso se tratan las relaciones, de decir lo que nos inquieta o nos molesta —su voz es seria e incluso parece enojado.

—Amos...

—Me sorprende que pienses que te pediría algo así —ríe irónico. Toma su saco y se lo pone mientras va por su maletín—. No soy ese tipo de hombre, Rose. No soy nadie para prohibir que hacer o con quién lo debes hacer, pero como cualquier persona también siento celos.

Camina fuera de la habitación probablemente dispuesto a irse a la empresa. Salgo de cama siguiéndole porque no podemos dejar esta conversación así.

—Amos... —Para su caminar, y se gira a verme— No quería decir eso, yo lo lamento —susurro.

—Si lo dijiste es porque querías hacerlo, Rose —su voz, ni su postura cambian.

Ya no es Tesoro, y es mi culpa.

—Yo... no sé que sucedió —digo afligida—. Solo me puso inquieta que pienses eso, es Harry. Me niego...

Amos me mira con intensidad, y su mandíbula se tensa.

—Tú y yo sabemos que esto no es sólo por el doctor, hay otras cosas detrás, y no te juzgo, pero debes pensar, y reflexionar muchas cosas —Mis manos tiemblan e intento tocar su brazo, pero se aparta—. No soy como los otros hombres, y de alguna forma duele que tengas esa visión de mí —su voz sale baja haciendo que mi corazón duela.