40. Alegría

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Denle apoyo, solo queda un capítulo y el epílogo...

Narra Rose

10 de Septiembre, 2018.

Ya hacían cuatro meses desde la muerte de Freya y Arthur.

Han sido los meses más difíciles para la familia, pero también los que nos han vuelto cada vez más fuertes.

Como decía el testamento, Amos se ha hecho cargo de todas las empresas en New York e Italia, no voy mentir diciendo que muchas veces no lo he visto estresado, pero ahora si puedo decir que todo está en orden.

Estos meses han servido para poder ordenar todo y que se tome algunos días libres.

Sobre Ansel, intentamos hablar con él cada semana y poder viajar a verlo, pero realmente estas últimas semanas ha sido imposible. Según los tíos de Amos, él se encuentra bien, hace dos meses volvió al colegio, ya que no le gustaba como todos lo miraban.

Para nadie era un secreto que era él hijo de uno de los más grandes empresarios y eso hacía difícil su estadía en los colegios.

El sonido de la puerta del baño siendo abierta me vuelve a la realidad.

Amos sale de el con el rostro totalmente pálido, mientras se seca las manos con la toalla.

—¿De nuevo? —pregunto preocupada.

Suspira, dejando la toalla en el cesto.

—Sí, creo que iré al doctor. Seguro debe ser algo que me cayó mal —murmura cansado.

Se acerca a la cama y se sube con lentitud, hasta quedar abrazado a mi cintura sobre mí.

Amos llevaba más de dos semanas con vómito, no nos habíamos preocupado hasta ayer, ya que anteriormente sólo le pasaba de vez en cuando, pero ahora era dos o tres vece al día.

Realmente me estaba preocupando.

—¿Igual irás a la empresa? —pregunto. Acaricio su cabello con cariño.

—Debo ir, tesoro, quiero dejar todo listo hoy, para mañana ya tener libre. Necesito descansar —responde.

Claro que lo necesita. Amos a pesar de tener mucho trabajo, casi nunca tiene ojeras, pero estas últimas semanas si me preocupe mucho al verlas en su rostro.

—¿Crees que sea el estrés? —pregunto vacilante.

Levanta su rostro mirándome con una sonrisa. Ya no está tan pálido.

—¿Uno vomita por estrés? —parece totalmente extrañado.

Siento como mis mejillas se sonrojan.

—No lo sé —murmuro bajo. Él deja salir una carcajada, me gusta verlo reír, ya no lo hace tan seguido.

—¿Qué pasa? —pregunta, quizás dándose cuenta que lo miro más de lo normal.

—Me gusta verte así —respondo—, me gusta escucharte reír y ver la felicidad en tu rostro, cariño. —Sigo acariciando su cabello— Lo he extrañado demasiado —lo último lo digo bajo.

Claro que entendía que él ha perdido a sus padres y obviamente no iba andar riendo y saltando feliz, pero eso no quita que extraño al Amos risueño.

Él baja la la cabeza por unos segundos, pero después vuelve a mirarme.

—Yo también lo he extrañado, tesoro —susurra—. Sé que quizás estos meses no he sido la mejor compañía, pero...

Te Necesito (#1) BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora