Te Necesito (#1) BORRADOR

31. Cumpleaños

Antes de que lean el capítulo, solo les pido que no me odien, que yo los amo jsjsj

Narra Rose

09 de Enero, 2018.

Observo como Amos deposita muchas bolsas de dulces en el carrito de compras. Le había dicho que eran demasiadas, pero me dijo que él también las amaba y que igual íbamos a llevarlas.

No pude contra él, ni contra los pedidos de mi hijo.

—Cariño, creo que con las que llevamos es suficiente —murmuro acercándome.

Me mira por unos segundos y después lo hace con el carrito como si fuera un verdadero debate.

—Solo llevaré este y ya. —Toma un chocolate— ¿Qué nos falta?

Reviso la lista en las que tengo anotado todo lo que necesitamos, aunque Amos lleva más de lo que pensé.

—Solo las bebidas —respondo mientras aprovecho de tachar lo que ya llevamos.

—Entonces vamos a la sección. —Toma mi mano mientras también lleva el carro.

Hoy ha sido un día muy movido para ambos, estamos comprando todo para el cumpleaños de Asher, que es en dos día.

Aún no puedo creer que va a cumplir cinco años, el tiempo pasa muy rápido y ya no quiero que siga creciendo.

—Creo que con esas bastan —habla mientras deja bebidas en el carro y yo asiento conforme.

—Igual hay que llevar algunos jugos para Asher, ya sabes que no le gusta la bebida —le recuerdo.

—Si, había pensado llevar unos que estaban más adelante, eran de uva. —Lo miro con los ojos entrecerrados al escucharlo— ¿Qué? Dijiste que son para nuestro hijo —ríe.

Hay veces en las que odiaba ser alérgica a las uvas.

—Pero podemos llevar uno de durazno. —Hago un puchero.

Se acerca hasta quedar frente a mi y darme un beso corto.

—Lo que mi esposa quiera —murmura. Sonrío con ternura.

Al final de cuentas si llevamos más cositas, pero estamos muy feliz por lo que vamos a preparar.

★★★★

11 de Enero, 2018.

Cariño: Vamos en camino, amor. ¿Están listos?

Miro a mi alrededor detallando. Papá y mi hermano están sobre una silla colgando los últimos globos, mamá y Freya seguramente se encuentran en la cocina revisando la comida, Austin, Ansel y Arthur están llevando algunas cosas al jardín trasero y Olivia me observa fijamente.

Le respondo.

Yo: Casi listo, cariño.

Atrapo mi labio inferior con nerviosismo.

Amos se había llevado toda la mañana a Asher para poder entretenerlo y nosotros tener tiempo de decorar la casa y que los invitados llegaran.

Estaban ambas familias, además de la mayoría de sus compañeros del jardín, agradecía enormemente que sus padres los dejaran venir. Habíamos contratado bastante juegos y dinámicas para más tarde.

Solo esperaba que todo saliera bien y que mi hijo amara lo que estamos preparando para él.

Aún me es difícil creer que tiene cinco años, por la mañana entre Amos y yo le habíamos cantado el feliz cumpleaños y también le llevamos el desayuno a la cama. Juro que no quería llorar, pero se me hizo imposible, aún me lo imagino en mis brazos recién nacido.