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Apenas eran las 07:45 A.M y faltaban unos pocos minutos para que empezará nuestra primera clase asique trote para buscar a Eddie.

En los casilleros no estaba, en el comedor tampoco y afuera de la escuela tampoco había rastro del alto chico de cabello riso. Volví a entrar y vi una gran figura en el suelo, afuera de la puerta de nuestro salón estaba Eddie echado en el piso con su chaqueta en la cara y su mochila como almohada, de el salían unos pequeños ronquidos suspirantes.

—Hey, oye— lo golpee despacio con el pie esperando a que me respondiera— Munson, levántate.

Si mano floja alejo su chaqueta de su cara y me miró con los ojos casi cerrados del sueño. Se paró y al verme mejor los abrió en medio segundo.

—Chloe... ¿Cambiaste de estilo? Te ves bien...— me miró de arriba hacia abajo, estaba sorprendido de que no traía ropa de iglesia, sino ropa normal— osea siempre te ves bien pero ahora tienes más estilo... Te ves bonita.

Estaba algo rojo y tapo su cara con su pelo dándome la espalda.

—¿Estudiaste para el examen de química? Es el último examen antes de salir de vacaciones de verano.

—Mierda.... Bueno, Dustin tiene mi cuaderno de química asique no, no pude estudiar.

Sabía que me mentía.

Tomé su mano y lo lleve conmigo a mi casillero, de el saque mi cuaderno y mi libro y se los di en las manos.

—Estudia imbécil.

—Me encanta cuando me insultas.

Dijo sarcásticamente y nos sentamos un rato para estudiar juntos antes de que empezarán las clases. A pesar de que Eddie no es de estudiar mucho, no le va mal. El entiende las cosas en clase y sabe hace algo pero no estudia en casa. Hojeo el cuaderno y intente explicarle lo mejor que pude.

sus manos se cruzaron con las mías y nuestros dedos se entrelazaron sin darse cuenta. Mi corazón me daba golpes pero cuando voltee a verlo solo podía ver detrás a Billy, como si estuviera detrás de él y sus ojos azules estaban llenos de odio despreciandome. Apreté mis ojos con fuerza esperando a que cuando los abriera el ya no estuviera ahí pero no... Su espíritu seguía ahí mirándome. Las luces bajaron la intensidad de su brillo y cuando vuelvo mi mirada a Eddie el no estaba.

¿Tan rápido pudiste cambiarme?

Yo... Yo no...

Se acercó a mi y sus dedos pasearon en mis labios pero seguía tan fría y quieta, no podía ser el.

Cariño... Nadie te dará tanta atención como yo te la pude dar.

—Eres solo parte de mi cabeza, tu ya no existes.

Volví a cerrar mis ojos y sentí un fuerte de calor por todo el cuerpo. Al abrir mis ojos estaba sentada en el suelo frente a Eddie quien me miró extrañado. El ya no estaba ahí, habían muchas personas en el pasillo pero el ya no estaba.

—¿Chloe, estás bien? Estás sudando frío.

Mire a mi alrededor nuevamente asegurándome que lo que había pasado había sido una completa locura. Evite la pregunta de Eddie y volví a mi libro como si nada hubiera pasado.

El aún tomaba mi mano pero cuando notó que yo ya no estaba interesada en coquetear con el solo la soltó y no volvió a dirigirme la palabra. Me levanté con brusquedad y camine muy rápido hacia el baño donde lave mi cara con agua e intente respirar con normalidad, de mis ojos caían grandes lágrimas y sentí una presión fuerte en el pecho.

En la puerta del baño de mujeres apareció una pequeña figura distraída, de lejos escuché que la música que sonaba de sus audífonos estaba alta y se paró al lado mío a lavarse las manos, levanto la mirada y me vio a través del espejo.

—¿Estás bien? —preguntó quitándose los audífonos de las orejas dejando caerlos por su cuello, estaba algo desaliñada y debajo de sus ojos adornaban unas grandes ojeras.

—Si max, estoy bien.

No podía decirle que el fantasma de su hermano fallecido aún me atormentaba, sería frustrante para ella y no quería llevarla conmigo a ese recuerdo pesado que traía Billy.

—O-oye... Se que después de lo que pasó nunca hablamos de nada y lamentó mucho estar evitandote porque las únicas personas cercanas a el éramos nosotras y se que te dolió tanto como a mí y no quiero pensar en el infierno que estás pasando porque yo igual lo pase... Bueno, solo quería decirte que puedes contar conmigo.

—ya no hablas con nadie Max, no sabía si acercarme a ti.

—Es cierto, pero ambas tenemos algo en común ahora asique eres la excepción.

Sacó una toalla para secar sus manos y se marchó del baño. Tiene razón de que compartimos el mismo dolor y que nadie la puede entender tanto como yo ahora mismo pero... No puedo simplemente acercarme a ella a revivir ésto, se me hace y se me hizo difícil.

Salí del baño y Eddie estaba junto a su Club por lo que yo simplemente entre al salon y me senté a esperar a que la clase comenzará. ¿Por qué están difícil sentir algo por alguien después de que ya hay alguien que ocupa ese lugar? No es tan fácil superar a quien amas demasiado y reemplazarlo por otra persona.

Tal vez ese recuerdo de Billy era una señal, la señal de que aún no es momento de volver a amar, de que no debería sacarlo de mi vida aún y Eddie... Eddie no es la persona quien debería ocupar el lugar de Billy, el no es para mí.

Apenas sonó la campana el salón se llenó de mis compañeros de escuela y Eddie se sentó a mi lado, en mi mesa dejo un pequeño regalo, un caramelo de chocolate con un envoltorio rojo y me sonrió un poco forzado. No me dijo nada y volvió a lo suyo, se recosto sobre la mesa y miro hacia el frente antes de cerrar sus ojos y caer en un sueño profundo.

Bad Idea, Eddie Munson✧Where stories live. Discover now