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El silencio se ha instaurado en la sala, nuestras miradas se cruzan y la incomodidad aparece. Es en estos momentos cuando recuerdo todo lo que él hace por mí y todos los enfados que pude haber tenido desaparecen. Así es nuestra relación, tóxica y destructiva desde el primer día. Sin embargo, en el momento que él volvía a mostrar algún tipo de afecto, me aferraba a eso y agradecía tener a alguien a mi lado.

Una pobre estúpida con demasiadas carencias afectivas, y en su caso, un niño rico con la misma necesidad de cariño. Veo como su mano se acerca despacio a mi rostro y con cuidado retira un mechón de pelo colocándolo detrás de la oreja. Cuando vuelve a intentarlo una segunda vez, le sujeto la muñeca a la altura de mis ojos.

—Para...—Susurro. Claid se retira hacia atrás con las manos levemente arriba. Me muevo con brusquedad para apartarle un poco más. Avanzo en dirección al almacén cuando escucho un golpe a mi espalda. Freno en seco y cojo aire antes de seguir, sé que está molesto. Me giro para observar que es lo que sucede, está cogiendo una botella de vodka de la estantería.

—¿Por qué no, Violeta? —Otra vez ese tono de enfado saliendo de su boca. Observo la botella y después le miró a él.

—El alcohol no te dará la respuesta. —Después de eso me encierro en la otra habitación, me dejo caer en el suelo y suelto todo el aire de golpe. Aquel que se quedó acumulado por el sofoco del momento. No es que no pueda ver el atractivo de Claid, o los buenos momentos que hemos podido pasar.

Es mucho más complicado que eso, nuestra relación de trabajo sería la primera, el dinero sería la siguiente. Él es demasiado posesivo y esa sería otra cosa negativa que me echa para atrás. Y luego está Tara, que aunque ella continúe con el idiota de su novio, algo queda entre nosotras. Eso al rubio le repatea.

El único acercamiento que hemos tenido, fue antes de tener el negocio. Cuando aún iba a la universidad y era mucho más agradable que ahora. Estoy distraída mientras bajo las botellas de la parte de arriba, no veo cuando una de ellas me caen golpeando mi frente. Aturdida frotó la zona intentando mimetizar el dolor.

"Escucho risas, la música está alta y las luces me ciegan los ojos. Alguien sujeta mi mano y me arrastra entre la gente del lugar.

Cuando me quiero dar cuenta nos encontramos en el exterior, no me da tiempo a reaccionar cuando se lanza sobre mí. Sus labios son suaves, el beso es ansioso, pero delicado y su olor es dulce y eso me gusta. La separó para poder ver quién es, de repente la sorpresa aumenta cuando su cabello rubio y sus ojos azules son lo primero que me encuentro. El rostro que tengo ante mí es conocido, y más aún el lunar que reposa sobre su labio superior. ¿Tara? No podía ser cierto.

—¿Qué te ocurre Hugo?—Ella me llama por aquel nombre, ese que no deja de aparecer en todos lados. De nuevo se acerca a mí para continuar besándome..."

Sujeto mi frente, me duele demasiado la cabeza y cuando parpadeo un par de veces me doy cuenta de que vuelvo a estar en el almacén. La botella está en el suelo, rota. Me maldigo al agacharme para recoger los trozos del suelo, un ruido a mi espalda llama mi atención.

—¿Qué ocurre?— Al darme la vuelta veo a Jazmín de pie frente a mí. Su cara de horror me llama la atención.

—Tienes sangre en la cabeza. —Señala con una mano mientras que con la otra se tapa la boca. Me quedo mirando como se pone a mi altura, no puedo evitar llevarme la mano al lugar y ver la sangre en mis dedos.

—No es nada... —Susurro. —Vamos a urgencias, eso tienen que verlo. —Sale al exterior antes de que yo me pueda enderezar. Me tambaleo un par de veces antes de caer sobre el líquido esparcido por el cuerpo. La oscuridad me rodea, el cansancio me vence y el peso de mi cuerpo hace el resto.

PROYECTO MENTE 🧠 [BORRADOR][+21]Where stories live. Discover now