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Claiden

Quién me iba a decir que echaría de menos España. Sobre todo, la comida, no llevo en los Ángeles ni veinticuatro horas y estoy agotado. Y si digo que no extraño a Violeta sería mentira. De camino a la oficina que me han adjudicado, para conocer al personal y el trabajo, he dejado a un lado mi viejo teléfono. A penas he visto el loft, grande, solitario, frío y más de lo que realmente necesito. Había olvidado que las cosas aquí son mucho más ostentosas que a lo que estoy acostumbrado. Todo ello sumado al ir al trabajo en el coche de empresa, con chofer. 

Tantos años al lado de Olet, me habían cambiado demasiado. Ya que este alto nivel de vida, siempre fue el habitual desde que tengo uso de razón. He estado tentado, a llamar a la castaña, ansió escuchar su voz. Pero eso no ayudaría para despejar mi mente. Ya no queda nada para llegar ante el edificio de la empresa, Empire Pharmaceutical Moore. Puedo leer las enormes letras de tono dorado en la cabecera del edificio, las cristaleras opacas y las grandes puertas giratorias. 

—Señor Moore, hemos llegado. —El acento cerrado de mi chofer, me sugiere que puede ser de Texas, no estoy muy seguro. Tener la mente entre ambos países, me mantiene aun pensando en los dos idiomas. Al bajarme de la limusina, avanzo con paso firme hasta la entrada principal, donde mi padre me espera con el equipo directivo. 

—William, Bienvenido, hijo mío. — me recibe con los brazos abiertos, y llamándome por el nombre que mi abuelo paterno decidió. Odio cualquier referencia a ese hombre. Un monstruo dañino y perturbado que jodió mi vida por cada golpe que me daba. —Tienes que ser un hombre William, así te harás más fuerte. —puedo escuchar su áspera voz retumbar en mi mente, amargos recuerdos de los veranos que me obligó a vivir mi padre con mis abuelos. Al enterarse de las palizas a las que me sometía mi abuelo, mis padres me alejaron de ellos, mandándome a estudiar al extranjero. Por eso acabé en Madrid, cambiando mi vida por completo. 

—Padre. —me da un apretón de manos, frío y común. Continuamos la charla arriba en la sala de reuniones, donde todo se media para organizar los trabajos, horarios y personal. La semana que viene se abrirían las puertas de la farmacéutica para comenzar con la elaboración. En un mes tendríamos que estar con la venta al público.

 El laboratorio Moore está preparado para empezar. Es entonces cuando sucede y la veo, estatura por encima de la media, no mucho, pero veo como unos tacones de aguja estilizan su figura. Curvas marcadas por el traje de dos piezas que lleva y una media melena ondulada de un tono castaño claro. Instintivamente, me acerco hasta ella, su olor es distinto, pero físicamente es ella. 

— ¿Olet?— en su cara, refleja duda. Pero yo sigo viendo a Violeta en ella. Sus ojos verdes, las pocas pecas que adornan su nariz, sus labios pequeños y gruesos al mismo tiempo. 

—Señor Moore. —saluda ella con mucha educación. 

—Mi nombre es Lilith Smith, su secretaria. — Entonces parece que mi mente colapsa, resquebrajándose. En un cambio brusco en mi actitud, sujeto la muñeca de la chica con fuerza, sin ejercer demasiada presión. —¿Señor Moore? ¿Qué ocurre? — en sus ojos puedo ver miedo, como teme lo que pueda estar pasando por mi mente. Arrinconada contra mi escritorio, con el pulso acelerado, un ligero temblor en su labio inferior y un acúmulo de lágrimas en sus ojos. Creo desconcierto al separarme, frotar mi cabello con frustración y observarla en silencio. De pronto busco en mi cartera, sacando un fajo de billetes de cien dólares, golpeando con ellos la mesa. 

—Solo lo diré una vez, si quieres conservar tu puesto de trabajo, vete ahora a un salón de belleza y vuelve mañana con el cambio realizado. — espetó con brusquedad. 

—Y que... —intenta responder con pequeños tartamudeos. 

—Tíñete el pelo, un rubio o negro estaría bien. Tapa las pecas con maquillaje, ponte, lentillas de otro color y extensiones. —Hablo deprisa, estoy nervioso. Ella asiente, pero no dice nada más. — Si no estás de acuerdo, entrega tu carga de renuncia. 

PROYECTO MENTE 🧠 [BORRADOR][+21]Where stories live. Discover now