Capitulo 10

624 62 3
                                    

Habían pasado varias horas desde que Naruto comenzó por soltar su enojo con sus alrededores. El sol estaba comenzando a salir, demostrando que ya era el amanecer y el rubio Bijū se había pasado toda la noche en su furia ciega golpeando los árboles y destruyéndolos. Kurama desde la cima de un árbol solo podía sonreír con diversión por el enojo de su hermano, a su parecer Naruto tenía bien merecido lo que estaba sucediendo, y claramente no tenía nada que ver con que el rubio lo haya dejado ser sellado, nop, no era una clase de venganza ni nada por el estilo.

Y si alguien le decía lo contrario claramente era una mentira y negaría todas esas acusaciones claramente falsas y sin fundamentos.

Naruto suspiro teniendo su mirada llena de cansancio junto a una respiración un poco agitada mientras gotas de sudor bajaban por su mentón—. Psh... Necesito descansar un poco... Y conseguir ropa —murmuró viendo su desnudez, que aunque no le importará estar sin ropa, no le agradaba la idea de recibir golpes en sus partes expuestas.

Kurama cayó desde la punta del árbol, sin sonido alguno y solo dejando un pequeño aro de polvo que había sido levantado por la larga caída del Bijū—. Es divertido ver como tu enojo te domina. Tu poder ahora es muy minúsculo a comparación de antes, supongo que ya no puedes llamarte a ti mismo el Bijū más fuerte. —Kurama tenía una ceja alzada mirando con curiosidad la mirada sombría de su hermano, quien después de unos momentos sonrió con locura.

—Eso no será por mucho tiempo, no estoy pensando en quedarme así de débil para siempre, oh no, yo no soy un humano para quedarme así. Ese jodido Dios selló mi poder y mi antigua capacidad física. Ahora lo que tengo que hacer es lo mismo que siempre hago... Evolucionar —dijo Naruto tomándose un pequeño respiro, para después limpiarse el sudor de su mentón y cara con el dorso de su mano.

Kurama inclino su cabeza un poco confundido—. Y ¿Cómo harás algo así?

—¿No te lo había dicho?, el viejo me creó de una forma muy diferente a los demás. Desde siempre he sido distinto a ustedes, y eso es una ventaja que tengo. Mi cuerpo puede evolucionar o mutar, llámalo como quieras, pero siempre sucede, ya sea para adaptarme a mi entorno o por recibir daño crítico que me deja al borde de la muerte —respondió Naruto sentándose en el suelo y mirando el cielo.

—¿Y qué quieres hacer para conseguirlo? —cuestiono Kurama caminando en dirección de su hermano para quedar frente a él.

—Hmm... Probaré con simplemente ver si hay algo distinto en mi cuerpo —habló Naruto levantándose mientras cerraba sus ojos y sus cejas se fruncían en concentración.

Tras varios minutos Naruto abrió sus ojos de golpe y miro a su hermano con seriedad, mientras Kurama lo veía expectante a lo que haría.

El rubio asintió para si mismo—. No tengo la menor idea de como hacerlo —respondió como si fuera lo más obvio, obteniendo un facepalm de Kurama.

¡Idiota! si no sabes como hacerlo, ¿para qué lo intentas? —cuestiono Kurama en un gruñido molesto.

—Lo hice porque era la que más sencilla se escuchaba, pero mejor lo intentaré de la otra forma —dijo Naruto mientras se tronaba el cuello.

¿Otra forma? ¿Cuál es la otra? —preguntó Kurama sintiendo que la respuesta que le daría su hermano, de verdad le gustaría, y mucho.

—Obligaré a mi cuerpo a evolucionar, y eso es a punta de golpes. Vamos atácame con todo lo que tengas, pero de una vez te digo, no se valen Bijūdamas —respondió Naruto quedando en una postura de batalla simple y ordinaria.

La sonrisa en el rostro de Kurama pudo haberle causado escalofríos y terror a cualquier persona normal que lo hubiera presenciado—. Jeje, siempre quise hacer esto.

JūbiWhere stories live. Discover now