25. Recuerdos

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Desde esa noche, todo cambió.

Noah Bowers se convirtió en la persona con que más me la pasaba, empezó a trabajar y nos veníamos juntos, Hunter y Gisel se hacían cuentos chicos sobre nuestra extraña relación, Noah y yo pasábamos el tiempo juntos, solos en el receso de la Facultad, Sobre los paseos de madrugada seguían intactos... Pues, un domingo en la noche paseamos con la bicicleta, ese lado serio y callado que tenía siempre no lo usa conmigo. Al contrario, cada vez que me ve su sonrisa aparece para no borrarse hasta irme. Olvidé lo del concurso. Noah me enseñó sobre sus juegos, sus libros y sus pasatiempos mientras yo hice lo mismo: Le enseñé todo lo que se, me dijo que escribo muy bien en la poesía, que parezco extraterrestre al cantar mientras limpio y que cocino como toda una experta. No le volví a preguntar sobre su familia, el tampoco menciono lo de mi padre. Hemos olvidado ese tema, pero aún así siento curiosidad.

El dijo que había pasado por cosas peores.

No se si tiene hermanos.

No se si tiene padres.

No se nada de él.

Tres semanas han pasado.

Ya falta poco para comenzar mis días libres fuera de Corella.

-¡Por fin!

-¿Que?-Inquiere Hunter con un chocolate en la boca.

-¡Termine el proyecto!

-Yo lo hice desde hace tiempo-Comenta Gisel mientras destapa el refresco.

Cierro la laptop suspirando cansancio, he terminado por fin el proyecto para el club.

-No lo entiendo-Musita Hunter-Te faltan dos años para terminar tu carrera y presentar tu tesis, ¿Por que chiles te mandan a hacer uno ahora?

-Es para un club-Explica Gisel- Para que nosotros los estudiantes ya estemos preparados, a mi me parece bien... Para eso crearon los clubes. ¿Tu no estas en uno de ellos?

-M-m-Niega-No me interesa trabajar en proyectos, suficiente con Corella y la fórmula de sus batidos.

Aquí estamos, en mi cuarto un domingo con un cálido clima, comiendo golosinas varias horas después de haber almorzado comida de mi madre, que por cierto... Ahora ya no trabaja desde los viernes.

Se me hace raro.

He tratado de preguntarle lo de las pastillas, pero cada que lo hago se tensa y evade la pregunta cambiando de tema.

En fin, Noah viene a buscarme entre un rato. Hunter y Gisel no saben nada, por eso me vestí bien antes de que ellos llegaran, voy hacia ellos arrimando la sillas con rueditas.

-Dejenme Gomitas.

-Aquí tienes-Me las lanza Hunter desde la cama-Todas tuyas.

Las destapo metiéndome un osito en la boca.

Gisel revisa su teléfono y enseguida se levanta de la cama con los ojos bien abiertos.

-¿Que pasa?-La imito.

-Eh-Me mira confusa, esconde la pantalla de su celular en su pecho-Nada, sigan en lo suyo.

Lo revisa dejando su Doritos en la mesa, empieza a teclear sonriente hacia la ventana del cuarto, Hunter y yo damos miradas cómplices.

-¿Gisel, que escondes?-Mi amigo se le acerca.

Ella llega al otro extremo de la habitación con los ojos clavados en el aparato.

-Hunter, no me fastidies.

El alza las cejas impresionado, me mira gesticulando en silencio:

-Averiguemos.

Amargos Delirios ✔️© [Editando]Место, где живут истории. Откройте их для себя