Amargos Delirios ✔️© [Editando]

34. La visita.

1 mes más tarde.

Holding me back...

Gravity's Holding me back...

I Want you To hold out the palm of your hand...

Why don't we leave it at that?

Amo este tema, no me canso de escucharlo. Pues, es el que siempre pongo cada vez que estoy limpiando.

Espero que las letras que alumbran que dicen "Al aire" se apaguen, al hacerlo Me quito los audífonos dando un largo suspiro, apoyo mi espalda en la silla giratoria para rodar media vuelta.

—Listo por hoy.

Me dice Dalton, quien es el encargado en cuanto el sonido, y la transmisión se trata. Él se acerca a mi sentándose a mi lado con una sonrisa.

—¿Qué?

—Te ves rara cuando estás al aire—Confiesa casi riendo.

Enarco una ceja.

—¡Es verdad!—Se acerca a la mesa redonda y apoya sus codos en ella, comienza a imitar mi voz—Hola, soy su servidora Aila Redmond y estamos en un nuevo programa de Música Houston.

Río a carcajadas cuando el hace un gesto de tomar café con la taza vacía.

—Creo que exageras.

—No, no lo creo... Ahora vamonos. Se nos va a hacer tarde.

Reparo todo lo que he construido desde que la profesora aviso aquella tarde que ya tenía el espacio en la emisora, en la mesa hay decoraciones de muñecos Gamer, en las paredes del gran cuarto están pegados afiches de mis bandas rockeras favoritas, sticker de figuras artísticas y fotos de Houston, en la parte superior de una de las paredes, descansa el gran letrero con letras imprentas:

Music Houston.

Sonrío ante lo logrado, un mes ha pasado y aún no puedo creer que tenga una emisora para mí, emisora que empieza a transmitir todas las tardes y que por suerte, miles de personas nos escuchan. Las llamadas no paran cuando empieza el programa, comentarios en las redes sobre las fotos con Dalton siempre han de sacarme una sonrisa.

Verán, ahora que en la facultad tengo vacaciones aún, el tiempo es súper rendidor.

Lástima que se vaya a acabar.

De lunes a viernes, las clases de barismo han terminado Lamentablemente, dejé de trabajar en la cafetería por la emisora. Sin embargo, me siento orgullosa de tener un reconocimiento y el diploma como barista profesional, en la mini fiesta que hicimos la pasamos de lo más genial, contando que Hunter se embriagó tanto que tuvimos que llevarlo a la casa. Ahora que han terminado las clases, tengo medio día libre. Día que aprovecho para estar en la casa y leer.

Si, porque ahora leo. Es mi adicción.

Limpio, cocino, hago los quehaceres y luego me coloco a leer.

Engancho mi bolso saliendo de la emisora, cierro con llaves y me las meto en el bolsillo, Dalton conduce en su Spark pequeño, al llegar al vecindario nos despedimos con un beso en la mejilla, él arranca y yo empiezo a caminar calle abajo hacia mi casa. El día de hoy estuvo agotado como siempre, lo que quiero es llegar, bañarme cenar y acostarme a dormir. Bueno, a eso hay que sumarle ver cómo está mi madre y poder saludar a Gisel y a Hunter. Dicen que a veces no les presto atención. Gisel ahora con su proyecto también ha estado ocupada al igual que yo, Cada pintura que hace la ha guardado para la apertura de la casa de Arte que están haciendo cerca de la facultad. Hunter como siempre está en el Gimnasio fortaleciendo sus músculos mientras que de lunes a viernes come comida chatarra.