32. el ex, la madre y el novio.

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No paro de comer mis uñas, creo que ya no tengo, sentada en una banca a medio pasillo, viendo como van y vienen doctores, enfermeras con camillas, Personas llorando, hasta indigentes corriendo.

-¿Por qué no han dicho nada?-Me impaciento.

-Tranquila-Tía pasa una mano por mi espalda, dándome apoyo-Tu madre está b...

-No. No está bien, tía-Detengo mi pierna que tiene un buen rato moviéndose-Mamá tiene una enfermedad muy grave, eso no es nada bueno.

Ella baja la cabeza, haciendo una sonrisa triste que no llega a sus ojos, da un largo suspiro para luego cerrar sus párpados. Demostrando preocupación.

-Mamá. Está mal-Continúo-Está allá adentro con doctores que le están haciendo quien sabe qué.

-Todo va a salir bien.

Resulta que Tía Claire llegó justo a tiempo, a penas supo me llamó y yo, claro entré a la casa, dejé mis cosas y me fuí. No me dio tiempo de cambiarme al menos, la noticia me dejó atónita y lo primero que hice fue correr hacia el hospital, que es en donde estoy ahora.

Acomodo la solapa de mi chaqueta, el frío es matador aquí adentro.

De aquel salón de quirófano sale un doctor, me paro de inmediato al notar que se quita el tapabocas que trae puesto.

-Parientes de la señora Mar...

-Somos nosotras!-Le interrumpe tía acercándose.

-La paciente sufrió un pre-infarto, pudimos restaurar su pulso regular, pero necesita descanso. Y continuar con la medicación. Si embargo, María es una mujer fuerte... Ella esta bien.

-¿Podemos verla?

-Debemos esperar un poco, ya les aviso cuando pueden-Nos da una pequeña sonrisa.

Con eso, el señor entra por donde salió sin antes asentirnos con la cabeza.

Dios, la angustia me está carcomiendo.

Mi madre está bien, eso es lo que me repito una y otra vez, pero no funciona. Saber que ella está en una cama. Con una enfermedad que en cualquier momento puede matarla me preocupa, me preocupa en demasía.

Inevitablemente, los ojos me arden, se me hace un nudo en la garganta. Parpadeo una y otra vez, mirando hacia arriba. Boto aire por la boca con las mejillas infladas.

-María va a estar bien, te lo prometo-Tía Claire me abraza.

Como si fuera Dios para decidirlo.

Paso saliva con un dolor terrible en el pecho.

El teléfono vibra en mi bolsillo, me separo de tía para descolgar la llamada sin ver siquiera la pantalla.

-Aló?

-Gomitas!

Sonrío.

Al escuchar su voz, y la manera en como me saluda, doy una sonrisa que hace que entre tanta preocupación... Me sienta bien.

-Noah.

Amargos Delirios ✔️© [Editando]Where stories live. Discover now