Symbolism (Jinx x Caitlyn)

El conde de Sándwich

-Capítulo 23-

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-El conde de Sándwich-

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"Dame un poco de tiempo solo para mi o quema todo esto."

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Caitlyn había tenido una extenuante jornada de trabajo el día anterior. Su cuerpo esa mañana aun le reclamaba un poco de descanso, al igual que su mente, y esa era quizás la razón por la que le costaba entender todo lo que le planteaba su subordinada en esos momentos.

—... eso para finalizar el resumen de las pruebas que sí dieron un resultado comprobable evaluativo. Como podrá corroborar en el fichero de los testeos con índole de "inconcluso" notará que hay varios apartados, pero insisto, la existencia de estos solo reafirma la respuesta general.

—Quiere decir que como no podemos comprobar que algo sea cierto o no, no nos queda otra que dejar que el tiempo lo diga— explicó Jinx sin prestar mucha atención mientras terminaba por dibujar con un cuchillo una sonrisa macabra en la sandía que tenía en sus manos.

—En términos simples, sí. Inclusive la veracidad de algunas pruebas se vería sometidas a un testeo futuro, ya que el sujeto de estudio no demuestra un paso lineal, mucho menos esquemático, del 80% de cualquier estimación planteada. Y si lo llevamos al plano intelectual afectivo, este porcentaje alcanza casi el 90%.

—Matemáticas, Keilin, matemáticas.

—Ahora, si me lo permite, explicare las pruebas y los resultados respecto a la subjetividad del individuo sobre la toma de decisiones que-

—No es necesario— interrumpió la sheriff aun leyendo alguno de los papeles que la doctora le había facilitado.

Suspiró profundamente y los dejó a un lado, mirando por unos momentos como Jinx sonreía satisfecha al hacerle un par de ojos deformes a la sandia y la ubicaba junto con algunas figuras de barro, un par de sus armas personalizada y algunos dibujos infantiles en papeles recortados irregularmente.

—Estuve en algunas de las pruebas, puedo recordarlas— explicó Caitlyn volviendo a Anita—. Así que ella puede tomar decisiones propias y arbitrarias, indiferentemente de la base a la que fue creada.

—Sí— contestó con contundencia la morena, afirmando así, rotundamente, que no tenia dudas en este punto.

—Dame tu sombrero, sombrerotes.

Caitlyn no llegó a contestar, Jinx ya llevaba en sus manos el sombrero, junto con su rifle y unas tazas de te de porcelana blanca, tirando una a mitad de camino por la sala principal.

—¿Qué haces ahora? — se interesó la dueña de casa, llegando hasta donde la tiradora estaba.

—Un último testeo para que queden claras algunas cuestiones.

Anita vio como Jinx desaparecía por la cocina y volvía con una jarra de metal con agua hirviendo y una caja de pizza.

Vertió el contenido caliente en una de las tazas con un saquito de té, ubicándola en el suelo, junto al sombrero de la sheriff, su rifle y un par de sus camisas blancas.

Se alejó unos pasos a la derecha, abriendo la caja de pizza, tomando una porción para comerla antes de dejarla abierta a la par de la sandía recién personalizada y las demás cosas que había acumulado con esta.

—El sujeto de prueba también demuestra una gran inteligencia, pero es evidente, y hasta comprobable gracias a los resultados aquí...— siguió exponiendo la doctora— que muchas veces no toma decisiones respecto a lo lógico racional, sino a lo afectivo... una conducta totalmente esperable en infantes y-