𝐑𝐔𝐌𝐎𝐑𝐒

As It Was

A veces siento que no entiende todo el esfuerzo que estoy haciendo por ella, no es que quiera algo a cambio o que me pague con besos caricias y mentiras que en algún momento fueron verdades, lo único que quiero es que se de cuenta de lo que estoy haciendo por ella, no soy alguien que se quedó de brazos cruzados esperando que todo se calmara, no, la apoye en todo incluso cuando no quería porque sabía que era lo que necesitaba y ahora es exactamente lo que ella quiere tener, me duele saber que la mentira que estamos viviendo sea el deseo que alguna vez tuvo.

Me he cansado de llorar en la ducha, amortiguar mis sollozos con música fuerte para que ninguna de las chicas se preocupe por mi, estoy realmente agotada de cada una de las cosas que hago para que se encuentre bien y que no tenga ningún problema conmigo, porque tiene suficiente con todo lo que le está pasando, ya no soy su centro de atención, lo que más amaba en el mundo, eso se acabó, ahora es Miyeon, esa chica que tanto le tengo envidia, es perfecta para ella, no hay nadie mejor, son tal para cual, tal vez por eso nunca quisieron alejarse la una de la otra.

Alimentando algo que ellas ya sentían, ahora pueden ser libres y expresar lo que seguramente ocultaban, la cosa es que antes yo lo veía como una amistad de dos personas que se querían demasiado y por eso coqueteaban frente a las cámaras, porque también lo he hecho, con mis amigas para avivar eso que las personas quieren ver, pero nunca fue real y muchos sabían que no lo era.

No debería estar aquí, viéndola mientras prepara la comida, no ha subido la mirada, no la ha conectado conmigo y muchos menos sonreído, se ve que no está cómoda a mi lado y yo se que no es lo mismo, las cosas cambiaron y es conmigo que no se siente cómoda, me duele tanto saber que solo yo mantuve los sentimientos en estos cuatro meses, el tiempo ha pasado rápido y quisiera que las cosas entre ambas fueran mejores, porque si, la amo con todo mi ser y quiero que sea solo para mi, tiendo a ser egoísta cuando la miro a los ojos y le suplico que esté conmigo, cuando nos besamos ya no es lo mismo, no somos lo mismo.

— ¿Las cosas están bien por allá? —. Pregunto, ella no dice nada así que supongo que no me está escuchando o más bien prestando atención, hace algunos meses atrás si yo emitía el más mínimo sonido ella se daba la vuelta e iba a donde yo estaba para abrazarme— ¡Sana! —. Grito y enseguida voltea a verme, su rostro denota confusión y fastidio, se que la estoy fastidiando pero aún así sigo aquí, me levanto y me acerco a donde está.

No quiero que se llegue a lastimar por preparar la comida de ambas.

— Me asustaste —. Coloca la mano en su pecho, fingiendo sorpresa, puedo verlo en sus ojos que no está sintiendo lo que expresa— Ve a sentarte, yo preparo esto y voy —. Aprieto los labios y la miro sin decir una sola palabra, anteriormente cuando me decía eso era porque se preocupaba por mí ahora es porque me quiere lejos.

— ¿Por qué no puedo estar cerca de ti? —. Desde hace un tiempo me he hecho la misma pregunta, ¿Cuando dejamos de decirnos te amo?. No recuerdo exactamente el primer día en el que de nuestros labios no salió esa frase que tanto nos decíamos.

Ahoea la compensamos con besos en los que yo le demuestro que la amo y ella solo sigo el ritmo, tampoco nos hemos tocado, el sexo se esfumó en el primer mes del problema, luego de que conté los dias me di cuenta de las marcas en su cuello, del dolor en su espalda baja, de la marca de rasguños en sus hombros, pero nunca dije nada, me mantuve callada pensando que yo las había hecho, me está convenciendo aún sabiendo que no nos hemos tocado, sus labios ya no saben a los míos, ni siquiera a los de ella, ahora tienen otro tipo de sabor, uno que me desagrada.

Nada es igual, el roce de sus frías manos se sienten ajenas, como si nunca hubiéramos estado juntas, sus besos sol toscos como si no estuviera pensando bien en lo que hace, ya no se deja llevar, mantiene límites, no se acerca a mí, me abraza pero cuando ella lo decide y al momento de hacerlo nuestros cuerpos no se unen, no como antes.

Mantenemos un espacio, muy pequeño, pero ha ido creciendo, estoy frente a ella y no estoy tocando su piel, la veo a los ojos buscando una respuesta que nunca llega al parecer me quedaré con la duda. 

— ¿Que clase de pregunta es esa? —. Usa ese maldito tono sarcástico e irónico que hace que se me revienten los ojos, muerdo mi labio inferior y hago como que las cosas están bien cuando no es así, le sonrío y me encojo de hombros, nada está pasando debo actuar como siempre, ese es el único trabajo que tengo solo que no es lo mismo, las cosas han cambiado y me han roto cada vez más al punto en el que ya no puedo soportar tener que sonreír, no es algo que se me esté dando con facilidad.

— Solo estoy preguntando lo que siento que debo preguntar, amor —. Ese apodo, lo digo entre dientes para no llorar, controlo el dolor que se está agrandando en mi pecho, que me ahoga y hace que deje de respirar, me siento tan mal, porque esto no era lo que quería para nosotras.

Y aunque lo repita mucho es que ya no es lo mismo, me gustaría que lo fuera pero así es la vida, no todo el tiempo se puede ser feliz. 

Ya no estoy siendo feliz a su lado, mi cuento de hadas se ha acabado.