𝐑𝐔𝐌𝐎𝐑𝐒

Sunset

— Mi amor... —. Volteo a ver a Chaeyoung y le hago señas para que mantenga el secreto, luego de tanto tiempo por fin logramos reencontrarnos y una cosa llegó a la otra, lo bueno es que después de varios intentos logramos sentir algo, así comenzó todo, con un pequeño y tierno beso en mi habitación que subió de tono, fue un lindo y hermoso día, una noche en la que pasaron más cosas de las que alguna vez creía que sucedieran entre ambas, hacia demasiado tiempo que no nos veíamos.

Sobre todo las nueve, solo nosotras, en una casa para una cena que se que no será tan agradable como quiero, me da bastante miedo volver a verla o que Chaeyoung diga algo que no debería, se que ha cambiado y esa chica que era demasiado imprudente ha desaparecido para ser quien verdaderamente es pero aún así, siento que las cosas no estarán bien, no como me gustaría que lo esté, porque por más que yo ya he superado lo que pasó entre nosotras, me sigue pareciendo un tanto incómodo estar cerca de ella, tuve que aceptar la invitación porque quería ver a las demás y saber cómo les ha ido.

Sin embargo sigo pensando que no será tan sencillo como quiero que sea, me quedo viendo la puerta por unos segundos antes de apartar a Chaeyoung cuando se abre, Jihyo es quien nos recibe con una de sus grandes sonrisas esas que hacen que me sienta en casa, al poner un pie dentro siento que la mirada de seis chicas de posan en mi, hay una que me resulta extrañamente agradable, ahí está sentada en medio de Mina y Momo, obvio, sus mejores amigas.

Sus ojos se posan en mi y los míos en ella, es una sensación que me resulta distinta, ya no siento lo mismo por ella he sanado y se que le pasa lo mismo, por como se endereza para que todo su cuerpo me señale, tal vez estoy siendo demasiado formal por como me quedo mirandolas sin decir una sola palabra.

— Hola —. Un tímido saludo se escapa de mis labios cuando Chaeyoung se posiciona detrás de mi cuerpo y coloca la mano en mi espalda baja, Nayeon es la primera en notarlo y mirarme buscando una respuesta, yo hago caso omiso y me siento al lado de Jeongyeon— Se ve que están muy bien —. Todos asienten, parecen demasiado felices puede que sea por nuestro reencuentro o porque sus vidas han ido excelente.

— Claro que estamos bien —. No se les ha quitado la costumbre de responder al unísono, Jihyo las mira y sonríe, siempre he pensado que nos ve como sus más preciadas y perfectas creaciones o como sus hijas, algo que me parecería extraño ya que una de nosotras es su esposa.

¿Por qué nuestras miradas se chocan?.

Parece que estamos buscando algo que no queremos tener, no puedo negar que todavía existe una espinita en nosotras por todo lo que sucedió, de hecho no le hablo desde aquella llamada, siento que ya ha pasado demasiado tiempo para seguir teniendo rencor y sobre todo odiarla, cuando sé que hay cosas que no se pueden controlar.

— ¡No se besen frente a mí! —. Volteo a ver a Jihyo, se está quejando de las actitudes de Dahyun y Momo, aún sabiendo que todas son demasiado afectivas cuando están en pareja, muevo un poco la cabeza y noto la mirada de Chaeyoung, me está mirando y sonríe, hago lo mismo y suspiro, se podría decir que es próximo camino que quiero tomar, la persona que necesito en mi vida.

— Chicas, ayúdenme —. Como si fueran robots se ponen de pie y la siguen, yo prefiero mantenerme tranquila, acabo de llegar y no quiero moverme del sofá, doy la espalda y me quedo mirando el atardecer, me relaja verlo y sentir que estoy en paz conmigo misma, después de todo esa tempestad interminable si logro disiparse.

— ¿Cómo vas con Chaeyoung? —. Miro de reojo a la persona que me está hablando y sonrío.

Me tomo mi tiempo para contestar y en un suspiro digo— ¿Tanto se nota? —. Asiente.

— Estoy muy feliz por ti —. Cada que veo su sonrisa recuerdo cuando era solo para mi, fue lindo mientras duró.

— Gracias —. Murmuro— ¿Como están Miyeon y los niños? —. No fui al nacimiento porque creí que era poco apropiado, dos hermoso gemelos.

— Muy bien —. Contesta— El tiempo pasa muy rápido —. Asiento y me quedo mirando el atardecer— ¿Recuerdas cuando salías corriendo y te sentabas frente a la ventana para ver el atardecer? —. Niega con la cabeza mientras lo mira— Te veías muy feliz mientras te despedias del sol —.

— No tenía ni la menor idea de que lo recordabas —. Se encoge de hombros— Tú eres la única que se sentaba a mi lado, hasta el último día que fuimos Twice y veías el atardecer conmigo en silencio —. Mis ojos se llenan de lágrimas— Nunca tuvo el valor de agradecertelo...pero ahora sí, así que gracias —. Ambas reímos por unos segundos y nos quedamos calladas.

Su compañía se siente como si nunca nos hubiéramos separado, como si todo el tiempo que pasé odiandola nunca existió y se siente bien porque eso significa que ya todo pasó que ya sanó.

— A pesar de todo siempre quise que supieras que te apoyaría en cada cosa que hicieras —. Sonrío— Y sabía que era importante para ti verlo —.

— Ésto sonará extraño pero lo dejaré a tu propia conclusión —. Me armo de valor y cierro los ojos por unos segundos— Te amo —. Digo.

— Y yo a ti, siempre lo he hecho —. Sonreímos y nos quedamos viendo el último segundo que el sol estará el día de hoy.

Se podría decir que ahora estamos bien, al principio de todo este problema nunca paso por mi cabeza que terminaríamos así, en caminos distintos en los que no podríamos demostrarnos nada, fueron años difíciles en los que la poca comunicación hizo que nos ahogaramos en un vaso de agua.

Y ahora me doy cuenta que todo cambio, que ahora estamos mejor

Fin.