Parte 29: Adios amigo

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Steve estaba en terapia intensiva del hospital de Hawkins, sus padres había llegado en cuanto supieron la noticia, ambos se encontraban en la sala de espera atentos a cualquier noticia que pudieran darles sobre su hijo.

Había recibido quemaduras bastante serias, todo su cuerpo dolía horrible, incluso el respirar era una tortura, sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida, y eso lo puso a pensar en muchas cosas.

Lo primero en sus padres, sabía que su muerte les afectaría mucho y que probablemente jamás se recuperarían, no había peor dolor para un padre que perder a un hijo.

Después estaban sus amigos, o al menos los que quedaban, lamentaba no haber podido salvarlos, cuando se percató que la casa estaba en llamas ya era tarde, el fuego los rodeaba, no había forma de escapar del sótano, lo último que miro fueron los ojos llorosos y aterrados de Nancy que le decían que todos morirían allí.

Pero Steve no murió, al menos no en ese momento, y mientras el fuego los consumía escucho una discusión afuera por una rejilla pequeña en la pared, reconoció fácilmente una de las voces, era Jason Carver, quien parecía estar discutiendo con alguien afuera sobre él porque habían incendiado la casa, luego todo se puso color negro y cuando volvió a abrir los ojos, solo miraba el ventilador en el techo del hospital dando vueltas una y otra vez.

Cuando los doctores entraron a la habitación, intento hablar, pero no podía hacerlo, no podía decirle a nadie que Jason Carver había iniciado el fuego.

Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a los padres de Steve hablando con un doctor, había llorado toda la madrugada, por lo que tenía los ojos hincados y de color rojizo, había perdido a sus mejores amigos y no quería perder a Steve, él  era c...

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Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a los padres de Steve hablando con un doctor, había llorado toda la madrugada, por lo que tenía los ojos hincados y de color rojizo, había perdido a sus mejores amigos y no quería perder a Steve, él era como un hermano mayor, o incluso un padre, siempre lo ayudo y estuvo con él en sus momentos más difíciles. Dustin se acerca a donde se encuentran los padres de Steve.

—Él puede escucharlos —dice el doctor— Probablemente no pase la noche, así que es el momento para despedirse

—Puedo acompañarlos—Dustin estaba a espaldas de los padres

—Lo siento chico, pero eres menor de edad, no puedes entrar

—Él es mi mejor amigo

—¿No pueden hacer una excepción?—pregunta la madre de Steve al ver la insistencia del chico—Steve lo quería mucho, y estoy seguro de que a mi hijo le agradaría ver a Dustin

—Yo no hago las reglas aquí

—¡Por favor!

Al ver la negativa del doctor, Dustin aprovecha una distracción que el medico tuvo mientras hablaba con una enfermera que recién llego para entrar corriendo hacia el área de terapia intensiva.

No podía pensar en nada más que en su amigo Steve, quería estar con él en su último momento, después de buscar en varias habitaciones, por fin encontró su camilla.

Aunque su apariencia era lamentable debido a las quemaduras, Dustin trato de no impactarse, Steve trata de sonreírle, pero no puede.

—Hola amigo

Steve no responde, intenta sonreírle, pero emite un quejido de dolor al mover los músculos de sus mejillas.

—No tienes que hablar, solo escúchame Steve, yo...

Dustin se queda en silencio unos segundos, piensa que no es buena idea lamentarse por la muerte de su amigo, había leído en un libro que las personas al borde de la muerte, lo único que quieren escuchar es que sus seres queridos están bien.

Los padres de Steve llegan a la habitación junto con dos guardias de seguridad, pero la madre les detiene para que Dustin pueda despedirse, aunque al principio no están de acuerdo, al final se resignan, uno de ellos le dice a Dustin que solo tiene cinco minutos.

—Hola Steve, solo quería agradecerte por haber sido mi amigo—Dustin no puede evitar que un par de lágrimas salgan de sus ojos, rápidamente se las limpia con las mangas de su sudadera— Te quiero Steve, fuiste el hermano que nunca tuve, el mejor amigo que alguien podría tener, me enseñaste a ser una mejor persona, a valerme por mí mismo, y a seguir adelante sin importar nada, sin ti nunca hubiera sido la persona que soy ahora y aunque te extrañare mucho, seré feliz porque tuve el honor de haberte conocido,  y yo...


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Mi obsesión con Jason CarverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora