T r e i n t a t r e s

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Fue aquel suave goteo contra la ventana de una llovizna mañanera lo que despertó a Taehyung, sus párpados se abrieron y sus ojos somnolientos intentaban acostumbrarse a la poca iluminación de la habitación, con una de sus manos rascó sus ojos y bostezó perezosamente, algo se aferraba a su pecho así que dirigiendo su visión a dicho lugar logró observar al joven Omega que dormía plácidamente contra él.

Acarició con cuidado los cabellos azabaches contrarios, la respiración suave de Jungkook era como una melodía tranquila, se preguntó a si mismo. ¿Era él digno de apreciar a Jungkook?. Se sentía emocionado pero evitaba que esto se reflejara externamente y así no despertar al Omega.

¿Era egoísta desear tener a Jungkook durmiendo a su lado todas las mañanas solo junto a él?.

Jungkook era un ser puro, divino, como un ángel y Taehyung un sucio mortal que quiere retar a los cielos.

Si, lo era, y Taehyung por primera vez en su vida se sintió avaricioso y culpable a la vez, con descaro su nariz había olfateado su cabeza enfrascandose en disfrutar ese momento abrazando un poco más al chico.

Su lobo interior agitaba su cola feliz inflando su pecho con orgullo, queriendo quedarse de aquella manera siempre con el Omega. Quería transmitirle toda la paz y tranquilidad posible.

---Jungkook... ¿Está mal pedir que seas sólo mío?... ¿Querer calmar tu llanto y ser quien te de el apoyo que más deseas?, Quiero poder tocarte y besarte con cariño, que estés a mi lado cada anochecer y amanecer... ¿Sería un pecado decir que me estoy enamorando... O siempre lo he estado?. ---Soltó sin más aprovechando que el menor estaba dormido.---Quiero acabar con quien te haya hecho daño, no voy a permitir que alguien te lastime, nunca.

Su voz gruesa era segura y aún así en un tono muy bajo, se había declarado y era un cobarde por decirlo en este momento, ¿que debería de hacer ahora que quiere aclarar sus sentimientos? Estuvo minutos en su mente hasta que sintió algo removerse bajo sus brazos, era Jungkook que ya se estaba despertando murmurando algo casi inaudible.

Era una sensación familiar con demasiada confianza, ambos no eran pareja realmente y estaban allí, quietos y abrazados, ignorando el gran detalle de que en solo unos meses una situación como esa se volvía tan normal entre ellos.

El silencio reinó en la habitación, pero no era incómodo, cómo si las palabras no fueran necesarias, un "buenos días" no era necesario porque ya se lo habían dicho el uno al otro cuando decidieron mirarse, cuando sus ojos se encontraron y sus labios quisieron tocarse pero nada, no había voluntad.

---¿Qué te gustaría desayunar?.---Taehyung preguntó de la nada y Jungkook algo aturdido por la repentina pregunta solo asintió, para luego darse que eso fue un gesto estúpido ya que él debía decir que quería.

---Podría ser algo sencillo, avena y yogures estaría bien para mí.

---Bien, me daré un corto baño y cocinaré. ---Sus manos picaron al soltar al chico, no quería irse, no quería pero no podían quedarse allí toda la mañana hasta morir de hambre.

Taehyung se levantó de la suave cama, estirándose y sintiendo sus huesos crujir, llendo al baño hasta que cerró la puerta. Jungkook meditó por unos segundos enroscandose más en aquella sabana y tomó una almohada enterrando su rostro.

---Huele a él... Es cómo si fuera una esposa... Tal cuál una pareja de casados. ---Un grito se ahogó contra el afelpado objeto, Jungkook girando de un lado a otro emocionado, casi pataleando. ---Él realmente se ha quedado. ---Murmuró y su rostro ardió en rojo avergonzado.

El sonido de la puerta abriéndose casi lo hace saltar de la impresión, Taehyung había salido del baño y caminó hasta la cocina, siendo seguido por la mirada del azabache, pronto el aroma de tostadas y el freír del tocino llamaron su atención. Sin perder tiempo corrió al baño para lavarse la cara e incluso organizar su cabello, la camisa de Taehyung sobre su cuerpo era suave y lisa como la seda con aromas perfectos para su gusto, a los pocos minutos ya estaba llegando a la mesa donde tomó asiento, vio a Taehyung preparar diferentes alimentos, casi un menú aunque le haya dicho que fuera algo tranquilo.

Recostó su cabeza en la mesa, despertar en las mañanas junto al Alfa, vistiendo su ropa, perfumado de sus olores y que este le cocinara era un sueño, una ilusión que inconscientemente siempre estuvo en su mente. Unos platos quedaron en la mesa, su boca casi babea al ver lo que comería, Taehyung se sentó a su lado tomando unos cubiertos para empezar comer, Jungkook hizo lo mismo, ambos en silencio, ninguno quería hablar, simplemente ignoraban el elefante en la habitación.

Lo que sucedió anoche, era un secreto, entre ambos y algo nuevo en lo que ahora iban a solucionar juntos.

---Jungkook –Ssi... ¿Vas a denunciarla con la policía?. ---Taehyung por fin dió inicio al tema.

---No... Ella sabe que incluso si lo intentara la ley no haría nada contra ella por falta de pruebas... Estoy seguro que anoche solo se acercó con la intención de hacer saber que era intocable. Que estando ella allí incluso nosotros no podíamos hacer nada. ---La voz de Jungkook era cada vez más baja, tomando una cucharada de su cereal.

El chistar de la lengua de Taehyung se oyó, estaba molesto porque eso era cierto... No podían hacer nada.

Unos minutos después terminaron de comer, el alfa lavando los platos mientras que el más joven se abrazaba a si mismo en el sofá, jugando con los dedos de sus manos. Impaciente, la ropa de Taehyung ya debería estar seca y eso significaba que ya pronto debería de irse.

¿Es egoísta pedirte que te quedes?.

El tiempo pasaba rápido sin que se diera cuenta ya se estaban despidiendo en la puerta.

---En cualquier caso por favor llámame Jungkook –Ssi. ---Taehyung pidió por última vez, no estaba tan seguro de irse, no quería, pero debía darle una explicación a sus hermanos y amigo sobre cómo los dejó plantados.

---Claro que lo haré, deja de preocuparte tanto. Estoy bien, gracias por ser mi apoyo anoche...

---Siempre lo seré. ---Una sonrisa apareció en su rostro, sus ojos miraron al Omega quien no se había cambiado y seguía usando su camisa, no comentó nada sobre ello ya que internamente se sentía feliz por eso.

Ellos querían decir algo más, querían hacer algo más y no sabían que era, ¿que faltaba para sentirse satisfechos?.

Fue la duda que ambos se plantearon, los aromas se combinaron, y la puerta fue cerrada.

Un suspiro salió de los labios de los dos chicos, cada uno con sus propios problemas pero mismos deseos.

Jungkook observó la puerta y tomando su celular marcó a un número, el número que debió marcar desde hace tiempo.

---¿Yugyeom? Si, soy yo... Hermano... ---Tragó en seco, se sentía avergonzado, escuchó de la otra línea al mayor preguntar preocupado. ---Necesito ayuda.

Pidió en una súplica, su voz ya estando tan rota y sin ganas... Ya no tenía lágrimas que soltar. Tal vez ya no estaba tan solo.

Por otro lado Taehyung caminaba entre las calles, intentando ubicarse impacientemente, sus manos sudaban del nerviosismo, tomó su celular y marcó a un número. ---Jimin... ¿Aún siguen Sehun y Bambam allá?... No, bien, quisiera poder hablar contigo. ---Un suspiro y subió a un taxi dando una dirección siguiendo otra vez a la conversación con su hermano. ---¿Que sabes de las parejas predestinadas?.

Quiere entender las sospechas que estuvo desde el primer día que vió a Jungkook.

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¡Capitulo nuevo!.

¿Luego de cuántos meses...? No lo recuerdo. Posiblemente quieran lincharme y sinceramente yo también querría.

En fin, nos vemos hasta la próxima.

_behappyinsmile_☕💜

Mi Jefe Omega   -Taekook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora