Último deseo +18

2.6K 154 120
                                    

Los gritos fuera se siguieron escuchando, las pisadas de las cuatro personas que había en esa habitación buscando a Eddie resonaban en mis oídos con fuerza mientras apretaba la mano de Eddie.

- No está aquí, no hay nadie. -dijo uno de ellos.

Tenían que irse.

- ¿Habéis mirado en ese armario? -preguntó otro.

Mi corazón se encogió y sentí como Eddie chocaba su hombro contra el mío.

Los dos dejamos de respirar.

La puerta empezó a abrirse.

- ¡Le han visto cerca de la montaña al lado del centro comercial! -esa era la voz de Lucas.

La persona que estaba abriendo la puerta la dejó medio abierta y salió corriendo.

Todos se fueron.

Lucas nos había salvado el culo.

Solté todo el aire que había estado reteniendo y salimos del armario, aún con las manos entrelazadas.

- ¿Chicos? ¿todos bien? -preguntó Robin mientras todos salíamos de nuestro escondite.

- Todo bien. -aseguré y entonces solté la mano de Eddie al ser consciente de ello.

Hubo un silencio tenso.

- Eddie, tienes que quedarte aquí, ellos no volverán, ¿tienes comida? -preguntó  Dustin.

- No hay nada. -dijo Eddie.

- Iremos a buscarte comida, no salgas de aquí, nos encargaremos de esto. -aseguró Max.

- Yo me quedo. -dije de repente y todos se giraron hacia mi.

- Sarah.. -empezó a decir Eddie.

- Ni de coña, tu te vas a casa, Sarah no voy a dejarte aquí. -se quejó Steve.

- ¿Y si pasa algo? me quedo. -sentencié.

- Steve, volveremos en una hora. -dijo Robin tirándole del brazo para llevárselo.

Steve soltó un bufido y me dirigió una mirada para que tuviese cuidado.

Luego se fueron.

Pero no tardaron una hora.

Habían pasado casi tres.

Eddie y yo habíamos encontrado una vieja botella de alcohol y nos la estábamos pasando mientras nos preguntábamos cosas.

- ¿Por qué te has quedado? -preguntó de repente.

Yo levanté la vista y le miré, estaba tumbada en el suelo y Eddie estaba sentado contra la pared.

- Sé que no eres un asesino. -dije sin más.

- Sarah, no me conoces. -dijo él con la voz algo rota.

- Y tu a mi tampoco. -dije yo para que viese que no pasaba nada.

- Sí te conozco. -dijo él cerrando los ojos.

- ¿A qué te refieres? -pregunté al notar como el ambiente se tensaba.

- ¿Realmente alguien no sabe quién es Sarah Harrington? -preguntó muy obvio.

- A veces me gustaría pasar más desapercibida. -admití.

- Eso es imposible. -murmuró Eddie.

Entonces me levanté y miré por la ventana, estaba completamente oscuro y  no se veía nada fuera.

Eddie se levantó y se acerco a mi.

Su hombro chocaba con el mío.

De repente tenía mucha calor.

Cruel summer - Eddie Munson +18Onde histórias criam vida. Descubra agora