Segundo Round +18

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Eddie se movió por encima de mi, rebuscó en el cajón de la mesita de noche de la izquierda, la cual yo nunca había usado o abierto.

Escuché como abría un plástico.

El condón.

Mi cabeza enterrada en la almohada.

Sentí como se movía para colocárselo.

Y entonces.

Un ruido metálico.

Y algo frío rodeó mis muñecas.

- Vas a ser como mi propio banquete personal, Sarah. -ronroneó cerca de mi cuello.

Mi cuerpo tembló.

Sus manos alzaron mis caderas, dejándome con la cara y las rodillas siendo lo único que me mantenía estable.

Temblé de nuevo.

No podía moverme con las esposas, estaba totalmente a su merced.

Su banquete.

Y así fue.

Eddie enterró la lengua en mi interior y yo grité de puro placer.

Me retorcí pero él me mantuvo firme en el sitio, con sus manos en mi culo.

- Eres deliciosa. -gruñó entre mis piernas.

Maldito hombre, no podía soportar eso.

Y entonces, sin venir a cuento, mis paredes se cerraron contra su boca y me corrí.

Eddie se separó y escuché una pequeña risa de su parte.

- Ya llevo dos, vayamos a por el tercero, cariño. -sonrió mientras su punta rozaba mi entrada.

Jugando.

Tanteando.

Yo me moví, casi desesperada por que entrase en mi de nuevo.

- Por favor, Eddie.. -pedí moviendo mis caderas.

Su mano impactó contra mi nalga y justo un segundo después entró en mi.

Mi cara se enterró por completo en la almohada con la fuerza con la que entró.

Y gemí.

Como nunca lo había hecho.

Eddie se movía a un ritmo bestial.

Yo estaba perdiendo todos mis sentidos.

Todos.

Era suya.

No me importaba nada más.

Me embestía una y otra vez, entraba y salía de mi a su antojo, mientras sus manos recorrían mi espalda y mis brazos.

Entonces me levantó, tiró de mi pelo, haciendo que yo me levantase y mi espalda quedase contra su pecho.

Gemí.

Sus manos cogieron mis pechos, y siguió embistiéndome.

Iba a correrme de nuevo.

No iba a aguantar nada más.

Era demasiado.

Me estremecí.

- Espera cariño, un poco más. -lamió mi cuello, justo por donde había mordido la primera vez.

Me embistió más rápido, más duro.

Yo sudaba.

No podía escuchar la lluvia que caía fuera, solo escuchaba mi respiración y mi corazón latiendo a mil por hora, a parte de nuestros cuerpos chocando entre si, con fuerza.

- ¡Eddie! -grité, no aguantaba más.

Él enterró los colmillos en mi cuello de nuevo y sentí como su longitud se expandía y palpitaba en mi interior, se había corrido.

Yo me dejé llevar contra él y mi cuerpo cayó hacia adelante, estampándome contra el colchón con un largo suspiro mientras mis piernas temblaban.

Eddie salió de mi y se levantó del colchón unos segundos, luego volvió a mi lado y me quitó las esposas.

Yo me giré y cogí su camiseta, que estaba a mi lado, abrí el cajón y me puse ropa interior.

Me quedé en la cama mientras Eddie se ponía su propia ropa interior.

Todas sus cicatrices alrededor de su estómago y brazos.

Se tumbó a mi lado y me abrazó.

- ¿Qué pasó? yo no quería dejarte ahí, pero todo se volvió borroso y el portal se cerró.. -empecé a hablar.

- Creo que me desmayé por el veneno de los murciélagos, no lo sé, me desperté de repente, totalmente a oscuras y estuve días buscando un portal, algo que me dejase volver a ti. -explicó.

- ¿Me voy a convertir en un vampiro ahora que me has mordido? -pregunté yo.

- No funciona así creo. -soltó una risita y yo le seguí.

- Tenía miedo, mucho, no quería seguir sin ti, tu lo dijiste, eras mi destino y me negaba a vivir si tu no estabas a mi lado. -admití.

- Si realmente algo me mantuvo vivo y con esperanza de volver, eras tu, Sarah, no me importaba nada más, solo sabía que tenía que volver para verte, para cuidarte y encargarme de que fueses la más feliz. -dijo y mi corazón se aceleró.

- Te quiero, te quiero, Eddie. -dije mirándole a los ojos.

- Voy a cuidarte, Sarah, no pienso dejar que nada ni nadie vuelva a quitarte de mi lado, te quiero. -sonrió y besó mi cabeza.

Yo enterré mi cabeza en su pecho, refugiándome ahí del mundo, de todo.

Nos pasamos la noche besándonos, abrazados, hasta que nos quedamos dormidos, sin soltarnos en ningún momento.

Por la mañana me desperté primero, Eddie dormía con la boca ligeramente abierta, sus colmillos asomaban y sonreí al verle.

Me levanté de la cama y fui a la cocina, teníamos que prepararnos para el plan de hoy.

Escuché una voz.

El walkie.

- ¿Sarah? -preguntó la voz del otro lado.

Steve me llamaba.

Cogí el walkie y contesté.

- Sarah, papá y mamá llegan hoy, tienes que venir a casa y decir que todo está normal, haremos el plan esta noche, pero ahora tienes que venir. -explicó mi hermano.

- Mierda. -fue lo único que dije antes de soltar el walkie y ponerme unos pantalones, escribir una pequeña nota para Eddie, coger mi chaqueta y salir corriendo directa a mi casa antes de que mis padres llegasen y no me encontrasen ahí.


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siento la tardanza en subir el capítulo chiquis, he estado algo mal por cosas personales, pero vuelvo a estar por aquí y espero que todas sigáis por aquí, un beso enorme para todas, os quiero <3

Cruel summer - Eddie Munson +18Where stories live. Discover now