Colmillos

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Puse a Dustin detrás de mi en un solo segundo y caminé hacia la puerta.

La luz se apagó en cuestión de dos pasos.

- Mierda. -susurré.

- Sarah, no veo nada, no escucho nada. -murmuró Dustin, pegado a mi brazo, con fuerza.

Mi corazón latía a mil por hora, los chicos estaban lejos de ahí, y mi arma estaba fuera, en el porche.

Si realmente había entrado algo, estábamos jodidos.

- Quédate aquí. -susurré de nuevo, quedándome quieta en medio del salón, mirando la puerta totalmente abierta.

- No te dejaré sola. -se quejó él.

- Dust, enserio, escóndete en la cocina, y si escuchas algún ruido fuerte o te grito algo, solo corre y ve a buscar a Steve. -sentencié.

Él asintió y se escondió.

El suelo estaba mojado, cada vez que caía un rayo, se veían reflejadas las huellas de zapatos, iban directos a la habitación del fondo, mi habitación.

Tragué saliva con fuerza.

Mis piernas caminaban solas, siguiendo la pared con la mano, no veía nada, se había ido la luz y los únicos momentos en los que veía algo era cuando caía algún rayo.

Llegué a la puerta de la habitación, que estaba entrecerrada y un ruido desde dentro hizo que me encogiera.

Joder.

Tenía que hacer algo, ganar tiempo de alguna forma para que Dustin pudiese correr lejos.

Empujé la puerta con suavidad, dejando que se abriera lentamente.

La habitación estaba totalmente a oscuras.

Y entonces un rayo enorme cayó, iluminando toda la habitación por completo.

Mi cuerpo se estremeció y mis piernas fallaron.

Me sujeté de la puerta para no caerme.

- No.. -susurré mirando a la oscuridad de nuevo.

Lo había imaginado.

Ahí no había nadie.

¿Verdad?

Silencio.

Completo silencio.

Levanté la vista cuando el siguiente rayó iluminó de nuevo.

- Eddie.. -murmuré esta vez.

Estaba de pie, en medio de la habitación, mirándome con absoluto miedo.

Mojado y temblando.

De repente la luz volvió y escuché a Dustin correr y gritar directo hacia mi.

Llevaba un bate en la mano y iba directo hacia Eddie, pero cuando lo vio se quedó completamente quieto y el bate cayó al suelo.

Nadie dijo nada.

Mis piernas fallaron de verdad, pero Dustin me ayudó a mantenerme de pie.

Lo estaba soñando.

- Dime que tu también le estás viendo, Dust, dime por favor que no he perdido la cabeza. -susurré sin poder levantar la mirada.

- Le veo, Sarah, está aquí. -dijo ayudándome a apoyarme en la puerta.

Eddie no decía nada, nos miraba curioso, con miedo.

Su mirada encontró la mía.

Algo iba mal.

Cruel summer - Eddie Munson +18जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें