Cruel summer - Eddie Munson +18

Despídete de mi

Narra Sarah

No sabía que pasaba a mi alrededor.

Mi cuerpo estaba empapado, sentada en el frío suelo de la ducha.

Pero unos brazos cálidos y fuertes me abrazaban, no dejaban que yo me rompiese.

Yo lloraba.

¿Qué había hecho?

Nunca habría hecho algo así.

Vecna.

Abrí los ojos y miré a mi alrededor.

Steve estaba sentado en el suelo, con la cabeza entre las rodillas, sollozando con fuerza.

Billy miraba la escena, era una estatua, no reaccionaba.

Y Eddie..

Eddie estaba en la ducha conmigo, debajo del chorro del agua, abrazándome.

Escuchaba el latido de su corazón a toda velocidad.

- Eddie.. -murmuré casi sin voz.

Los tres me miraron.

- Sácala de ahí, Munson, hay que secarla y llevarla a la cama. -dijo mi hermano levantándose y cogiendo una toalla.

Eddie me levantó con él, yo me aferré a su cuerpo y el pasó los brazos por debajo de mis rodillas, levantándome en el aire.

Salió de la ducha y me puso en brazos de Steve, que me envolvió con una toalla.

Yo levanté la vista hacia él.

- Lo siento.. -murmuré.

Steve me miró.

- No lo sientas, te sacaré de todo esto, no vas a dejarme, no vas a irte, no pienso permitirlo, Sarah. -dijo firme y empezó a caminar conmigo hacia la habitación.

Me ayudó a ponerme ropa seca y me acurruqué en la cama.

No sabía donde estaban Eddie y Billy.

Steve besó mi cabeza.

- Voy a venir a cada rato a verte, intenta descansar, en pocas horas tenemos que ponernos en marcha. -dijo sonriéndome con calma.

Yo respiré hondo y asentí.

Steve salió de la habitación.

Cerré los ojos, aunque las lágrimas no dejaban de salir y rodar por mis mejillas.

Lo sentía tanto.

Me odiaba a mi misma por haber hecho eso.

¿Por qué Vecna no me mataba él mismo como había hecho con los demás? 

Él quería que yo me hiciera daño a mi misma, a los demás.

Un golpecito en la puerta hizo que abriera los ojos.

Eddie entró sin ni siquiera preguntar nada.

Se sentó en el borde de la cama, sin mirarme.

- Te encontré tirada en la cama, casi muerta, tu hermano solo era capaz de llorar y yo no sabía que iba a hacer sin ti. -dijo con la cabeza entre sus manos.

Yo seguí mirándolo.

Y por fin se giró.

Sus ojos oscuros, se notaba que había llorado y que estaba cansado.

- No puedes hacernos esto de nuevo.. -suplicó más para sí mismo que para mí.

- Os vi, Eddie, a todos.. -murmuré entre lágrimas.