Música

1.2K 94 84
                                    

Steve se había sentado en la cama, a mi lado.

Billy aun sostenía mis hombros.

Yo seguía sollozando.

- Sarah, me estás asustando. -murmuró mi hermano.

- ¿Te acuerdas del hombre? ¿de cómo me escondía cada vez que venía a casa? -pregunté mirándole.

- ¿Qué hombre, Sarah? -preguntó Billy.

- El científico. -dije.

- Joder, sí, me acuerdo de él. -dijo Steve con el ceño fruncido.

Claro que se acordaba.

- En la pesadilla, le disparaba. -dije casi en un susurro, recordándolo.

- Lo hiciste, no lo mataste, Sarah, solo le diste en el brazo y no volvió mas. -dijo Steve.

- Lo sé, pero ¿y si Vecna se aprovecha de ese miedo? del miedo que pasaba cuando me encerraba en el sótano. -dije a punto de explotar a llorar.

- Joder. -dijo Billy detrás de mi.

- Tenemos que actuar rápido. -dijo mi hermano.

- Mañana a primera hora vais a ver a ese hombre y nosotros nos encargamos de lo demás. -dijo Billy.

Yo asentí.

Steve besó mi cabeza y entonces se dio cuenta de que Billy estaba durmiendo conmigo.

- Hargrove, fuera de aquí. -gruñó señalando la puerta.

- Harrington, no estoy.. -dijo Billy.

- ¡Fuera! -le gritó Steve.

Billy besó mi mejilla y salió fuera, detrás de mi hermano.

Yo me acurruqué en la cama y esta vez conseguí dormir un poco.

- Sarah, hay que irse ya. -una voz dulce sonó a mi lado y yo gruñí dando vueltas en la cama.

- Si te levantas te voy a dar el gofre que queda. -dijo la voz de Robin.

Abrí los ojos de golpe y las caras de Robin y Nancy aparecieron ante mi.

- ¿Dónde está el gofre? -dije mirándola.

- Vístete, está abajo, hay que irse. -dijo Nancy.

Las dos salieron de mi habitación y yo me vestí rápidamente y bajé las escaleras.

No tardé en coger el gofre y comérmelo de casi solo dos bocados.

Los chicos seguían durmiendo, así que Nancy les dejó una nota y yo cogí uno de los walkies por si pasaba algo.

Después salimos en dirección al psiquiátrico.

Ninguna dijo nada por el trayecto, entre que teníamos sueño y estábamos muertas de miedo con todo eso, no había mucho que decir.

Nancy aparcó y las tres nos bajamos, caminando hacia la puerta.

- Recordad, somos universitarias y queremos estudiar el comportamiento de Henry Creel. -dijo Nancy muy seria.

Robin y yo asentimos.

Llegamos a una gran puerta y un señor mayor con postura firme nos esperaba de brazos cruzados.

- Señoritas, me alegro de conocerlas. -dijo el hombre.

- Buenos días. -saludamos las tres.

- Hoy el paciente está tranquilo, pero solo van a disponer de diez minutos para hablar con él. -dijo.

Las tres asentimos.

Robin chocó la palma de su mano contra la mía y yo sonreí.

El hombre nos condujo a través de unos pasillos hasta abajo de unas escaleras, donde había una única celda.

- Diez minutos. -repitió el hombre y salió de ahí, dejándonos solas con Henry, separadas solo por una verja.

Nos acercamos a la celda.

Un hombre de pelo blanco estaba de espaldas a nosotras. 

- ¿Señor Creel? -pregunté algo nerviosa.

El hombre se giró de golpe y casi soltamos un grito.

No tenía ojos.

- Venimos a hacerles algunas preguntas. -dijo Nancy.

No contestó.

- Es sobre Vecna. -dijo Robin y eso captó el interés del hombre.

- ¿Está atacando de nuevo? tenéis que pararlo, os va a matar. -dijo él.

Entonces se levantó y se acercó a los abrrotes.

- ¿Cómo le paramos? -pregunté yo.

- No podéis. -dijo de repente.

- Usted a dicho que teníamos que pararlo. -dijo Nancy.

- Os va a matar. -dijo él.

- ¿Cómo pudo usted sobrevivir? -preguntó Robin.

- No lo hice, esto no es vida, pero si algo me ayudó fue la música. -dijo muy serio.

- ¿Música? -pregunté atónita.

- ¿Eso lo matará? -preguntó Robin totalmente confusa.

- Os salvará a vosotras, a él no podéis matarlo. -dijo.

Se giró y volvió a sentarse, dándonos la espalda de nuevo.

- Tiene que decirnos algo, alguna forma tiene que haber. -dijo Nancy cogiendo los barrotes.

- ¡No hay forma! ¡vais a hacer que venga a por mi! -gritó.

Y entonces se levantó y empezó a romper todo y a gritar con demasiada fuerza.

Las tres retrocedimos y cuatro guardias seguidos del hombre mayor entraron.

- Sacadlas, no sois universitarias. -dijo serio.

Nancy nos cogió de la mano a las dos y salimos corriendo, empujando a los guardias de repente, sin dejarlos reaccionar.

Corrimos a través de todos los pasillos y por todo el jardín hasta llegar al coche.

Nancy arrancó a toda velocidad, derrapando.

Entonces yo empecé a reír, descojonándome.

Las dos me siguieron.

- Esto ha sido demasiado extraño. -dijo Robin.

- Ya sabemos que la música nos puede ayudar, algo es algo. -dije yo apoyando la cabeza en el asiento.

- Avisa a los chicos, diles que ya vamos para casa. -dijo Nancy.

Yo cogí el walkie, lo había tenido apagado todo ese tiempo.

- ¿Chicos? soy Sarah, ya vamos para casa. -dije.

- ¡Llevamos horas intentando contactar con vosotras! ¡creíamos que os había pasado algo! -gritó Dustin.

- Estamos bien, en nada estamos. -dije y lo apagué de nuevo.

Y como había dicho, en nada entramos en mi casa de nuevo.

Todos estaban en el salón y cuando nos vieron entrar se levantaron de golpe.

- Joder. -susurró Steve respirando con tranquilidad de nuevo.

Pero entonces alguien corrió hacia mi.

Me cogió en el aire y sus labios se estamparon contra los míos.

Delante de todos los demás.


-----------------------------------------

¿QUIEEEN CREEIS QUE HA BESADO A SARAAAHH? AAAAAAAA

ESTOY A NADA DE LOS MIL SEGUIDORES Y QUIERO GRITAR, PRONTO OS SUBIRÉ OTRO TIKTOK Y PUEDE QUE TENGÁIS MARATÓN :)))

Cruel summer - Eddie Munson +18Where stories live. Discover now