Capítulo 31

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En la mansión de Jeongyeon, la pelinegra salía del baño usando una ropa completamente nueva y limpia, se había duchado y ahora su cabello se veía más lacio, algo que a la pelicorto le gustó al verla salir con timidez.

_Te ves linda así - pronunció Jeongyeon al acercarse - pero me gustan más tus rizos, ven - tomó su mano y la guío a la cama, haciendo que se sentara - vamos a curar esas heridas.

_¿Eso duele? - señaló Nayeon, la pelicorto tenía una mini botella con un líquido extraño.

_No - lo abría - esto hará que la herida seque.

Iba limpiando con cuidado, Nayeon trataba de no verse nerviosa su cercanía se lo hacía difícil, pero sus facciones eran perfectas y su sonrisa...la típica sonrisa que te hace suspirar.

_¿En qué piensas tanto? - preguntó Jeongyeon mientras pegaba la curita sobre su nariz.

_En nada - respondió de inmediato - no estoy pensando nada - negaba.

_Por esta vez te creeré - le sonrió.
¡Deja de sonreír! - ahora te guiaré a tu
habitación, vamos - ofreció su mano.

Nayeon la tomó con timidez y Jeongyeon caminó con ella, la casa era sorprendentemente grande que sorprendía a la pelinegra, hasta podrían hacer una carrera de mini autos en todos los pasillos.

Jeongyeon se detuvo frente a la puerta que se encontraba al último pasillo, justo frente a su propia habitación, la abrió e ingresó sin soltar su mano, la pelinegra quedó maravillada por la enorme habitación, era casi del mismo tamaño que del baño, y para agregar, tenía una hermosa vista al exterior.

_Esto es la mitad de mi casa...- pensó en voz alta y Jeongyeon rió ante lo dicho.

_Estaré en mi habitación por si necesitas, puedes usar esta habitación como si fuera la tuya - se retiró sonriendo aún por la cara de asombro que no se le quitaba a Nayeon.

La pelinegra escuchó que cerró la puerta y asegurándose de que haya sido así, corrió directo a la cama y lanzó en ella, riendo cuando rebotó un poco por el salto.

_Que suave es- se escabulló dentro de las sábanas y se abrazó a ellas - no quiero salir de aquí - se acurrucó.

[...]

Después de jugar muchos juegos donde implicaba más premios, Tzuyu no encontró mejor solución que meterlos en una gran bolsa y llevarlos en la espalda.

_Sana, espera - se apresuró a correr y detener la mano de la castaña cuando estaba por pagar otro juego con más regalos - ¿Te parece si jugamos a otro juego? - pidió casi suplicando, si seguían así hasta tendrían negocio propio vendiendo peluches.

_mmm - lo pensó - está bien, ¿Qué quieres jugar? - preguntó sin expresión alguna.

_Bien...- buscaba con la mirada, debía encontrar un juego distinto pero ya - ¡Ese! - señaló sin pensarlo demasiado, Tzuyu agrandó los ojos nerviosa al darse cuenta qué juego había señalado.

Era un túnel para parejas dónde un bote en forma de cisne los paseaba, había muchas parejas abrazadas entrando y otras incluso besándose.

_Si tanto insistes - la castaña caminó primera y Tzuyu se regañó mentalmente.

_Espera - la pelinegra corrió para alcanzarla, pero la bolsa se le resbaló y varios peluches cayeron al suelo - esto debe ser una broma - se apresuró a recogerlos y meterlos dentro de la bolsa.

Para cuando llegó, Sana ya estaba sentada dentro y esperaba con los brazos cruzados y mirada al frente, su expresión seria no se quitaba.

_Si es la pareja de la chica por favor suba rápida, otros están esperando - pidió el hombre encargado del juego.

𝙻𝚘𝚟𝚎𝚜𝚒𝚌𝚔 𝙶𝚒𝚛𝚕𝚜 𖤩 𝗦𝗮𝗧𝘇𝘂Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ