Capítulo 35

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Jeongyeon esperaba una respuesta por parte de Tzuyu, tenía las esperanzas de que sintiera lo mismo pero esa mirada perdida no era buena señal, ella parecía pensativa.

_Tzuyu...- quiso acercarse pero la pelinegra retrocedió de inmediato.

_Jeong - levantó la mirada a ella - no quiero lastimarte, eres alguien guapa, amigable, pero eres...- pronunció apenada - eres mi mejor amiga - fueron palabras hirientes para la pelicorto - ya no te veo de otra manera.

_¿Ya no? - preguntó dolida.

_Antes...también me gustabas - bajó la mirada - pero ahora a cambiado.

_¿Te gusta alguien más? - preguntó seriamente, no podría ser Sana, era imposible.

Tzuyu mantuvo silencio unos segundos, y asintió levemente.

_Sí...me gusta alguien más - pensó en Sana - lo siento.

_No, está bien - habló por lo bajo - solo...quise venir y decírtelo, lo que hizo Sana me animó mucho y me dió el coraje que necesitaba.

_¿Lo que hizo Sana? - volvió a verla.

_¿No te lo dijo? - fingió sorpresa, Tzuyu negó - ella está ahora en una cita, se va a declarar - pudo ver la tristeza en los ojos de pelinegra - y fue ella quien me mandó a avisarte que ya no te necesitaba, yo la ayudé con los arreglos de las flores y en cuanto me lo contó, me dió el valor que necesitaba.

Tzuyu desvió la mirada, sentía que sus ojos se humedecian y no quería que se notara, sería muy vergonzoso para ella.

_Entiendo...- asintió, fingiendo una sonrisa - que bien por ella, me alegra.

_Tambien estoy feliz por ella, se ve muy enamorada - volvió a acercarse con lentitud, tomando su mano y aprovechando que Tzuyu se sentía frágil, acarició su mejilla - así como tú me tienes a mí - ambas se miraron - dame una oportunidad...solo te pido una.

La pelinegra iba a responder, cuando un fuerte ruido se escuchó a su izquierda, del auto de Jeongyeon salía una chica de cabello rizado y había cerrado la puerta tan fuerte por su molestia, que ahora solo se alejaba sin mirar atrás.

_¿Quien es ella? - preguntó Tzuyu.

_Luego te llamo, ¿Sí? - dejó a la pelinegra confundida, Jeongyeon se apresuraba a alcanzar a la chica de lentes - ¡Nayeon! ¿A dónde vas? - la perseguía, no podía dejarla sola caminando por una calle que no conocía - ¡Nayeon! ¡Espera! - no le hacía caso, se sentía dolida, molesta y sobre todo, se sentía una tonta.

Tzuyu volvió a bajar la cabeza, tenía que volver a casa, ya no había razón para ir donde Sana, seguro ella estaba de lo más feliz con la persona que le gusta, ella solo sería un estorbo.

Tomó su bicicleta y se encaminó de regreso a casa.

[...]

Sana esperaba sentada en la mesa que había decorado, en el fondo tenía la esperanza de que Tzuyu llegara, pero no había sido así.

Sostenía un vaso mientras se encontraba pensativa, con expresión seria, sus empleados se miraban entre sí en sus respectivos lugares, temiendo que el humor de la castaña los perjudique a todos.

Todos cerraron los ojos y se mantuvieron en sus posiciones cuando Sana se levantó y lanzó el vaso contra el suelo, parecía molesta pero sus lágrimas caían por sus mejillas.

_Saquen todo esto - mandó dolida - ¡no quiero ver ni un solo rastro de esta mierda! - sus empleados se apresuraron a obedecer sus órdenes, temerosos, quitaban las luces, las rosas, la cena.

𝙻𝚘𝚟𝚎𝚜𝚒𝚌𝚔 𝙶𝚒𝚛𝚕𝚜 𖤩 𝗦𝗮𝗧𝘇𝘂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora