Capítulo 37

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Sana esperó nerviosa, no pensaba decirlo de esa manera, había planeado algo lindo pero las circunstancias la habían llevado a eso y ahora solo tenía que esperar, pero Tzuyu aún no giraba.

_¿Tzuyu...? - preguntó por lo bajo, fue cuando la pelinegra giró a verla, dudosa.

_¿Qué es lo que dijiste?

_No me hagas repetirlo - se cruzó de brazos y desvió la mirada.

_¿Te gusto? - Sana mantenía su mentón en alto, tratando de no verse nerviosa y solo la miraba de reojo - de quién hablamos esa noche, cuando me dijiste que te gustaba alguien, tu cita, de anoche - recordaba - ¿Era yo? - preguntó sin poder creerlo, Sana aún mantenía silencio - ¿No vas a decir nada?

_¿Y qué quieres que diga? Yo ya dí el primer paso, ahora házlo tú, egoísta - le dió la espalda, ofendida.

Sana no pudo verla, pero Tzuyu sonrió emocionada, la castaña la observó sobre su hombro y la pelinegra volvió a su seriedad, tampoco le iba a mostrar que tan feliz estaba si ella no lo hacía.

_Eh...sí - Tzuyu miraba sus uñas - también me gustas.

Sana sonrió levemente al escuchar eso.

_¿Ah, sí? - giró a verla, aún cruzada de brazos.

_Sí...- comenzaba a ponerse nerviosa.

Ambas cruzaron miradas y fue cuando una sonrisa tímida apareció en las dos, como si fueran apenas dos niñas que se enamoran.

Sana apretó los labios y Tzuyu llevó las manos atrás, lentamente se fueron acercando a pasos vacilantes, no dejando la timidez y nerviosismo de lado.

Estaban por encontrarse cuando el señor Minatozaki abrió la puerta y ambas dieron media vuelta y regresaron a su lugar rápidamente, fingiendo hacer cualquier cosa, el mayor las vió extrañado.

_Perdón que entre así pero es que ya tengo que irme, Tzuyu - la pelinegra le prestó atención - regresa a tus labores, ya estás mucho tiempo aquí.

_Sí, señor - miró una última vez a Sana y salió de la habitación.

_Nos vemos, hija, ten un lindo día.

_Igual, papá - el señor Minatozaki se retiró.

Sana volvió a sonreír, sí que era un lindo día.

[...]

Nayeon volvía a la escuela, caminaba cabizbaja y no le prestaba atención a nadie, no se daba cuenta que su hermana mayor la miraba de lejos, estaba preocupada por ella y por primera vez en toda la secundaria, dejaba de lado sus estudios y se enfocaba en ella.

Irene frunció los ceños al notar a Seulgi hablando con su hermana, pero la pelinegra parecía temerosa, ambas se encaminaron al tercer piso y Irene decidió seguirlas.

Cuando llegó al mismo pasillo que ambas, procuró esconderse y ver qué entraban al único baño que estaba fuera de servicio desde hace meses, todo era muy extraño para ella.

Notó que casi nadie pasaba por allí, solo unas cuantas chicas salían de la biblioteca e iban directamente al segundo piso, no entraban al fondo del pasillo.

Se encaminó a pasos silenciosos y se quedó escuchando detrás de la puerta.

_¿A dónde fuiste anoche? - era la voz de Seulgi, parecía molesta - te ví saliendo otra vez con ella.

_No fuí a ningún lado...

_¡Yo te ví, Nayeon! ¡¿A dónde demonios fueron?!

_No salimos...- su voz temblaba - ella...ella besó a otra chica...y decidí volver, no fuimos a ninguna parte.

𝙻𝚘𝚟𝚎𝚜𝚒𝚌𝚔 𝙶𝚒𝚛𝚕𝚜 𖤩 𝗦𝗮𝗧𝘇𝘂Where stories live. Discover now