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—Rosalind no es la persona que parece.— Empezó a decir Stella mientras captaba la atención de todos los invitados. —Rosalind mató a un chico, Devin, al cual tras torturarlo en su laboratorio y tras robarle su magia, Rosalind permitió que muriese en su despacho, Devin se merecía algo mejor. Solaria se merece algo mejor.— Afirmó la hada de luz haciendo que todos los invitados se mirasen desconcertados al no comprender nada de lo que estaba ocurriendo.
—Odio romper con el protocolo, pero puede que haya algunas inconsistencias en la teoría de su alteza.— Intervino Rosalind mientras de entre las columnas aparecía Devin, sorprendiendo a las cinco amigas con su presencia.
—Devin...— Murmuró Stella al verle con vida, un hecho que desencajaba por completo su acusación.
—Hace cosa de un mes, mi amigo el alcalde Queen, me llamó. Dos hadas que acababan de terminar sus estudios en Alfea, desaparecieron en Blackbeach.— Empezó a decir Rosalind mientras desviaba su mirada a un hombre que portaba una ostentosa cadena dorada sobre su traje de color blanco. —Las encontraron algunos días después catatónicas, le ofrecí mi ayuda pero hasta que no encontráramos respuestas, juro mantenerlo en secreto. No quería desatar el pánico.— Añadió mientras el alcalde asentia dándola la razón. —No sabía que hacer hasta que encontré un texto en los archivos reales, con permiso de Arthur. Encontré a una criatura antigua llamada Raspador. Un nativo del reino de la Oscuridad que se alimenta de magia.— Les reveló haciendo que todos los presentes empezaran a hablar al darse cuenta de lo peligrosas que aquellas criaturas eran. —Me di cuenta que era lo que les había ocurrido a esas dos pobres hadas.— Detrás de Rosalind apareció una caja de metal, en cuyo interior se encontraba una de aquellas criaturas en forma de gusano gigante.
—Calmate.— La pidió Flora a Fallon al ver como los ojos de esta, por puro instinto ante la criatura, cambiaban de color violentamente, un detalle que Rosalind percibió.
—Ya esta...— Murmuró mientras cerraba su puño y se aferraba a la mano de Flora, a la cual dedico una sonrisa.
—He estado estudiando al Raspador aquí, en la escuela, desde que lo capturamos. Y hasta que no encontramos a Devin no tuve todas las respuestas, pude resucitarlo cuando estaba casi muerto gracias a que la hija de Benjamin Harvey descubrió una amalgama que era capaz de revivir a las tres hadas.— Explicó Rosalind mientras Fallon miraba a Flora, ya que había sido ella quien había dado con la amalgama, pero para que no la echaran cuando creyeron que Devin había muerto, Terra había cargado con toda la responsabilidad. —Me adentre en sus mentes y lo vi todo con claridad, los Raspadores actuaban bajo las órdenes de una bruja de sangre.— Añadió la directora, haciendo que los cuchicheos una vez más comenzarán. Al escuchar su revelación, las expresiones de Bloom y de Fallon cambiaron por completo, la pelirroja tenía la oportunidad de encontrar respuestas, y la morena de traer de vuelta a su hermana y de reclamar venganza, un sentimiento que nunca pensó que sentiría, y que lentamente se estaba haciendo un hueco en su interior. —Nuestras antiguas enemigas han descubierto como robarnos la magia, si las brujas de sangre continúan utilizando Raspadores, la magia de las hadas y por tanto, las hadas, dejaran de existir.— Les advirtió a todos sabiendo que aquello era un peligro para cualquier criatura con poder, en especial para Fallon y Bloom. —Pero a pesar de mis esfuerzos por mantener mi investigación en secreto, algunos de vosotros percibisteis el peligro y actuasteis.— Admitió mirando a las cinco hadas que estaban juntas. —Necesitaremos ese valor en los próximos días, cuando nos enfrentemos a nuestro enemigo. Gracias por acompañarnos, estudiantes, ahora podéis retiraros.— Les pidió a todos, haciendo que todos aquellos que eran estudiantes se empezaran a marchar.