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Después del examen sobre las brujas de sangre y otra exhaustiva hora de entrenamiento en el círculo de piedra, Fallon finalmente era libre o por lo menos eso se suponía, ya que Rosalind la había pedido que revisará todos los documentos que la había dejado con respecto a las brujas de sangre y los Raspadores, ya que desde la perspectiva de la directora, la morena tal vez podía dar con alguna milagrosa solución, aunque Fallon no lo veía de aquella manera, en especial porque cada vez que leía algo sobre ello su cerebro, de una forma que no podía explicar, se cerraba en banda y la impedía asimilar toda la información, aunque la gran mayoría lo sabía por suposiciones y por Bloom, la cual también estaba obligada a informarse del tema. El pretexto que Rosalind usaba con ello, es que al ser las dos las únicas que podían pararlo debían de conocer, a la perfección, a sus enemigos.
—Genial, nueva opinión.— Sonrió Terra al ver aparecer a Fallon, la cual la miró algo desubicada al no entender porque todas se estaban arreglando, ya que las normas de Rosalind, después de la aparición de los Raspadores, decretaban que ningun estudiante, sin autorización, podia abandonar la escuela. —Algo desenfadado que no muestre esfuerzo pero sí intención, algo a medio camino.— La explicó mientras hacía una referencia a como había decidido llevar el pelo. —¿Qué te parece?— La preguntó con curiosidad.
—Muy mona.— Sonrió Fallon mientras dejaba a un lado de uno de los sofás su mochila.
—¿Y los zapatos?— Preguntó a lo lejos Flora.
—Estoy confusa.— Comentó Fallon sin entender lo que estaba pasando.
—Dicen que Rosalind estará fuera, así que vamos a ir a un pub en Blackbeach.— La explicó Terra sorprendiendo a Fallon, ya que la habían incluido en aquel plan sin tenerla en cuenta, por supuesto ella nunca decía que no a salir de fiesta, pero tras el cambio de entrenamientos y la subida de intensidad de estos estaba más cansada de lo que normalmente estaba acostumbrada.
—¿Vamos?— Preguntó en ese momento Bloom la cual también acababa de entrar en la suite.
—Sí, vamos.— Intervino en ese momento Musa. —Esta semana ha sido demasiado y nos vendría bien un respiro. Sobretodo a vosotras dos.— Las recordó haciendo que las dos hadas de fuego intercambiarán una mirada, sabiendo que aquello no alertaba de que fuera a terminar bien, de hecho Fallon tenía un extraño sentimiento de que aquel día las cosas cambiaran.
—¿Olvidáis que hay una bruja de sangre por ahí?— Las recordó Bloom sorprendida de que todas estuvieran ignorando aquel detalle como si no fuera un verdadero problema.
—¿Olvidas tu que somos hadas poderosas y que no dejaremos que el miedo nos impida vivir nuestra vida?— Preguntó en ese momento Flora. —Además, tenemos la llama del dragón, y a un Ignis. Y en el pub habrá mucha gente así que estaremos asalvo.— Las tranquilizó, mientras las dos amigas intercambiaban una mirada algo desconfiadas.
