¿Por qué?

I.- ¿Por qué te vas mamá?

Mieczyslaw Gajos, es un niño de diez años sonriente, amable y diagnosticado con TDAH. Su madre, Claudia, nunca le ha dicho quien es su padre, solo era un hombre con el que jugo y nunca lo volvió a ver. El pequeño se hacía llamar Stiles ya que sus amigos, compañeros e incluso maestros no sabían pronunciar su nombre.

Claudia trabaja todo el día y apenas estaba con él, gracias a eso sabía hacer muchas cosas que los niños de su edad no tenían ni idea. Todos los días llegaba a casa gracias a Melissa Argent, madre de sus mejores amigos, ahí él se encargaba de hacer comida y dejaba un poco para su madre, limpiaba y guardaba todo para después hacer sus deberes de la escuela. Su vida se había vuelto una costumbre y la soledad de su hogar era dolorosa, no hacía nada para cambiarlo porque que sabía que no lo haría.

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Stiles entró a su hogar después de despedirse de Scott, Allyson y Melissa, ahí se encontraba su madre empacando los documentos que siempre le decía que no tocaba, también había una maleta y varias cajas cerca de la entrada.

— ¿Mamá? – preguntó Stiles aferrándose a las correas de su mochila.

— Iremos de paseo, Mica. ¿Recuerdas a los Hale? El pequeño Derek que siempre esta pegado a ti y los demás niños raros, iremos con ellos. — le dijo Claudia con una sonrisa ara después acercarse a su hijo y acariciar sus mejillas.

— Esta bien, mamá.

Stiles recordaba a los Hale, después de todo eran lobos y él había prometido no decir nada sobre su secreto, su madre no lo sabía pero él lo descubrió cuando Peter y Noah, su esposo, cuidaron de él. Le gustaba estar con ellos aunque su madre no lo dejara ir todo el tiempo.

El viaje en el auto fue silencioso y el pequeño solo veía por la venta, había algo en él que le decía que algo no iba bien, pero era un niño emocionado por pasar tiempo con su mamá y otros amigos. No entendía bien lo que sucedía y solo movía sus pies al compás de una canción que sonaba en el radio.

Se adentraron en el bosque y llegaron a la mansión Hale, de la cual salieron Peter, Thalia y David, esposo de la mujer.

— ¿Claudia? ¿Qué haces aquí? Dijiste que no querías tener nada que ver con nuestra manada. — dijo Thalia frunciendo el ceño.

— ¿Mitch? — se acercó hasta el auto y le sonrió al niño que lo vio desde dentro — ¿Por qué lo trajiste? — miró a la mujer de manera seria — ¿Qué vas a hacer? — le preguntó Peter molesto, por el olor de ella sabía que algo malo para le pequeño sucedería.

— No puedo quedarme aquí, no puedo cuidarlo. — dijo Claudia mientras comenzaba a bajar las cosas del auto.

— Claudia es tu hijo. — dijo Thalia sin poder creer lo que su antigua amiga le decía.

— Vas a abandonarlo. — dijo David molesto, varios gruñidos se escucharon desde dentro de la mansión, era obvio que los demás los estaban escuchando.

— Es mi pequeña travesura pero es imposible de cuidar.

Peter gruñó molesto.

— Vete, pero no vuelvas por él cuando te arrepientas. — le dijo el lobo.

Claudia terminó de bajar las cosas con la ayuda del lobo para después sacar al pequeño y abrazarlo.

— Te quedarás con ellos, harán mejor trabajo que yo.

— ¿Mami?

Se levantó y acarició el cabello del chico para después subirse al auto.

— Adiós, Mieczyslaw.

— ¡Mamá! ¿A dónde vas? — gritó siendo detenido por Peter — ¡MAMÁ!

Peter abrazó con fuerza al pequeño que no paraba de sollozar en sus brazos. Thalia y los demás lobos solo podía escuchar con profunda tristeza el dolor del pequeño, no era justo.

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Unas horas más tarde Stiles se encontraba sentado entre Noah y Peter mientras que Thalia y David lo miraba desde otro sofá.

— ¿A dónde se fue mi mamá? ¿Ya no me quiere? — preguntó Stiles mirando a los adultos.

Noah miró con tristeza a Peter, quien suspiró y tomó la mano del pequeño.

— Mitch, a veces los adultos somos tontos y cometemos errores pensando que hacemos lo correcto. Tu madre pensó que no podría cuidarte, que era débil y por eso te dejó a nuestro cuidado pensando que sería lo mejor. — dijo Noah mientras sus esposo negaba con la cabeza.

— Cachorro, tu madre es una cobarde que huyo y te dejó. No digo que no te ame pero no tiene el valor para quedarse y cuidarte. — suspiró mientras acariciaba la mano del menor — Nosotros no vamos a dejarte solo, estaremos a tu lado y no vamos a abandonarte. — le dijo Peter de manera seria.

— Peter. — dijo Noah molesto, quería ocultarle un poco la verdad al niño.

— Era necesario, Noah. No podemos ocultarle la verdad a Mieczyslaw, es manada. — dijo Thalia para después regalarle una sonrisa cariñosa al niño que se había quedado callado.

— Ella me abandono, no es mi familia. — miró su mano aferrada a la del lobo — Ustedes son mi familia. — dijo Stiles de manera segura aunque pequeñas lágrimas seguían saliendo de sus ojos.

— Lo somos, cachorro. — le dijo Peter con cariño para después besar la frente del niño.

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Ocho años después...

Stiles de dieciocho años corría al lado de varios lobos, su manada o la que Derek había creado después de haber acabado con un alfa. También había dos humanos más además de él así que no era el único corriendo entre lobos y una pequeña kitsune y una coyote.

Un lobo negro se frotó contra él y no se separó de su lado durante todo el camino mientras que otro lobo pero castaño oscuro se colocaba de su otro lado.

Ahora él era Mieczyslaw Hale, el chico que corre con lobos.