VIII.- Brujos Oscuros

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Stiles movía su pie de manera nerviosa, estaba en su habitación mirando a la pared, escuchaba a la manada entrenar fuera de la mansión junto con su padre y los demás alfas.

— ¿Qué te sucede, pequeño tornado? — preguntó Kali entrando a la habitación del chico y se sentaba a su lado.

— Hola, ¿no estabas viendo a los demás entrenar?

— No, es aburrido. Ahora háblame de ti, ¿qué es lo que te sucede?

— Estoy nervioso. — miró a la mujer con una ligera sonrisa.

— Van a suceder muchas cosas y será peligroso pero el plan es simplemente acercar a esa mujer a los brujos y ellos harán todo el trabajo. Todos están entrenando por si acaso, no porque estemos seguro de que algo va a suceder. Tú irás con los demás pondrás una ilusión de los gemelos mientras que ellos se quedarán conmigo y nos protegeremos.

— Lo sé, sé que es el plan pero los brujo oscuros son poderosos y no quiero que le pase nada a nadie. También le tengo miedo a Claudia, es como si mi cuerpo y mente recordara todo lo que pase de niño y verla de nuevo me pone los nervios de punta. — suspiro — Ella hizo mucho daño y tengo miedo de que vuelva a hacerle daño a los gemelos, Aristóteles y Arquímedes perdió a su padre, la persona que los iba a cuidar como lo hacen los tres de mis padres. No es justo que solo yo tenga a alguien que me proteja y que lo han hecho siempre. Ellos merecen más.

— Ello te tienen a ti, eres su hermano mayor pero también eres la figura paterna que perdieron. — acarició la mano del menor — He hablado con los Hale, los has ayudado y protegido con todo lo que tienes. Mieczyslaw enfrentaste a Claudia por ellos, a pesar de tu miedo no dejaste que ellas los tocara ni un momento. — lo abrazó — No están solo y tú tampoco lo estás, nosotros somos una familia y es incluye a cada uno de los que están aquí.

— Gracias, Kali. — susurró Stiles mientras se aferraba a la mujer por un momento.

— No tienes que agradecer, eres mi cachorro. — le dijo para después besar la frente del castaño.

— ¿Todo bien, Mica? — preguntó Aristóteles asomándose en la habitación y a su lado Arquímedes.

— Todo bien, solo estaba hablando con Kali de lo de mañana y también nos estamos poniendo al corriente. — golpeo ligeramente el espacia a su lado — Vengan.

Los gemelos se sentaron al lado de su hermano, Kali se hizo un lado para que así el castaño quedara en medio de los menores.

— ¿Quieren saber una historia del pequeño cachorro? — preguntó Kali mirando a los menores.

— Si, yo quiero saber más cosas de Mica. — dijo Arquímedes.

— Cuando tenía dos años estábamos en Florida, el clima era preciosos así que salíamos pasear y encontramos un pequeño cachorro y aun niño que sonreía como loco. Mica corrió a él y le tomó la mano para después dejar un beso en ella. Él era muy listo y animado para su edad así que nos dijo que se casaría con ese niño.

—¿Qué dijo el niño? — preguntó Aristóteles.

— Que se casaría conmigo cuando fuéramos grandes. Quien sabe donde este ahorita. — dijo Stiles con diversión.

— Fue tierno y divertido, Duke casi se muere al saber que su querido cachorro había puesto sus ojos en alguien. — acarició su vientre — Espero que este pequeño salgo igual que ú, pero que no nos cause tantos ataques a nosotros. — dijo Kali con diversión y cariño.

Stiles se inclinó y colocó su cabeza sobre el vientre de la mujer.

— Hola pequeño, soy tu primo Stiles aunque tú puedes decirme Mica o Mitch, aunque Mica sería complicado porque tú eres Mikael. Tienes que ser muy travieso, yo te ayudaré, pero tampoco seas tanto porque no queremos que a tus padres y tíos les causemos más canas verdes. — rio levemente — Pero tu y yo seremos un equipo, claro también tendrás a tus tíos Ari y Arquímedes, ellos también serán parte de nuestro equipo aunque debo decir que son más tranquilos, aun así seremos los mejores. Debo de advertirte mi pequeño Mika esta familia esta un poco loca pero son buenos y ahora que son dos manadas tendrás personas cuidándote así que sobran las personas. Te amo pequeño cachorro, no puedo esperar a tomarte entre mis brazos. — dijo Stiles mientras acariciaba el vientre de la mujer.

Los otros tres sonrieron con ternura al ver como el castaño hablaba sobre el vientre de Kali, era una escena hermosa.

*

Stiles salió de la mansión a la mitad de la noche, nadie lo había escuchado gracias a un hechizo de sigilo. Un lobo café con motas oscuras se acercó a él y camino a su lado.

— No debiste venir, es peligroso que sepan de tu existencia. — susurró Stiles mientras acariciaba levemente la cabeza del lobo.

El lobo solo movió ligeramente de sus orejas.

— Tu existencia es un secreto, eres demasiado poderoso. — suspiró — Aja como yo, pero somos diferentes. En fin, estar en el bosque te ha afectado la cabeza. — sonrió levemente — Cuando Claudia muera arreglaremos todo y podrás estar aquí. — dijo Stiles con cariño.

Llegaron a la salida del bosque del lado norte donde se encontraban seis personas cubiertas por un manto negro que ocultaba su rostro.

— ¿De qué quieren hablar? — preguntó Stiles cambiando su semblante a uno frío.

— Mieczyslaw Hale, queremos hacer un trato para que no haya sacrificios el día de mañana. Solo queremos a Claudia Gajos, ella quebranto las leyes de los brujos y nosotros debemos de mantener el orden en nuestro mundo. Tu hermanos y tu cumplen con todas y la manada Hale se volverá la más poderosa.

— Algo más quieren. Es un trato demasiado sencillo.

— Tendrás que venir con nosotros por un año, necesitamos tu ayuda para poner en orden el mundo de los brujos.

Stiles miró al lobo por un momento.

— No tengo otra opción pero llevaré a este lobo conmigo.

El lobo mostró sus dientes como amenaza.

— De acuerdo. Mañana tráenos a Claudia. 

¿Por qué?Where stories live. Discover now