CAPÍTULO OCHO - MOTHER

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MOTHER - MAMÁ

Narrador Omnisciente.

Alex conduce a su casa con la excusa de llevar a Francia a la suya después de salir del hospital.

-Esta no es mi casa - exclama Francia cuando está frente a High Garden.

-Es la mía, debemos hablar. - es lo único que dice Alex para ayudarla a bajar.

La toma estilo princesa.

-Tengo piernas - recuerda Francia

-No me interesa.

Llegan a la habitación que era exclusiva para ellos dos, mientras la recuesta en la cama.

-¿De qué quieres hablar? - dice Francia sin rodeos.

-Nosotros.

Una mueca de confusión adorna su rostro y él quiere reir ante eso.

-No soy un chiquillo, Francia.

-Se nota - susurra ella.

-Déjame terminar - la reprende.

-Bien, adelante sugar.

Alex blanquea los ojos y se dedica a ir al grano.

-No soy un chiquillo, se lo que quiero y te quiero a ti - escupe de golpe - Dejemonos de rodeos y formalicemos de algo enserio, si no lo quieres bien será mejor terminar esto y que sigas con tu vida.

Francia se queda atonita ante lo dicho, no quería perder a Alex ella en el fondo muy en el fondo lo quería, Alex era paz para su tormenta aunque muchas veces haya producido la tormenta.

Pero había algo que aunque no se rebajara no estaba segura.

-Y Sara? ¿Qué va pasar con ella? - pregunta con un tono frío.

-Ya no hay más Sara, solo Francia - responde con una sonrisa de seguridad.

Los papeles estaban sobre la mesa, Francia podía aceptar y formalizar con Alex o podía negarse y perderlo.

-Bien.

-Bien ¿qué? - respondió exaltado por la falta de contexto.

-Hagámoslo - asegura - Solo seremos tú y yo.

Alex se abalanzó sobre ella como si de un chiquillo se tratara y Francia se río un poco nerviosa por lo que era eso.

-Solo tú y yo - asegura Alex.

Francia pide ver películas para desconectarse del mundo y Alex la complace quedandose a su lado.

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El reposo había terminado y con eso la nueva faceta de Francia Rizzo, llego a la central con un traje negro adecuado a su cuerpo Alex venía tras de ella creando una imagen perfecta de poder.

Dejó la cartera en su escritorio, mientras Alex la esperaba con una sonrisa de orgullo al verla por fin recuperada.

Había vuelto a ser Francia, su Francia.

-Si me miras tanto me desgasto - dijo divertida ante la mirada del hombre.

Alex soltó una risotada para acercarse hacia la chica, tomar su rostro y besarla suavemente.

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Francia R.

La mirada de Alex era llena de amor hacía mí, los días con él con la formalización de novio - novia era algo que me había gustado.

LA CORRECTA (Alex Morgan)Where stories live. Discover now