LA CORRECTA (Alex Morgan)

CAPÍTULO NUEVE - FAMILY

Francia Rizzo.

Cinco meses habían pasado y con eso mi panza había crecido, era ovalada pero no al extremo de decir que parezco una pelota.

Mi relación con Alex iba de viento en copa, me consentía en todo, me demostraba su cariño con palabras y acciones.

Nos encontrábamos en una cena en lo más alto de un edificio de Londres para bajarme un poco el estrés por el escape de Mascherano, había sido un completo lío lo único rescatable de esto es que había dejado a Connor.

Había descubierto que el italiano tenía una especie de obsesión con la teniente de Christopher.

-¿En qué piensas cielo? - llama mi atención Alex.

-Qué pasaría si me tirara de esta altura - digo inocentemente, él me mira alarmado y yo río ante eso.

-No juegues con eso Francia - me regaña.

-Bien, viejito. - respondo mientras siento como me abraza - Me cuestionaba lo de Mascherano.

-No fue culpa de nadie, cielo - dice calmado.

-Claro que fue culpa de alguien, yo ya me encargue de eso.

Se ahorra las palabras y se dedica a mirar al frente junto a mí.

-Pensaste cómo sería nuestra vida como familia - habla de repente.

-Sí, nos mudaremos a una casa más grande - le sigo.

-Una pequeña familia, serás una buena madre te lo aseguro.

-Christopher, el bebé, tú y yo - respondo - Una no tan pequeña familia.

-Espera ¿acabas de contar a Christopher? - dice confundido.

-Sí, somos una familia ahora.

Sigo mirando adelante mientras él se queda a mi lado y yo me dedico a ver los juegos artificiales mientras que él deja un beso en mi coronilla.

-Te amo, cielo - susurra.

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Cuatro meses - Día de parto.

Narrador Omnisciente.

La alemana estaba a punto de dar a luz, Alex estaba atento a todos los dolores pero ¿Como había pasado esto?

Recapitulemos....

Francia estaba comiendo una nutella viendo crepúsculo, se había pegado con la serie a mediados de otoño, era un completo vicio ante ella.

-Quiero ser un vampiro - dice con un puchero.

Las hormonas habían suavizado su carácter demasiado, pero eso solo era con Alex, Parker, Kath y Gauna, con los otros era una completa bruja que era demasiado irritable si ocurría una falla.

-Parkerrr - grita para que venga hacía ella.

Dominik había ido a visitar a su amiga a pedido de ella ya que se habían distanciado mucho y a la alemana le agarró el sentimiento completamente.

-¿Qué pasa? - dice paciente el alemán.

-Se acabó el chocolate - dice intentando levantarse.

Seguía viéndose bien pero le gustaba molestar a los más cercanos diciendo que la panza le pesaba como mil demonios y como ellos no llevaban una se creían eso.

-Bien - dijo para tomar el pote y dirigirse hacia la cocina.

Alex le había comprado miles de potes de Nutella pues era su antojo más repitente.